Propuesta del Partido Frente Amplio ante la «crisis mundial»

CRISIS Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

Una de las paradojas de la crisis global en marcha, es que los precios de las materias primas y de los artículos, los alimentos de primera necesidad, experimentaron una baja de precios. Pero eso es un acontecimiento coyuntural que tiene que ver con la caída de la demanda, sobre todo de los grandes sectores populares en escala mundial, pero la crisis alimentaria continúa siendo un problema estructural de la economía mundial y el aviso que nos envió esta crisis cuando estalló violentamente a principios del año pasado y se manifestó con toda fuerza en la mitad del año, son avisos que obligan al país a continuar adelante en una revisión de las políticas fracasadas en el sector agropecuario del país y la necesidad de abordar con creatividad, pero también con continuidad las políticas que el país necesita para tener garantías de seguridad alimentaria, para recuperar políticas públicas que defiendan el principio de soberanía alimentaria.

El Gobierno en el momento culminante de la crisis trató de abordar el tema, pero da la impresión de que muy pronto lo está olvidando o lo está arrinconando, mientras miles de campesinos siguen sometidos a todo tipo de necesidades y de angustias, cualquiera que recorra los campos de Costa Rica se dará cuenta de que no llegan a la base de nuestra agricultura, no llegan los programas de crédito, de ayuda técnica, de subsidios, de posibilidades de recuperar la economía campesina que sufrió una grave destrucción en las dos largas últimas décadas de imposición de este modelo neoliberal.

Lamentablemente se negoció y se firmó un tratado de libre comercio que aunque todavía no se pueden ver sus efectos sobre la agricultura nacional, pero no cabe ninguna duda que la aplicación de ese tratado, lejos de favorecer el esfuerzo de desarrollo de la economía campesina, traerá con sus políticas de desgravación, de desprotección de nuestro mercado interno, con sus políticas de fortalecimiento de la propiedad intelectual sobre semillas, sobre plantas, sobre agroquímicos y fertilizantes, traerá nuevas dificultades para la economía nacional y, particularmente, para la economía campesina.

ECONOMIA ESTA ENTRANDO EN RECESION

Todo esto en el contexto de una economía como la nuestra, que está entrando ya en recesión, va a ser el tercer cuatrimestre en el que la economía nacional no crece y sigue expresando una manifestación cada día más preocupante a la baja.

La crisis está golpeando los empleos en el país; cada día se están destruyendo, es cierto que lenta, pero parece que inexorablemente, más puestos de trabajo en la economía nacional; hay una tendencia clara al descenso de nuestras exportaciones; también otro sector dinámico de nuestra economía, como el turismo, también está mostrando tendencias a la baja que también impactan sobre los puestos de trabajo.

POLÍTICA ELECTORAL PREMATURA

El 2009 será un año cada día más duro para la economía nacional, y el Gobierno, lejos de enfrentar eso, está enfrascado en una política electoral prematura. Ayer el partido oficial celebró sus asambleas distritales en un ambiente, según publica unánimemente la prensa nacional, de desencanto de la gente, de bajísima participación, probablemente la participación más baja que se ha dado en todo el historial de procesos de este tipo celebrado por el Partido Liberación Nacional, pero sí hubo derroche de dinero; la prensa estima, a la baja, una sola jornada de más de cien millones de colones; hubo liberacionistas que dijeron que a mucha gente la llevaron con el paquete de comida bajo el brazo, con los métodos de la política tradicional, que creeríamos que debían de ir desapareciendo de este país, y existe la fundada sospecha de que muchos recursos públicos los usó el Gobierno para estimular las corrientes que ya está apoyando oficialmente en la campaña interna del Partido Liberación Nacional.

El Gobierno da la impresión de que no sabe cómo enfrentar los problemas actuales y quiere que el pueblo de Costa Rica posponga sus demandas actuales y que empiece a pensar, en el 2010, que le traslade la responsabilidad a la próxima administración, lavándose las manos, el presidente Arias, de los problemas que tenemos aquí y ahora y que exigen una respuesta.

Claro que es explicable, cómo la gente va a ir a estos procesos, realmente por mucho que digan las encuestas, ayer hubo una encuesta también popular; hubo una encuesta de repudio a la política del Gobierno con la ausencia de la gente en las urnas de unas distritales millonarias, como la que celebró el partido de Gobierno.

Y esto tiene que ver con cómo los costarricenses están percibiendo, ya, la crisis en sus vidas cotidianas, y quisieran que el debate político fuera un debate público, que pudiera enfrentar la caída de las condiciones de vida y de trabajo de las mayorías en nuestro país.

EL PROBLEMA DEL EMPLEO

La gente no quiere participar en actividades que no se relacionen con los verdaderos problemas que encuentran en sus hogares, en sus centros de estudio y de trabajo. El problema del empleo, ¿qué se va a hacer?, ¿qué propone el Gobierno para enfrentar el problema del empleo, en primer lugar?, lo que están proponiendo, el único proyecto concreto son los proyectos de la llamada flexibilidad laboral, aumentar la jornada de trabajo de ocho a doce horas diarias, permitir, como lo sugiere un matutino en su editorial, permitir el libre despido temporal sin el pago de prestaciones a los trabajadores, permitir que temporalmente, dicen, se flexibilice la posibilidad de sacar de las planillas de la Caja a una parte de los trabajadores, a eso le llaman programas de incentivo mediante la flexibilidad laboral, dicen ellos, como lo dicen en otras partes, habrá más empleo aunque sea empleo basura; aunque sea empleo sin garantías; aunque sea empleo sin respetar los salarios mínimos; aunque sea empleo sin estabilidad laboral.

Yo creo que debía haber políticas de Estado que fomentaran no solamente mecanismos anticrisis en esta situación, sino que también ahí contribuyera a la creación de empleo, lo están proponiendo en otros lados; el neoliberalismo no se va a curar con las propias recetas de siempre, sino que lo que hay es una crisis de demanda, porque están bajando los salarios reales, más bien la política debía ser estimular la demanda con políticas salariales crecientes; se debía estimular con audacia, en estos momentos, la creación de obra pública, inversión en obra pública, pero con audacia desarrollar, efectivamente, la red nacional de ferrocarril, ver cómo se puede reformular la política energética nacional, pero no derramando agua del Arenal o boicoteando al ICE para justificar esa ley que pretende darle a los cogeneradores privados la responsabilidad y el negocio, o una buena parte del negocio de la energía nacional, se está jugando con generadores privados que algunos de ellos como hemos demostrado se llenaron los bolsillos con tarifas abusivas para los costarricenses.

ES MOMENTO DE FORTALECER LA INVERSIÓN PUBLICA

Aquí hay una estratagema, no señor, más bien es un momento de fortalecer la inversión pública. ¿Qué debe hacer el ICE y en qué debe invertir? Bueno, vamos a verlo.

Políticas de inversión pública en estos momentos para desarrollar los sistemas de investigación vinculados con la economía nacional que tienen nuestras universidades públicas, políticas de inversión para renovar y modernizar nuestra infraestructura: carretera, puertos, aeropuertos. Pregunta el Gobierno, ¿dónde está el dinero? El premio nobel de Economía, Stiglitz, antes de ayer publicaba un artículo en la prensa internacional donde decía: Los países de la periferia deben, lo antes posible, retirar su dinero de algunos centros de finanzas internacionales, traerlo a sus países, dejar de financiar con nuestro ahorro nacional los desastres en los centros del capitalismo mundial, los cuatro mil millones de reservas del Banco Central que están, una parte en bonos del Tesoro de los Estados Unidos y, otra parte, en otros centros de la banca intermundial.

Debían regresar a Costa Rica, lo que haya de los fondos de pensiones colocados en el exterior debían regresar urgentemente a Costa Rica, esa parte del ahorro nacional podría dedicarse a la inversión pública con garantías del Estado, sería una manera también de darle garantías de estabilidad a los fondos de pensiones de los trabajadores, mandarles un aviso de que no van a quedar al socaire de las fluctuaciones de las finanzas internacionales que puedan hacer caer dramáticamente el valor de las pensiones, políticas de empleo vinculado a una política audaz de inversión en los sectores productivos estratégicos del país, obra pública, investigación para el desarrollo.

Es el momento, también, de audazmente tener una política para llevar a cabo los planes de seguridad alimentaria, los planes de seguridad alimentaria, pero como un proyecto estratégico, no es un problema simplemente para un año, es un problema para reformular sobre bases nuevas las políticas agrarias nacionales, políticas de empleo, políticas de inversión, políticas de seguridad alimentaria, políticas salariales que ayuden, porque ¿qué está en crisis?, están en crisis, ¿por qué vamos a seguir pensando con las mismas categorías que han fracasado hoy? Por qué aquí se van a imponer y vamos a hacer más papistas que el Papa, y lo que no están haciendo ni en Europa, ni lo va a hacer Obama, ni lo están haciendo en Asia, algunos quieren que aquí sigamos actuando en términos económicos con las mismas reglas, con la misma visión del mundo, con el mismo tipo de categorías.

Y la prensa, sobre esto, con alguna o dos excepciones, no dice nada, no dice nada porque algunos periodistas con algunas honrosas excepciones ni saben de lo que están hablando y escriben sobre economía como papagayos sin ninguna reflexión y sin ningún conocimiento real de lo que está pasando.

Estamos, obviamente, más allá de los conciertos esperanzados a ver qué es lo que el nuevo presidente de los Estados Unidos va a proponer. Nos tememos que para nuestros países no van a ocurrir cosas extraordinarias, lamentablemente, que más bien lo que se puede anunciar es el surgimiento de una nueva ola neoproteccionista en los centros del capitalismo mundial sin propuestas para enfrentar las desigualdades crecientes, las asimetrías crecientes.

NO ALIMENTAR MAQUINARIAS DE LA GUERRA

Nos tememos que el señor Obama, ojalá que no, pero que no cambien en su política exterior situaciones que sí podrían ayudar a enfrentar esta crisis global, menos dinero para la guerra y más dinero para la cooperación.

Todos estos días hemos asistido horrorizados a lo que está ocurriendo en Palestina, los crímenes de Estado que está cometiendo Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, y solo lo está haciendo porque tiene la luz verde del Gobierno de los Estados Unidos, porque no se puede justificar la defensa matando a civiles, matando a niños, matando a mujeres, destruyendo la vivienda civil, destruyendo hospitales, mezquitas.

No podría, no puede ser que en el siglo XXI se considere que un país que quiere formar parte del concierto civilizado de las naciones pueda llevar a cabo esa agresión, en nombre de la lucha contra el terrorismo no se puede matar a inocentes. Y eso tiene que ver también con la crisis mundial, tiene que ver también con que el mundo no puede seguir alimentando las maquinarias de la guerra, del odio, de la confrontación, que la paz es necesaria no solamente para parar cualquier situación que cause muertes injustas, sea donde sea, sean muertes de iraquíes, o de israelitas, o de palestinos, o de cualquier pueblo que sea, porque independientemente de la religión que tengan, o de la nacionalidad que tengan, o de la posición política que tengan son seres humanos y la condición humana se degrada ante esta situación.

DIALOGO NACIONAL

El país tendría que abrir un gran diálogo nacional, un gran diálogo nacional para enfrentar una situación repito que probablemente sea la más compleja que vamos a vivir desde hace muchos años, pero no hay, nuestra sociedad, lamentablemente, ha perdido también, todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad, ha perdido la capacidad de diálogo, porque el diálogo no es un monologo, el diálogo es poder escuchar para ver si el que está del otro lado, incluso tu adversario, tiene algo que decir que te parezca que lo puedes integrar a tu visión de la situación, a las propuestas de solución de las cosas.

Yo creo que este Parlamento no puede seguir legislando mecánicamente y seguir metiendo la pata como estamos haciendo, y aquí digo una responsabilidad del Parlamento, no puede ser que sigamos con una agenda como que no pasa nada en el mundo, yo creo que habría que hacer algunos altos en el camino, unos altos en el camino para ver cómo reconstruir una agenda política nacional, cómo volver a reconsiderar prioridades y buscar los acuerdos a partir del compartir también alguna lista de prioridades.

NO SEGUIR NEGOCIANDO TLCs

En política internacional no se puede seguir con más de lo mismo, no es el momento de empezar alocadamente a negociar tratado de libre comercio con quien se ponga por delante, llámese China, Singapur o la Unión Europea, sino que hay que revalorar si efectivamente esos países van a ir por la línea de quitarle trabas a los intercambios comerciales más justos o van a ir por la línea de crear mayores barreras de protección a sus productos.

Algún tontito por ahí decía: Ah, seguramente ahora los que estuvieron en contra del TLC con Estados Unidos van a estar a favor del TLC con China, por ser China, como si los TLC, porque los negocie un país u otro cambian de ideología, no, los TLC tienen todos, hasta ahora ninguno se escapa de compartir algunos puntos, nodales que le mueven a plantear el libre comercio con una relación de intercambio desigual entre países que tienen posibilidades económicas muy diferentes, potencialidades muy diferentes, pero quieren hacer tabla rasa y negociar TLC, como que la negociación pudiera ser simétrica, independientemente de que un país, por ejemplo, tenga mil trescientos, mil seiscientos millones de habitantes y otros seamos un punto, todavía, muy poco visible en nuestro planeta.

Yo creo que tenemos temas que obligarían, incluso, para ir introduciéndolos en una campaña política ayude, efectivamente, no solamente a educar a la gente, sino a escuchar a la gente, que sea un debate programático, un debate programático, primero, de diagnostico, de qué es lo que está pasando en el país, y dar las diversas propuestas alternativas frente a la crisis nacional.

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