En un comunicado suscrito por Rodrigo Aguilar Arce, secretario general de la CSACC y por José Escolástico Pinzón, secretario general de la CCT, se indica que “_Honduras, al igual que muchos países de América Latina, sufrió el flagelo de las dictaduras militares y del oscurantismo de su acción, al sepultar la democracia, y al igual que muchos de esos países, su ciudadanía ha hecho ingentes esfuerzos por recuperar la institucionalidad democrática, con la participación decidida de su gente y de sus organizaciones políticas y sociales, y a través del sistema democrático, ha realizado enormes esfuerzos para salir de la pobreza, a la que le sometieron las castas militares, que siempre obstaculizaron las vías del desarrollo integral_”.
Aguilar y Pinzón, en nombre de la CSACC y de la CCT, explican que “_precisamente el pueblo se aprestaba a ir a una consulta popular, no vinculante, pero que reflejaría la voluntad del pueblo en un sentido u otro a la propuesta planteada por el gobierno. La consulta, el plebiscito, el referéndum, etc son mecanismos democráticos a través de los cuales los ciudadanos expresan su pensamiento y sentir y a través de los cuales se toman las grandes decisiones. Al truncar estos procesos, se trunca la democracia y las aspiraciones mismas de los pueblos_”.
“_Hacemos un llamado ferviente a todos los gobiernos del mundo, a las organizaciones políticas, sindicales, sociales a pronunciarse sobre este deleznable hecho y demandamos de la OEA su acción enérgica e inmediata para que ejecute las tareas que le corresponden; así como también a la ONU a desplegar su gestión inmediata, para que en Honduras se restablezca el sistema democrático; se retiren los militares a sus cuarteles y regrese el gobierno legítimamente electo, a seguir la conducción del pueblo hondureño, como debe ser_”, concluye el pronunciamiento de la CSACC y de la CCT.