Los acontecimientos históricos que estamos presenciando en nuestro querido país, junto a los que han de venir en semanas y meses siguientes, a partir de la llegada del nuevo Gobierno, tensionarán al máximo nuestra convivencia democrático-institucional.
El creciente poder de una ciudadanía activa que ya no se deja dominar como antaño, se percibe como amenazante para los desgastados y corruptos grupos del poder tradicional.
Tales grupos se han atrincherado en cierta “gran prensa”, infame por manipuladora; en ciertas cúpulas empresariales, miopes por incapaces y entregadas por serviles al capital transnacional; así como en los rescoldos del viejo bipartidismo clientelista y corrupto que ha quedado con respirador artificial.
La perniciosa cadena matutina de algunas radioemisoras que le da albergue a las opiniones de los amanuenses al servicio de tales grupos; le permitió un día de estos a un remedo de intelectual, plantear la ilegalización de aquellos sindicatos que han tenido la osadía de pensar en un país distinto y de cuestionar al tradicional poder corrupto en descomposición.
Valga indicar que de ese poder algunos viven recibiendo las migajas que el mismo les da, para que escriban el pensamiento de ese poder. En esto consiste el “oficio” de amanuense.
Lo que preocupa es que ya han tenido la osadía de plantear, de manera oficial, a través de la citada cadena radial, que todos los días imparte odio y desinformación, que los sindicatos “pensantes” deben ser proscritos, ilegalizados, eliminados y silenciados.
Por tanto, es necesario considerar que ya están concluyendo que la democracia de la que tanto se jactan, ya no les es funcional; lo que les conduciría al ejercicio del totalitarismo y del autoritarismo; al silenciamiento absoluto del pensamiento distinto; e incluso a la eliminación física del oponente en la batalla de las ideas.
Hoy nos toca dar esta señal de alerta, pues notemos que ya se decidieron a transitar el camino de criminalizar la protesta social (enjuiciar dirigentes). Creemos que en aras de lograr su más acariciado objetivo, el TLC, están dispuestos a todo.
Por eso, nunca como antes en la historia nacional, el desafío de defender la democracia que tenemos, es descomunal, aunque tal democracia tenga todas las imperfecciones que le quitan mucho de su esencia.
Hablamos de una defensa para su profundización y extensión; no para su aniquilamiento y eliminación, que es lo que ocupa el corrupto pensamiento neoliberal para consolidarse, definitivamente en nuestra patria. Tengamos presente que desde ya debemos cerrarle el paso al totalitarismo mediático, paso inicial del totalitarismo político.
Este Primero de Mayo, el próximo lunes, es una excelente ocasión para indicarles a esos aprendices de dictadores, que con la conciencia cívica nacional no se puede jugar; que con la institucionalidad democrática no se puede transar; que con la noble aspiración ciudadana por la justicia social, no se puede jugar a la provocación.
Hagamos democracia. Respondamos a la agresión mediática con el valor del pacifismo y el civismo, en alianza estratégica, este Primero de Mayo. Desfilemos por la democracia.