Retorno de la crisis fiscal en tiempos pre-electorales

Como se recordará en abril 2009, el Poder Ejecutivo remitió un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa que tiene como propósito aprobar una suspensión temporal de la vigencia del artículo 6 de la Ley de la Administración Financiera y Presupuestos Públicos. Ello permitiría al Gobierno financiar gastos corrientes con ingresos de capital, por un periodo de dos años. Adicionalmente, en el documento del Ministerio de Hacienda “Marco fiscal presupuestario de Mediano Plazo 2009-2013”, de agosto del presente año y firmado por la Ministra actual, se presenta un déficit fiscal (del Gobierno Central) que va desde un 4% del PIB en el 2009 hasta 6,2% en el 2013, desbalance que compromete seriamente la sostenibilidad de las finanzas públicas del país. Para evitar ese nivel del déficit se propone una reforma fiscal únicamente concentrada en incrementar impuestos como los de de valor agregado, renta, personas jurídicas y casinos y no contemplando acciones para reducir gastos superfluos e innecesarios.

Se quebranta la salud fiscal

Hasta hace unos pocos meses, el Gobierno presumía de una situación muy favorable de las finanzas públicas. No solo se expresaba que se tenía un superávit en el Gobierno Central, que por muchos años registró déficit, sino además que la deuda externa se había reducido sustancialmente. Con base a esa bonanza de las finanzas públicas se expresaba que habían los recursos necesarios para programas sociales, tales como Avancemos, Régimen No Contributivo de Pensiones, entre otros.

No obstante, en el periódico La Nación del 16 de octubre 2008, se presentó el siguiente título: “Ingresos por impuestos empiezan a disminuir”. Más adelante se expresaba “Zúñiga aseguró que mantendrán el orden en las finanzas públicas, porque es una condición de estabilidad que permite estar preparados para el próximo año.”

Más recientemente, la Contraloría General de la República (CGR), agosto 2009, emite el documento “Evolución fiscal y presupuestaria del Sector Público. Primer Semestre 2009”. En este documento se analiza con fundamento cómo los ingresos se han venido reduciendo en relación con la recaudación del año 2008 y cómo los gastos siguen creciendo al mismo ritmo del 2008 cuando se tenía el superávit. Este documento plantea, entre otros, dos escenarios del tema fiscal: la situación que se vivió al primer semestre y la situación que se tendrá al finalizar el año. En el primer caso, se verifica que no solo decrecieron los ingresos fiscales, sino que el crecimiento del gasto se mantuvo. Al final del año se tendría un déficit del Gobierno Central de 638.374,2 millones de colones, causado en gran parte por los menores ingresos por un monto de 561.111 millones de colones, es decir un -19,1% menos que en el año 2008. Con ello, el porcentaje de ingresos fiscales bajaría un 3,3% del PIB. En palabras de la CGR: “Se enfrenta un déficit primario hacia 2% del PIB junto con otro tanto en intereses, para un déficit financiero cercano al 4,0% del PIB en 2009.”

En relación con el Presupuesto del Gobierno Central para el 2010, se estima que el déficit fiscal alcanzaría un total de 984.004,9 millones de colones, según el documento “Marco fiscal presupuestario de Mediano Plazo 2009-2013” del Ministerio de Hacienda; este déficit representa un 5,3% del PIB, monto que difiere del presupuestado en el 2010 de ¢614.624 millones.

En resumen, la caída espectacular de los ingresos fiscales, por la crisis económica interna (en la que contribuyó la crisis internacional) y la política expansiva en el crecimiento en los gastos, colocó a la economía costarricense en una crisis muy peligrosa en términos de la estabilidad económica y social del país. Esta situación se agrava porque al presentarla el Gobierno en forma tardía e inoportuna, por ser un año pre-electoral, hace que su solución sea complicada políticamente. Además, el Gobierno ha anunciado que se abstendrá de presentar una reforma tributaria, incumpliendo una promesa de la campaña política anterior, y se ha inclinado por una reforma a la ley de presupuestos, según se comentó.

Implicaciones económicas, políticas y sociales

En esas circunstancias, cabe señalar, en forma breve, los comentarios siguientes. En primer lugar, cualquier gobierno que tome el poder el próximo año tendría como herencia una situación fiscal muy difícil y que conllevaría, eventualmente, a mayores tasas de inflación, a tasas de interés en niveles más elevados, a más depreciación del colón y a la erosión en los salarios, principalmente de los grupos de menores ingresos, todo lo que claramente se asocia con inestabilidad económica, social y política del país. Ello compromete la responsabilidad del actual gobierno, que desde el año pasado ya conocía las tendencias a la menor recaudación.

En el contexto de la crisis fiscal actual no son justificables los altos gastos en propaganda del Gobierno Central y de todas las instituciones públicas y empresas estatales cuando familias de menores ingresos están reduciendo su canasta básica de consumo, perdiendo empleos, entregando sus viviendas a los bancos, entre otras manifestaciones de la crisis. Esa actitud del Gobierno resulta ofensiva y debe detenerse pues son los recursos de los costarricenses los que están usándose simplemente para mejorar la imagen de Gobierno. ¿No podría aplicársele al Señor Presidente la misma medicina que él recetó al ex-Presidente Ejecutivo del INVU?:_ “solo un extraterrestre desconoce”_ la crisis fiscal actual y que por tanto no se justifican los gastos que ahora se malgastan en propaganda. Por cierto, la situación fiscal presente contrasta con la dejada por el mandatario que le precedió.

Por otra parte, hasta la candidata del gobierno expresa que no aumentará los impuestos (mayo 2009) hasta que no se logre reactivar la economía. ¿Entonces cómo afrontará el déficit? Si bien se pasa aún por una recesión y conviene que el Estado asuma un papel anticíclico en materia fiscal, se es muy irresponsable dejar los niveles del déficit tan elevados por ser año pre-electoral, en vista de las implicaciones referidas en lo económico y lo social.

Por ello, es oportuna la recomendación de la Contraloría General de la República cuando expresa “… conforme a lo antes expuesto, que se medite no solamente en aumentar los ingresos por vía expresa (es decir, mediante una reforma tributaria),… sino en el papel contracíclico de las variables fiscales en circunstancias como las presentes.”

* helio.fallas@gmail.com

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