¡GRAN CONCETRACION frente a la embajada de Perú en San José el próximo martes. (Ver afiche de ARCHIVOS ADJUNTOS en la columna derecha)
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Los decretos legislativos que el gobierno aprista de Alan García Pérez emitió para implementar el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos vulneran la Constitución Política, el Convenio 169 de la OIT, la Declaración sobre Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU y las leyes nacionales, tal como ha sido reconocido por la Defensoría del Pueblo y la Comisión Multipartidaria del Congreso de la República, y se ha recomendado su derogatoria. La lucha de los pueblos indígenas amazónicos durante el 2008, logró la derogatoria de dos de ellos, ahora la lucha es de todo el país para derogar el paquete legislativo del TLC.
Durante once largos meses, los poderes Ejecutivo y Legislativo han postergado una y otra vez la derogatoria de estos decretos legislativos. Se instaló una mesa de diálogo sin voluntad real de resolver el problema. Y tras 56 días de movilización amazónica, el gobierno aprista optó como “solución” por la represión criminal en Bagua, haciendo gala de su autoritarismo.
Fue así que el viernes 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, el gobierno de Alan García Pérez desató una represión sangrienta en la Amazonía. Hay decenas de muertos en Bagua. Se ha impuesto la muerte sobre la vida, la masacre sobre el diálogo.
La masacre ocurrió horas después de que el Congreso de la República, en un abierto acto de provocación, postergó nuevamente el debate de la derogatoria de los decretos legislativos inconstitucionales que facilitan la invasión y privatización de los territorios indígenas del Ande y la Amazonía.
Existen testimonios de los vecinos de Bagua y mujeres indígenas que buscan a sus familiares desaparecidos acerca de que se están ocultando y desapareciendo los cuerpos de las víctimas indígenas, mientras el gobierno habla de “conspiración internacional” para eludir su responsabilidad, desata una feroz campaña mediática contra nuestros dirigentes y presiona al Poder Judicial y al Ministerio Público para que emitan órdenes de captura contra los dirigentes de AIDESEP sin prueba alguna.
Para responder a la represión y el entreguismo, las organizaciones del pueblo peruano nos hemos unido en esta Jornada Nacional de Lucha en solidaridad con nuestros pueblos indígenas para defender la vida y la soberanía. Y nos comprometemos a impulsar el juicio internacional a Alan García Pérez y su gobierno, por genocida, entreguista y violar la Constitución Nacional y los tratados internacionales. Fortalecidos por la solidaridad internacional que indignada ha respondido, incluyendo organismos supranacionales como la CIDH, relator ONU, OIT y otros.
Esta Jornada de Lucha tendrá continuidad en el PARO NACIONAL que hemos acordado para los días 7, 8 y 9 de julio. El día central de movilizaciones será el 8 de julio. En cada rincón del país diremos: ¡Basta de asesinatos, represión y entreguismo!
EXIGIMOS:
• Derogatoria del paquete legislativo del TLC con Estados Unidos y los 11 decretos legislativos que criminalizan la protesta.
• Respaldo a AIDESEP, interlocutor para el diálogo. Denunciamos el intento de dividirla por parte del gobierno.
• Renuncia inmediata del Gabinete Yehude Simon por su responsabilidad en el genocidio de Bagua. Lo desconocemos como interlocutor para cualquier diálogo.
• Investigación internacional independiente para aclarar los hechos de sangre en Bagua.
• Levantamiento del estado de emergencia y el toque de queda en la Amazonía.
• No más TLC y desconocimiento de los ya firmados.
• Respeto de los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades campesinas y nativas: territorios, aguas, semillas, bosques, biodiversidad y recursos naturales, amparados por las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo y la Constitución Política del Perú. Cumplimiento del Convenio 169 de la OIT.
• Retiro de las transnacionales extractivas: petróleo, minería, forestal, que saquean y contaminan nuestros territorios indígenas.
• Basta de criminalización del ejercicio de derechos: amnistía para los más de mil comuneros procesados por la defensa de sus pueblos.
• Respaldo unánime a Alberto Pizango, injustamente perseguido y con orden detención sin prueba alguna, solo por presión política.
• Establecimiento de una Comisión Mediadora / Garante para iniciar un diálogo, con participación de la Defensoría del Pueblo y organismos de derechos humanos.
• Denuncia a Alan García ante los tribunales internacionales por los crímenes cometidos durante su gobierno.
• Convocatoria a Asamblea Constituyente que elabore una nueva Carta Magna en la que se reconozca al Perú como Estado Plurinacional de base comunitaria. [ALAI, América Latina en Movimiento. 1106]
Los Pueblos Indígenas nos enseñan que sin lucha no hay victorias.
¡Basta de represión! ¡Abajo el genocidio!
¡Derogatoria inmediata de los decretos legislativos inconstitucionales y anti-indígenas del TLC!
Por una cultura de diálogo y paz en el país
Perú, jueves 11 de junio de 2009,
Frente Nacional por la Vida y la Soberanía
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Alto a la masacre contra los pueblos indígenas en el Perú ordenada por el gobierno criminal de Alan García
Por Alternativa Nueva Nación
Las protestas del movimiento indígena peruano para enfrentar las políticas y acciones del gobierno central dirigidas a la explotación de petróleo y gas natural por parte de empresas extranjeras en territorios que históricamente son habitadas por los pueblos originarios de esta nación, ha desatado la más sangrienta represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, la cual se expresa en la masacre de más de 40 indígenas de la Amazonía y atropellos brutales, con saldo de heridas graves, contra más de doscientos integrantes del movimiento.
Políticamente el gobierno central del Perú, el cual se ha caracterizado por ser un aliado incondicional del imperialismo norteamericano y por lo mismo impulsor de las políticas contra las transformaciones revolucionarias en América Latina, se ha concretado a informar sobre la muerte de 10 policías de la seguridad del Estado. El gobierno que dirige el criminal de Alan García, conocido históricamente por su vinculación a graves actos de corrupción en su administración pasada, montó toda una estrategia para desbaratar las protestas indígenas y lanzó un fuerte contingente de policías con la intención de provocar enfrentamientos que causaran víctimas entre las fuerzas de seguridad y explotar este hecho para tildar de terrorista y subversivo al movimiento popular.
Desde hace muchas décadas la lucha de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana ha sido permanente, esa lucha se expresa en acciones por la defensa de su organización política, social y económica; por el derecho a su identidad cultural; y por la integridad y administración de sus territorios.
Recientemente con la promulgación de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre y la Ley de Recursos Hídricos, con una clara dedicatoria en beneficio de las empresas transnacionales y del capital nacional aliado a este, se consolidó un movimiento de protesta y oposición por parte de cerca de 60 organizaciones indígenas ubicadas en la Amazonía peruana. Este movimiento indígena denuncia, de manera contundente, el grave riesgo a que se exponen los recursos naturales de sus territorios ancestrales, fundamentalmente las reservas de petróleo y gas natural, los recursos madereros y la pureza de sus ríos. El movimiento de protesta de las organizaciones indígenas se concreta en exigir al Congreso de la República y al gobierno del genocida Alan García, que revoque estas nefastas leyes.
La expresión más concreta de las políticas del capitalismo mundial, es la imposición de los llamados tratados de libre comercio y la exigencia de abrir las economías de la región para el ingreso, sin barrera alguna, de los capitales extranjeros. Estos capitales, aliados con los mal llamados capitales nacionales, se instalan en aquellas actividades que les garantizan altas ganancias, con la consecuente agudización de la pobreza, el deterioro sostenible de los recursos naturales y la destrucción de la articulación política, económica, social y cultural de los pueblos originarios.
Esta estrategia, para la expansión del imperialismo, ha encontrado fuertes aliados en gobiernos y sectores de poder económico de la región, pero a la vez se ve enfrentada a todo un movimiento transformador, en América Latina, que busca la construcción de nuevos modelos empeñados en la construcción de sociedades democráticas y soberanas, con las capacidades suficientes para enfrentar, de manera solidaria, a las fuerzas del capital destructor, responsable del empobrecimiento generalizado y el saqueo persistente de sus recursos. Este movimiento transformador se sustenta en la incorporación de todos los sectores marginados y explotados de la población a un amplio frente de lucha por la revolución continental.
El imperialismo, y todas sus formas de organización del capital a lo interno de cada país, conmocionado con el avance de los movimientos revolucionarios en el Continente, afinan sus acciones criminales de diversa naturaleza para frenar este proceso político. Las funestas estrategias del capitalismo mundial para implantar las políticas neoliberales en el mundo, se expresan cada vez más con el montaje de presiones políticas y económicas contra las naciones latinoamericanas. Estas estrategias se están concretando con acciones que tienen expresiones de intervención directa en las políticas nacionales, amenazas de intervención militar, sanciones económicas, y el estimulo a los gobiernos lacayos, a su servicio, para frenar a cualquier costo el avance de procesos democratizadores y revolucionarios.
El escenario político en el Perú, en la coyuntura actual, expresa por un lado la lucha organizada de los pueblos indígenas por sus derechos ancestrales, mancillados por leyes del poder burgués al servicio del capital internacional; y por el otro lado la acción criminal del aparato represor del Estado para garantizar el avance de sus políticas al servicio del capital.
Alternativa Nueva Nación ANN, expresa su más firme condena a los actos criminales del gobierno del genocida Alan García; hace un llamado a todas las organizaciones revolucionarias del Continente para solidarizarse, de diversas maneras, con el movimiento de los pueblos indígenas de Perú, y les exhorta a denunciar que los actos criminales por parte del gobierno del Perú, alimentados y estimulados por las políticas del imperialismo norteamericano, forman parte de un perverso plan para provocar desestabilización en la vecina Bolivia y Ecuador, naciones que forman parte de la corriente revolucionaria que se consolida en el Continente.
¡Alto a la represión criminal contra el movimiento indígena en el Perú!
¡Que todas las fuerzas revolucionarias del Continente se unan combativamente a la lucha de los pueblos indígenas por su identidad y derechos!
ANN Alternativa Nueva Nación
Guatemala, 10 de junio de 2009