Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Por asuntos lógicos de espacio, mencionaremos un poco de tan importante documento. De manera completa se puede leer AQUí
Estos sacerdotes católicos “advirtieron sobre el peligro de hechos fraudulentos en las elecciones nacionales del próximo 7 de febrero, que pondrían en duda la estabilidad política del país, sino se realiza una corrección de fondo y a tiempo en las leyes y el accionar el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE)”.
La reflexión está firmada por los presbíteros Miguel Picado, Francisco Soto, Jesús Doncel, Ronald Vargas, Gustavo Meneses, Gerardo Fernández y Gerardo Vargas.
Realizaron ellos una profunda reflexión sobre el proceso del “frauderéndum” sobre el TLC (7 de octubre de 2007), indicando que en el mismo manifestó_ “injerencias indebidas de fuerzas locales y extranjeras que desplegaron, ilegítima e impunemente, todo su poderío en el plano electoral a favor de los intereses que promovieron la aprobación del TLC, incluidos los más poderosos medios de difusión”_. Estiman los firmantes que esas “injerencias indebidas”, se podrían repetir en la próxima elección nacional del 2010. Pues en lo que a nosotros respecta, veremos de nuevo tales episodios.
Uno de los señalamientos más importantes indica que “se demostró que es posible efectuar masivos delitos electorales extra-urnas, basados en el ejercicio del poder financiero y mediático a través de encuestas comerciales y campañas de guerra sicológica o propaganda masiva”. Además se estima que “si en los años previos a 1949 los fraudes se cometían alrededor de las urnas y el manejo de las papeletas, ahora se hacen antes de la emisión de los votos, mediante antidemocráticos mecanismos de coerción social”.
Este párrafo es de impactante contundencia: “También ha habido una no despreciable cantidad de denuncias de irregularidades en las mesas y el conteo, las cuales el TSE ha desestimado, muchas veces alegando insuficiencia de la ley para intervenir o sancionar. A ello hay que agregar otros actos, iguales o más graves, derivados del clientelismo político, como los que se hicieron efectivos a través de una red de Asociaciones de Desarrollo Comunal, alcaldes, regidores y diputados que se prestaron para presionar y chantajear la decisión ciudadana sobre el TLC, una red informal que viene operando por décadas como espuria maquinaria al servicio de la corrupción partidista y estatal”.
Y para resaltar la importancia de este documento en los actuales momentos y en los que hemos de vivir en los próximos meses, los sacerdotes católicos señalaron además que “frente a la gravedad y magnitud de estos procedimientos, y dada la creciente injerencia política incontrolada de los medios de difusión privados, la subordinación del SINART a designios políticos ajenos a su naturaleza, las tímidas reformas a un obsoleto Código Electoral, las medidas paliativas recomendadas o tomadas por el Tribunal aparecen como lo que son: parches de segundo o tercer orden, de baja eficiencia y eficacia. Poseen tan poco relieve que difícilmente impedirán el retorno del delito electoral bajo nuevos ropajes financieros, informáticos y mediáticos”.
Además señalaron que “si bien es cierto que casi todos los partidos políticos aceptaron el resultado del Referéndum del 7 de octubre de 2007 sobre el TLC, también lo es que se han suscitado múltiples inquietudes y resquemores en amplios sectores ciudadanos que vienen a poner en entredicho la imagen, credibilidad y confianza en los magistrados del TSE y la institución misma. Se teme que para las elecciones del 2010, hechos como los acaecidos en aquella y otras ocasiones se repitan y minen sin remedio los fundamentos de nuestra democracia y vida republicana”.
Para nosotros fue impresionante conocer de tal documento. Quienes lo presentan tienen una autoridad moral incuestionable y por su procedencia y trayectoria, acumulan muchísima credibilidad. Avisados quedamos.