El intento de complacer a los mercados financieros globales, mediante las políticas de recortes del gasto público, está empujando a la economía mundial hacia el desastre. Con esta contundencia se expresa el último informe elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD en sus siglas en inglés).
El documento, titulado Desafíos post crisis en la economía mundial, critica las políticas económicas europeas y estadounidenses, reclamando el fin del pensamiento liderado por la lógica de mercado, que permite “la actuación desestabilizadora de los especuladores y la excesiva concentración de las actividades bancarias”.
“Lo que hemos visto en el pasado y nunca aprendimos es que los países parecen tener una fe excesiva en los mercados financieros. Y hemos visto una y otra vez que los mercados no son muy sólidos en sus juicios”, ha dicho el secretario general de UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, que ha mostrado su descontento con la situación actual de los mercados: “El mensaje aquí es muy pragmático, necesitamos revertir nuestra trayectoria rápidamente”.
“La gente sigue pensado que se están adoptando estas medidas de austeridad porque quieren complacer a los mercados para tener mejores calificaciones, cuando las calificadoras no siempre producen la mejor evaluación”, ha agregado el también ex director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que ha recalcado que la respuesta a la crisis, que enfatiza el ajuste fiscal, está mal concebida.
El principal autor del informe y jefe de la división de estrategias para la globalización y el desarrollo dentro de la UNCTAD, Heiner Flassbeck, ha advertido de que la situación económica global es extremadamente peligrosa. “Las actuales políticas son un desastre”, ha afirmado Flassbeck, que vaticina una década de estancamiento si no se inyectan estímulos. “Si las tasas de interés en todo el mundo están en cero y los gobiernos se aferran a una política de recortes del gasto público, entonces terminaremos en una recesión permanente”, ha explicado.
Según el informe, que también aboga por la mejora de los salarios, es necesario regresar a un sistema administrado de tipos de cambio que contribuya a llevar a cabo una regulación más estricta de los mercados financieros. El mundo debería introducir tipos de cambio flotantes administrados, lo cual acabaría con las “distorsionadoras” operaciones en las que los inversores se endeudan en monedas con bajos rendimientos para comprar monedas que ofrecen altos retornos.
Fuente: PUBLICO.ES/ EUROPA PRESS