Mientras, su homólogo católico de Caguas, Rubén González, subrayaba la indignación expresada debido a decisiones tomadas por el gobierno sin contar con el pueblo.
A veces se nos olvida que la hermosa isla del Caribe oriental, cuyos habitantes originarios llamaban Borinquen, es sangre y carne de América Latina. Patria de Antonio María de Hostos, Ramón Emeterio Betances, Pedro Albizu Campos y Filiberto Ojeda Ríos, que hizo escribir a José Martí en los Estatutos del Partido Revolucionario Cubano: Se funda… para luchar por la independencia de Cuba y coadyuvar a la de Puerto Rico.
Borinquen no ha dejado de luchar un día por su libertad, primero del coloniaje español y luego del estadunidense, ni ha estado al margen de las batallas latinoamericanas contra las políticas neoliberales. De hecho, una gran coalición de fuerzas sociales de la isla libra hoy un combate frontal contra las feroces medidas de ese corte del gobernador anexionista/bushista Luis Fortuño, quien ha echado a la calle a más de 20 mil empleados públicos. Los planes de Fortuño –doblemente repudiado pues en la campaña electoral se comprometió a no despedir a ningún servidor público– desmantelarían numerosas agencias del gobierno, en especial aquellas que tienen que ver con la educación, la cultura, la salud, la asistencia social y los servicios públicos para convertirlas en un negocio del capital privado.
Frente a la arremetida del gobierno y de los grandes grupos económicos, una gran coalición, integrada por la multisectorial Todo Puerto Rico por Puerto Rico, la Coordinadora Sindical y el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha llevó a cabo el paro nacional, que paralizó San Juan y virtualmente todo el país. En San Juan dos grandes marchas que reunieron alrededor de 200 mil personas confluyeron en dos puntos cercanos para fundirse en una después de que contingentes muy diversos por su origen social o profesional recorrieran la ciudad desde distintas direcciones con gran despliegue de ingenio popular. Sindicatos, comunidades, estudiantes, colegios profesionales, desempleados, grupos feministas, líderes religiosos cristianos, intelectuales y artistas, entre ellos Danny Rivera y Andy Montañés. Ese día, desde la ceremonia de los premios MTV latinos el Residente del dúo Calle 13, René González, exhibía una camiseta con la consigna ¡Viva Puerto Rico Libre!, solidarizaba con la marcha y en español castizo (grosero dicen las buenas conciencias) le recordaba la autora de sus días al impopular gobernador Fortuño. Luego escribía en su blog: América Latina no está completa sin Puerto Rico y Puerto Rico no es libre. El paro fue convocado por una marcha/Asamblea del Pueblo reunida el 5 de junio frente al Capitolio de San Juan, en lo que parece haber sido una expresión precursora de parlamentarismo de calle, y según la opinión de sus organizadores es el preámbulo de una serie de acciones de protesta y resistencia civil pacífica que desembocarán en la huelga general del pueblo, aunque no solo. En palabras de Luis Peraza, vocero de la Coordinadora Sindical y del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha, más allá del paro está la creación de conciencia para que el pueblo reconozca el poder que tiene para cambiar las cosas.
El antecedente más importante de esta nueva etapa de lucha en Puerto Rico es la ejemplar brega por sacar a la marina yanqui de Vieques, un referente para América Latina ahora que Estados Unidos está instalando bases militares en países con gobiernos serviles como Colombia y Panamá, que entre otros objetivos persiguen cercar a la revolución bolivariana. El rechazo a las bárbaras medidas de Fortuño –como entonces la lucha por Vieques– ha tenido la virtud de unir un concierto de voluntades muy diverso y plural de sectores que usualmente han permanecido alejados entre sí o ajenos a la batalla social En opinión del periodista y académico independentista Carlos Rivera, La insurgencia civil es… sobre todo… construcción en torno a valores, experiencias… e instituciones comunes que representan ese otro Puerto Rico que va naciendo… a partir de sus diversas articulaciones… ya se asoma potencialmente ese pueblo que soberana y democráticamente decida tomar control de su destino…
Fuente: La Jornada, México 2210