Enorme satisfacción genera la lectura de las opiniones editoriales que en esta fecha, lunes 2 de abril de 2012, emiten los periódicos Diario Extra y La Nación (si se quiere los más influyentes medios de comunicación escrita cotidiana del país en los actuales momentos), cuando ambos la emprenden fuertemente contra los evasores de impuestos en todas sus formas.
En su comentario editorial, “_¿Derecho de imagen para los evasores?_”, Diario Extra señala que “_no es posible que existan 450 empresotas haciéndose la vista gorda y pegándole un golpe al sistema tributario, echándose a la bolsa la millonada que debería girar en impuestos. Y lo peor, la ley las ampara y las protege de ser ventiladas ante la opinión pública porque de ser así un funcionario se expondría a penas de hasta 10 años de cárcel; eso es una verdadera burla para los que sí pagamos nuestros tributos, ¿o será que los impuestos son para unos y no para todos?… Hasta que dan ganas de gritar y ponerse a llorar, ¿entonces de qué lado está la legislación nacional, del país o de los ‘poderosos’…_”.
Por su parte, el comentario editorial de La Nación, “_Morosidad y evasión_”, indicó que “_…el aporte de los grupos financieros por tributo de la renta ha resultado muy dispar, por decirlo de una manera benevolente. Los grupos financieros cobijan dentro de una sola corporación a bancos comerciales, arrendadoras, almacenes generales de depósito, puestos de bolsa, bancos offshore y sociedades de inversión, entre otros, y de alguna manera consolidan sus impuestos… En términos económicos, el sector financiero es uno de los que más se ha expandido recientemente… Pero pareciera que su contribución no ha estado a la altura…_”.
Días atrás, otro importantísimo medio de comunicación colectiva, Telenoticias de Canal 7, a través de su Co-directora, la señora Pilar Cisneros Gallo, emitió una opinión drástica en tal sentido; es decir, contra los ladrones de impuestos.
En cierta medida, tan importantes opiniones editoriales nos vienen a dar la razón en cuanto a nuestra insistente prédica, reiterada a lo largo de mucho tiempo, de que en Costa Rica no se requiere de más impuestos; tan sólo, cobrar bien los que ya están y sancionar fuertemente, incluso en el ámbito penal-carcelario, a los evasores tributarios en todas sus formas.
Y si como todo esto no fuera suficiente, la Iglesia Católica de Costa Rica, en su Carta Pastoral 2012, hizo una fuerte crítica al paquete de impuestos del Gobierno, actualmente en análisis por la Sala Constitucional, en cuanto a una tramitación apresurada, inconsulta, sin diálogo y sin participación civil; agregando que afecta a los más pobres.
Pareciera que en esto de la gigantesca evasión fiscal y tributaria no hemos arado en el desierto. Resaltan coincidencias como las siguientes:
A) Que sus niveles son intolerables, astronómicos y que constituyen, en la práctica, una especie de crimen social.
B) Que esa evasión está en las medianas y grandes empresas; y, particularmente, que en el ámbito de lo que se denomina “_grandes contribuyentes_”, tributariamente hablando, hay que actuar con mano dura.
C) Que el sector bancario-financiero, el que más ha ganado en cuanto a acumulación con las políticas neoliberales de los últimos gobiernos, paga impuestos ridículos, insultantes a la vista de las grandes mayorías trabajadoras.
D) Que hay que exhibir a los evasores, identificarlos, ponerles nombre y señalarlos ante la sociedad. Y, finalmente,
E) Que es la gente “_de abajo_”, particularmente la clase trabajadora con empleo formal o sin él, la que ha estado sufriendo la mayor parte de la carga tributaria nacional.
Por tanto, en la ANEP tenemos gran satisfacción de que el tema del robo de impuestos haya alcanzado un nivel mediático impresionante. En tal estado de situación, reiteramos algunas de nuestras propuestas en torno a la imperiosa necesidad de una Transformación Tributaria Estructural, tan urgente para que, dentro de otras medidas, recuperemos la senda de la integridad y de la movilidad sociales; y que la búsqueda y promoción del bien común, del mayor bienestar para las mayorías ciudadanas, sea el eje fundamental de toda política pública. Veamos:
1) Crear una comisión político-social para un análisis profundo de los diversos informes de la Contraloría General de la República (CGR) que tratan el tema de la evasión fiscal en sus diversas manifestaciones; buscando diseñar medidas que la reduzcan sensiblemente. Igualmente, abordar el tema de las exenciones y de las exoneraciones. Entre ambos ámbitos del problema tributario, podríamos andar cercanos a un 10 % del Producto Interno Bruto (PIB).
2) Diseñar una acción política contundente de intervención en el Sistema Aduanero Nacional, para cerrar las múltiples vías abiertas para la evasión fiscal en sus más disímiles formas y pese a las nuevas situaciones generadas por las rebajas arancelarias promovidas por los TLC’s.
3) Partir en dos el actual plan tributario del Gobierno para enfatizar en la Renta Global o Universal; en la Renta Mundial; en el ITF: Impuesto a las Transacciones Financieras (más conocido como “_tasa Tobin_” o impuesto “_Robin Hood_”); pero, eso sí, introduciendo en cada caso modificaciones sustanciales que los hagan realmente efectivos pues en sus actuales formatos serán tributos de escaso impacto, sumamente “_light_”.
4) Aprobar el proyecto de ley para la regulación de la banca costarricense en el exterior, banco offshore.
5) Aprobar el proyecto de ley que está en la corriente parlamentaria para eliminar, parcialmente hablando y para efectos tributarios, el secreto bancario ante la presunción de evasión en el pago de impuestos.
6) Aprobar un proyecto de ley de próximo ingreso a la Asamblea Legislativa y promovido por un estimable grupo de ciudadanos y de organizaciones, para establecer la PENSIÓN-CONSUMO, como una fórmula para estimular solicitar la factura y combatir la evasión.
7) Aprobar un proyecto de ley para institucionalizar la recompensa al denunciante anónimo de evasión, otorgándole una parte del dinero recuperado de las arcas del evasor.
8) Fortalecimiento estratégico de la Administración Tributaria: Más personal especializado (especialmente en Auditoría Tributaria y Policía Fiscal), más infraestructura tecnológica, y más equipo para el trabajo de campo.
9) Establecimiento en el curriculum educativo, tanto del sector Público como del Privado y desde la Enseñanza Primaria, de una materia específica denominada “_Responsabilidad Tributaria_” (o algo similar), de forma tal que iniciemos un camino de cambio mental y cultural en las futuras generaciones de que tributar es ayudar al engrandecimiento de la Democracia.
Esperamos que esta especie de cruzada cívica como lo es el combate al robo de impuestos, a detener el crecimiento pernicioso de los espeluznantes niveles de evasión y de elusión tributarias; así como a auscultar la validez y la legitimidad del abusivo sistema de exenciones y de exoneraciones; sea respaldada por la mayor multiplicidad de organizaciones de los sectores populares, cívicos y democráticos para lograr la fuerza suficiente que abra paso a la Transformación Tributaria Estructural que con urgencia ocupa nuestra Patria.