San José, 17 de abril de 2008.
S.G. 07-09-0441-08
Licenciada
Laura Chinchilla Miranda
Primera Vicepresidenta de la República
y Ministra de Justicia y Gracia
Su Despacho
Asunto: Petición oficial de la ANEP para que se establezca una REVALORACIÓN SALARIAL EXTRAORDINARIA en todas las clases de puestos de la Policía Penitenciaria
Estimada señora Primera Vicepresidenta y Ministra de Estado:
Con el mayor respeto para su digna autoridad, le expresamos atento saludo, a nombre de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) y de la Junta Directiva de la Seccional ANEP-Policía Penitenciaria.
Por esta vía sometemos a la consideración de su despacho y por su medio al propio Gobierno de la República, petición formal para la fijación de una REVALORACIÓN SALARIAL EXTRAORDINARIA, que cubra todos los salarios base de todos los puestos del conglomerado laboral Policía Penitenciaria, a cargo de la estratégica tarea de seguridad en todos los centros carcelarios de Costa Rica, el Sistema Penitenciario Nacional, dependiente de la cartera ministerial a su cargo.
La necesidad de esta REVALORACIÓN SALARIAL EXTRAORDINARIA para la Policía Penitenciaria de Costa Rica, se basa en las siguientes razones:
1- Actualmente, el salario base de ingreso a la función de Policía Penitenciario está establecido en 159.350 colones, cantidad ésta que no es, desde todo punto de vista, atractiva para el reclutamiento de nuevo personal en dicho ámbito laboral; toda vez que la experiencia está mostrando que, por un lado, mucho aspirante a colocarse como policía penitenciario se desestimula cuando sabe que ese es el salario base de ingreso; y, por otro, si aún sabiéndolo, decide ingresar, cuando se topa con la realidad laboral penitenciaria constata que lo delicado de la labor no está bien compensada económicamente hablando. En estos momentos sabemos de un importante número de vacantes sin llenar y se aproxima la creación de nuevas plazas, lo cual profundizará la dificultad apuntada.
2- Es decir, se requiere una elevación sustancial del monto de ese salario base de ingreso, con lo cual, se generaría una subida general de las demás bases salariales de las diferentes clases de puestos que componen la relación de puestos de la Policía Penitenciaria.
3- Si hablamos de salario base de ingreso, comparando la situación en la Fuerza Pública (Ministerio de Seguridad Pública) y la ya apuntada en la Policía Penitenciaria, ésta es inferior a aquella. En estos momentos, una persona que ingresa a la Fuerza Pública tiene un salario base de ingreso de 181.100.oo colones, con lo cual hay una diferencia de 21.750.oo que entra ganando de menos una persona que presta servicios de seguridad carcelaria.
4- Nosotros separamos, radicalmente, la vinculación entre salario base de ingreso y el monto de los riesgos que como sobresueldo percibe el policía penitenciario. Conceptualmente no hay relación pero aún si se quisiera posicionar la tesis de que hay que verlo como un todo, salarialmente hablando, en nada desmerece la necesidad de una REVALORACIÓN SALARIAL EXTRAORDINARIA, dadas las circunstancias que estamos apuntando.
5- El reforzamiento de la intervención pública en materia de seguridad ciudadana, incluye, imprescindiblemente, el reforzamiento de la seguridad penitenciaria. Es de obvia constatación que el crecimiento del fenómeno delictivo, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo, acrecienta la responsabilidad de la estratégica labor de la vigilancia en las cárceles, lo cual pasa, necesariamente, por que el Estado reconozca con toda plenitud la dedicación, el compromiso, el cuidado, el sacrificio y la entrega de un personal que, por lo general, pasa invisibilizado para la sociedad (excepto en circunstancias problemáticas que todos conocemos y hemos vivido).
6- Además, resulta invaluable la experiencia aquilatada por muchos policías penitenciarios que ajustan bastantes años de servicio (muchos de ellos colocados en los diferentes niveles jerárquicos), que es necesario conservar para la transición necesaria a la nueva generación de policías penitenciarios que, como indicamos al principio, no ven atractivo el salario base de ingreso con relación al mundo laboral en que se están insertando.
7- Por otra parte es bien notorio que el Estado, en cuanto tal, se ha “olvidado” del Sistema Penitenciario Nacional, desde una perspectiva estratégica y, aunque se han realizado diversas inversiones y otras están en camino, lo real es que se ha acumulado un enorme déficit atención de la política pública para con la cuestión carcelaria del país, vista integralmente.
8- No se está responsabilizando al actual Gobierno de la República, del cual usted forma parte porque estamos hablando de una situación heredada y acumulada a través de varias administraciones. Por otra parte, ANEP reconoce los esfuerzos suyos y de su gestión en la presente gestión gubernativa para corregir tales “deudas” de la política pública para con el Sistema Penitenciario Nacional.
9- Sabemos que será un largo proceso para que la dignidad y el decoro lleguen por completo a las cárceles del país. En el entretanto, el personal de la Policía Penitenciaria desarrolla su quehacer en medio de adversidades, dificultades, estrecheces y, como indicamos, en situación de riesgo constante y creciente.
10- La sobrecarga laboral cotidiana, débiles (o ausentes) estrategias institucionales de Salud Ocupacional, el desarraigo sociofamiliar (aunque haya una conveniencia compartida sobre el horario de servicio), son factores que generan considerables montos de deterioro psicoemocional, psicobiológicos (el trastorno del sueño, por ejemplo), y hasta físico; obligan a la sociedad a reconocer a quienes estén dispuestos a servirle a ella en esta tarea de seguridad carcelaria, lo que en realidad corresponde: salarios dignos y atractivos, condiciones de salud ocupacional óptimas, alta capacitación y descanso pleno.
11- Por todo ello, una REVALORACIÓN SALARIAL EXTRAORDINARIA en estos momentos, apunta en la dirección correcta de la reivindicación plena del rol de la Policía Penitenciaria, como política pública estratégica según lo demanda la sociedad.
12- Por otra parte, es consenso nacional que el alto costo de la vida, por las circunstancias que sea y que no viene al caso analizar, está golpeando fuertemente los bolsillos de la clase trabajadora asalariada, especialmente aquellos segmentos de la misma que tienen los salarios más bajos dentro de la actual estructura de reconocimientos salariales que hay en el país.
13- Hoy se estima que si una familia pequeña aspira a condiciones de vida dignas, la suma de medio millón de colones mensuales, como promedio de ingreso no es un lujo, sino una necesidad imperiosa y aún así, las restricciones y congojas económicas no se eliminarían del todo. Este nivel de ingreso para un policía penitenciario en la actualidad no es la regla general y si alguien se acerca es porque tiene un cuarto de siglo, al menos, al servicio de la seguridad penitenciaria.
14- Mención especial merece el caso de las compañeras mujeres de la Policía Penitenciaria, cuya realidad como madres de familia y como jefas de hogar muchas de ellas, tornan más dramática su situación sociolaboral y familiar. Sabemos que usted, por su condición de mujer y madre, tiene la sensibilidad suficiente para comprender, en toda su magnitud, lo que podría representar para estas compañeras una REVALORACIÓN SALARIAL EXTRAORDINARIA, no solamente en lo económico-salarial, sino en cuanto a sus autoestimas y a su valía como servidoras públicas en esta dura tarea de la seguridad penitenciaria.
Finalmente, señora Primera Vicepresidenta y Ministra de Justicia y Gracia, la Junta Directiva de la Seccional ANEP-Policía Penitenciaria, en pleno, desea ser recibida por su digna autoridad, lo más pronto posible y por esta vía se le formula petición formal al respecto.
Nuevamente, le reiteramos nuestro mayor respeto y consideración,
Albino Vargas Barrantes
Secretario General
Edgar Morales Quesada
Secretario General Adjunto
Héctor Prado Monge
Presidente Junta Directiva
Seccional ANEP-Policía Penitenciaria
C.c. Lic. Guillermo Zúñiga Chaves, Ministro de Hacienda.
Lic. Francisco Morales Hernández, Ministro de Trabajo y Seguridad Social.
Lic. Fernando Ferraro Castro, Viceministro de Justicia y Gracia.
Lic. José Joaquín Arguedas Herrera, Director General de Servicio Civil.
Lic. Reynaldo Villalobos Zúñiga, Director General de Adaptación Social, a.í.
Lic. Guillermo Ugalde Víquez, Director Nacional de la Policía Penitenciaria.
Junta Directiva Seccional ANEP-Policía Penitenciaria.
Junta Directiva Nacional de ANEP.
Personal de la Policía Penitenciaria de Costa Rica.
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