Con los puños en alto y de pie, los asistentes aprueban por aclamación la nueva jornada que arranca el miércoles: la marcha desde varios puntos del país en una semana, con destino a la capital y San Pedro Sula.
La lucha no la vamos a ganar en las montañas, la vamos a ganar en las calles y las carreteras, dice al micrófono el periodista Carlos López, en referencia obvia a las milicias pacíficas que el presidente Manuel Zelaya dejó haciendo ejercicios físicos en la frontera.
La resistencia no suelta su demanda central, la restitución del presidente, pero cada vez más sus dirigentes hablan de que su lucha por un nuevo Honduras no se agota ahí. Resume un líder estudiantil: Primero hay que tirar a los golpistas, luego traer al presidente Zelaya e inmediatamente después instalar la Asamblea Nacional Constituyente.
Esto cuando se multiplican las quejas de los empresarios por las pérdidas ocasionadas por 34 días de movilizaciones contra el golpe de Estado y el gobierno de facto, en voz del interino Roberto Micheletti, ofrece poner orden.
Fuente: Arturo Cano, La Jornada, México