Costa Rica está viviendo un acelerado proceso de concentración de la riqueza. Ya nadie lo discute y está científicamente comprobado. Estamos transitando el camino de la “centroamericanización”, es decir, vamos hacia una sociedad en la que pocos, cada vez más pocos, tienen mucho, muchísimo; mientras que las grandes mayorías se van empobreciendo, particularmente los segmentos de la clase media, en especial, aquella parte de la misma que tiene condición de asalariada.
Los gobiernos sucesivos del PLUSC (de ahora en adelante PLN-Libertarios), han aplicado una serie de decisiones de política económica que no han propiciado la mejor distribución de la riqueza generada en el país; por ejemplo, vía incrementos salariales reales, para aumentar el poder de compra de la clase trabajadora asalariada, de forma tal que ésta alcanzara un nivel de calidad de vida más o menos digno.
Ahora que estamos en tiempos de la Administración Arias Sánchez, estamos seguros de que sucederá lo mismo. No conocemos un solo documento de campaña donde el tema salarial se haya planteado con seriedad, ni siquiera superficialmente. No tenemos noción de si tendrán una política salarial.
Se acercan las fijaciones salariales que han de regir para el segundo semestre del presente año. Serán las primeras que se determinen bajo la Administración Arias Sánchez. Antes de que llegue el primero de julio, deberá quedar establecido el monto del incremento salarial para el Sector Privado. Esto debe hacerse en el seno del Consejo Nacional de Salarios.
Para el Sector Público, el gobierno que acaba de terminar enterró la denominada “Comisión Negociadora de Salarios del Sector Público”, que ya de por sí se había convertido en una instancia solamente para fotografías, no para deliberaciones serias. La norma de moda para quienes laboran en el Estado ha sido el decretazo salarial semestral. Si por la víspera se saca el día, nada diferente se puede esperar.
No obstante, a lo mejor le conviene al nuevo Gobierno reflexionar sobre lo necesario e imperioso que es impulsar un proceso sistemático de discusión sobre empleo, recuperación salarial y redistribución de la riqueza.
En todo caso, el Gobierno del Presidente Arias Sánchez, Premio Nóbel de la Paz, tiene una prueba de fuego de cara a la clase trabajadora con las fijaciones salariales cercanas. Sin embargo, no auguramos nada bueno. Ya pasaron aquellos días en que el actual Presidente de la República pensaba distinto.
Por ejemplo, una vez escribió lo siguiente: “Para alcanzar las metas que se ha fijado el país en cuanto a una distribución más equitativa del ingreso y a un uso más racional de sus recursos, en los próximos años será necesario democratizar la propiedad de los medios de producción, eliminar las preferencias a favor del uso del capital, y ligar estrechamente los aumentos salariales a los aumentos de la productividad de la mano de obra”. (“Nuevos rumbos para el desarrollo costarricense”, Oscar Arias Sánchez, Editorial EDUCA, 1979). Cambia, todo cambia…