Luego del asesinato del joven Mandiel Muñoz Salvador que se manifestaba por el retorno de la democracia a Honduras y tras un mes del Golpe de Estado, la ONU envió una comisión para constatar la situación de los ciudadanos que se encuetran en la frontera.
Del lado hondureño rige el toque de queda decretado por el Gobierno de facto y aplicado con el apoyo y consentimiento de las Fuerzas Armadas.
La delegación de la ONU informó que se constató la falta de agua y alimentos para las personas que aguardan el regreso del presidente legítimo de Honduras.
De hecho, un grupo de integrantes del Frente de Resistencia Popular de Honduras, recibió víveres y agua potable de parte de una misión de la Cruz Roja Internacional que se trasladó a la zona.
Fuente: PÚLSAR-Agencia Informativa