Como es del conocimiento de la ciudadanía costarricense se encuentra en la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa, una modificación a la Ley del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf). El proyecto ha sufrido cambios, uno de los cuales procuraba reducir el presupuesto del Instituto Nacional de las Mujeres a un 1%, aspecto que a todas luces implica cerrar programas y proyectos que la institución desarrolla a favor de los derechos humanos de las mujeres que habitan en el país. Gracias al esfuerzo realizado por distintas fuerzas sociales, en este momento se están considerando distintas mociones para dotar de recursos suficientes al INAMU para que pueda cumplir con los mandatos que establece su Ley de Creación.
Las mujeres de este país merecemos respeto y una institucionalidad pública que demuestre compromiso, esfuerzo y la convicción profunda de que tanto la discriminación como la desigualdad en contra de las mujeres son manifestaciones posibles de erradicar. Felizmente, en este derrotero no hemos estado solas. Organizaciones de mujeres y de la sociedad civil, programas académicos de las universidades públicas, mecanismos públicos a favor de la igualdad y equidad, y mujeres de todo el país nos han acompañado en la ardua pero fecunda labor que procura una sociedad de libertades, justa y consciente de que sin una ciudadanía a favor de la igualdad y equidad difícilmente podamos erradicar la pobreza, la violencia social y de género que agobia nuestra sociedad.
Como trabajadoras que creemos en la institucionalidad pública, conocedoras de la lucha histórica de las mujeres porque se reconozcan y respeten sus derechos y, como ciudadanas que aportamos al desarrollo de nuestro país rechazamos las palabras de la Sra Ofelia Taitelbaum dadas a un medio de comunicación nacional donde indica textualmente que, nosotras, las funcionarias: “no quisieron entender las señoras e hicieron un pequeño escándalo. Para evitar una confrontación tonta decidimos dar un 1,5% de presupuesto, y que ya se tranquilicen.”
Paradójicamente, desde la Asamblea Legislativa diputados y diputadas han asumido el compromiso de votar a favor de la moción para financiar al INAMU con el 2% que le corresponde por Ley, de organizaciones de mujeres y académicas que saben que un presupuesto justo implica más goce de derechos y mejores servicios y programas para las mujeres costarricenses así como la solidaridad de las mujeres porque saben de nuestro compromiso y responsabilidad para con ellas.
El presupuesto que se otorgue al INAMU no es una dádiva ni debe ser visto como una migaja, es un compromiso del Estado con la mitad de su población y debe obedecer a los desafíos del desarrollo humano con justicia y equidad, un desarrollo que mire al futuro hoy, y una institucionalidad pública al servicio de la ciudadanía.
Sra Taitelbaum, tampoco hemos hecho escándalo ni confrontado, hemos luchado por la defensa de los derechos humanos de las mujeres y así nos lo reconoce la ciudadanía con un 80% de respuestas favorables para la labor del Instituto, según la Encuesta del Estado de los Derechos Humanos de las Mujeres, asÍ como las Sras y Sres diputados que se pusieron de nuestra parte. La discusión, la solicitud respetuosa, el disenso no son confrontación. El contrapeso y la discusión respetuosa son virtudes que refuerzan y le dan vida a la democracia, máxime si se trata de la representación política que constituye la Asamblea Legislativa donde todas y todos nos deberíamos ver representados y en donde no dudamos debería ser la casa que acoge las inquietudes y aspiraciones de la colectividad. Hacer lo contrario y justificarlo va en detrimento de la ciudadanía y de los valores democráticos.
No es propio de una diputada utilizar las palabras por usted mencionadas en la prensa, mucho menos por una mujer que ostenta la posibilidad de convertirse en Defensora de los Habitantes de la República. Por eso Sra Taitelbaum, ni discusión tonta, ni confrontación, ni dádiva. Por nuestra parte, defensa, diálogo y lucha para la defensa de los derechos humanos de las mujeres y la vigilancia del cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado costarricense.
Firmado por más de cien trabajadoras y trabajadores del INAMU.