Al menos 2 mil manifestantes pertenecientes al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) se congregaron en las inmediaciones del Palacio Nacional mexicano (sede simbólica del Poder Ejecutivo), el fin de semana pasado, para repudiar el decreto de extinción de la Compañía.
La protesta, que fue dispersada con gas lacrimógeno por policías antimotines, se desarrollaba durante la ceremonia por el tercer aniversario del gobierno del presidente derechista Felipe Calderón.
Ya el viernes pasado al menos 400 efectivos antimotines equipados con armas de grueso calibre, instalaron un cerco a las mujeres electricistas que se mantienen en ayuno desde hace 8 días para exigir la devolución de sus fuentes de empleo.
La presencia policial se instaló cuando el Secretario del Trabajo, Javier Lozano, asistió a una ceremonia oficial muy cerca de las oficinas de la Compañía Federal de Electricidad en la Ciudad de México, sede del campamento montado por las sindicalistas en huelga de hambre.
Al referirse al tema, el dirigente del SME, Martín Esparza, aseguró que la presencia de policías antimotines en la protesta es propio del Gobierno “fascista” y responsabilizó al Gobierno Federal de esta y futuras agresiones.
La Policía Federal ha actuado hasta en tres ocasiones en lo que va del mes, en operativo contra manifestantes del Sindicato Electricista.
Durante la primera agresión, ocurrida el pasado 11 de noviembre, los efectivos policiales lanzaron disparos al aire y causaron daños a los autos de los sindicalistas cuando realizaban un corte de ruta en la autopista México-Queretaro.
El operativo dejó al menos 11 detenidos que fueron liberados días después.
El conflicto por la extinción de la Compañía eléctrica mexicana Luz y Fuerza, dejó sin empleo a 44 mil electricistas.
Fuente: PÚLSAR-Agencia Informativa