Tal y como se indicó recientemente, para el próximo lunes 25 de junio ANEP está convocando a una protesta general del cuerpo laboral de la Policía Penitenciaria de Costa Rica; previéndose grandes agrupamientos de este personal en las afueras de las diferentes cárceles nacionales; especialmente las del circuito de La Reforma (conglomerado de cinco cárceles), así como los centros penales de San Sebastián y el Zurquí.
Luego de un largo vía crucis de tres años de duración, incluso el último de ellos en sede parlamentaria buscando una ley específica que autorizara el pago de esa deuda salarial, lo cual se logró (Ley No. 9039); a la fecha no hay ni el menor asomo de interés del Gobierno para asignar los 700 millones de colones que es la suma global para pagarle a unos 3 mil policías penitenciarios, la deuda pendiente de los primeros nueve meses del año 2009, del reconocimiento de una modificación en su respectivo manual de puestos de entonces.
La indignación de la Policía Penitenciaria es generalizada considerando la pequeñez absoluta de esa cantidad, 700 millones, si la comparamos con los 22 mil millones gastados, desperdiciados, mal empleados, robados, desaparecidos, del escándalo más grande de la historia nacional, la mal llamada “_Ruta 1856_”, la tristemente célebre trocha de la frontera norte.
¿En qué consistirá la protesta? Como es sabido, la mitad del personal policial penitenciario permanece dentro de los penales durante siete días continuos, mientras la otra mitad descansa. Los relevos se hacen en día lunes. El lunes 25 quienes ingresan a las cárceles, solamente se pondrán su uniforme pero no recibirán sus correspondientes puestos de guardia durante las horas de la protesta. Los que deben salir a descanso, no entregarán, se quedarán de guardia, prolongando su jornada durante todo el tiempo que sea necesario.
Así, no habrá un solo puesto de vigilancia descuidado, abandonado; lo que si habrá será un enorme trastorno de la dinámica institucional pues el cambio de guardia semanal es sumamente complejo.
Los policías que no ingresarán recorrerán las calles aledañas a los centros penales y no se descarta bloqueo de rutas esenciales en algunos puntos estratégicos.
Los policías penitenciarios, con su ejemplo de lucha, ayudarán a levantar la moral de lucha para la “_otra_” Fuerza Pública, la que gana mal, pero muy mal, a la cual han burlado con la promesa falsa de un nuevo Manual de Puestos que no se ve por ningún lado.
El personal raso, de base, la policía “_de a pie_” de la Fuerza Pública, poco a poco, va tomando conciencia de que tendrá que manifestarse como sus colegas de la Policía Penitenciaria para que se les haga justicia. En ANEP estamos trabajando intensamente al respecto para que el país tome conciencia de lo que podría ser una “sublevación civilista” de su principal cuerpo de Seguridad Ciudadana, con una variedad de acciones en el corto y mediano plazo.