Sobre «anuncitos» de corazones

Aquí diversas opiniones sobre una campaña publicitaria que no tiene respaldo de argumentos, no pueden defender lo que es indefendible y las mentiras se caen solitas. Además, ya conocemos quienes están detrás de ese TLC, son muchos años de quiebras de bancos, caso Caja-Fischel, CATs, Alcatel, concesiones, Alterra, Riteve, etc, etc, etc, y miles más.
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El corazón del No, no abandona al corazón del S
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Dorelia Barahona

“Un corazón del No se enamoró de un corazón del Sí” dice un anuncio propagandístico de los muchos que hoy vemos en la televisión.
El tono de este anuncio, entre algo sereno y estampa cursi, bosque, música romántica y locutor de pelo blanco, ¿a qué se deberá?, a alguien se le ocurrió que daba más prestancia la estética imperial-vestido de traje, ¿smoking? ¡wuau!, me recuerda a los anuncios gringuitos del día de San Valentín de los años 60, o al inicio de alguna película de play boy donde la historia dizque romántica, poco a poco se desnuda, siempre muda, sin conversación alguna de por medio, para dar con la verdadera carne del consumo: el poder.

¿Qué quiere decir que un corazón del No se enamore de un corazón del Sí? Que el amor es convencimiento, sometimiento del débil al fuerte, dependencia, necesidad y que por lo tanto las personas cuando se enamoran dejan de tener independencia de criterio, voluntad propia y libertad para elegir es un cuento tan viejo como la humanidad, sobre todo cuando creemos que hay siempre personas débiles y manipulables y fuertes y dominantes. Por dicha los tiempos han cambiado y para muchos el amor ya es otra cosa. Es solidaridad, respeto, compañía en libertad y pluralismo de ideas. El amor es necesidad pero para el bien, no para el poder. Es añoranza, pero para la paz y la alegría gratuita no para el consumo.

Si un corazón del No se enamora de un corazón del Sí es para protegerlo, cuidarlo en su ímpetu inmaduro, en su irreflexivo proceder de niño que empieza a vivir y a pensar más allá de las satisfacciones inmediatas de sus apetitos.

El corazón del No, seguramente un corazón de madre, lo guiará y lo acompañará en sus torpezas y lo querrá más allá del dinero y de los objetos de consumo que pueda comprar. Lo querrá desnudo, por él mismo y más allá de las modas y las presiones sociales y globales. Lo querrá con un amor generoso y esperará que a su lado la voz del ser superior se despierte dentro de él, para reconocer, ante todos, que es su propio dueño y es así, finalmente cómo ama. Con la autonomía y el autorespeto que antes no reconocía en el.

-Ahora entiendo, de allí el verdadero amor dirá el corazón del Sí Gracias por no haberme dejado solo hasta que lo comprendiera. El corazón del No sabrá que bien valió la pena la espera por el bien del país y de las nuevas generaciones.

Fuente: La Prensa Libre 27-08-07

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Los infiltrados
(aunque usted no lo crea)

Claudia Barrionuevo

Uno de los conflictos fundamentales entre los que lideran el “sí” y el “no” al Tratado de Libre Comercio ha sido el financiamiento de las campañas: que si se deben o no abrir las cuentas y de dónde puede provenir el dinero. Lo que está claro es que la campaña del_ “sí”_ tiene más posibilidades de obtener recursos que la del “no” (por más que se diga que Fidel, Ortega y Chávez, forman una troika ideológica y económica que maneja a quienes se oponen al TLC). La realidad es que los que tienen mayor poder económico como los empresarios y los altos políticos, están en su mayoría con el “si” y no les preocupa gastar recursos en lo que ellos consideran un tratado importantísimo para su futuro económico. Los del ‘no” deben —en cambio— conformarse con grafiiti, vídeos en YouTube, panfletos impresos en papel periódico, calcomanías y otro tipo de propaganda barata.

Por eso cuando este periódico publicó un campo pagado ilustrado con un corazón con la bandera de Costa Rica anunciando una cadena nacional, todos pensamos que se trataba de propaganda a favor del “sí”. Porque si bien es cierto que ese símbolo (el corazón con la bandera) fue inventado por el grupo del “no”, los del “si” se lo apropiaron con la excusa de que todos tenemos nuestro corazoncito.

Desde entonces la televisión nacional ha pasado una serie de anuncios donde un corazón del “no” se enamora de un corazón del “sí”. Muchos se han preguntado —dado el contenido de la campaña— si la serie apoya o no el TLC. Al final de cada uno de estos anuncios se aclara que se trata de la campaña del “si’.

Yo empiezo a sospechar que los líderes del “no” han logrado —posiblemente con la experiencia que la KGB les heredó a los fidelistas— infiltrarse en el equipo publicitario del “si”.

Así como los creativos infiltrados evocaron el famoso programa presentado por Jack Palance —Aunque usted no lo crea, que todos los que hoy tienen 30 años y forman parte de un alto porcentaje de los votantes recuerdan—,yo, mayor, evoco al simpatiquísimo Maxwel Smart, el súper agente 86 luchando contra la terrible organización CAOS y lo imagino dictando esos estúpidos anuncios: ¿Música? ¿Cómo se llama? ¿Trova? ¿Lenin o Lenyn Kravitz?

Muy buen trabajo han realizado los infiltrados: después de ver la serie de anuncios uno concluye que los del “no” pueden ser comunistas pero los del “sí” son estúpidos. Peor aún: estúpidas. Porque el tema del género también los hace quedar realmente mal a los partidarios del TLC.

Por no hablar de la risa incontrolable que provocan los anuncios radiales: “Si no nos ponemos vivos y aprobamos el TLC vamos a tener que buscar trabajo en Nicaragua” (¿además xenófobos?) o “A los enemigos no se les acepta consejos” (perdón: a los enemigos no se les habla).

Así que me disculpo por poner en evidencia a los infiltrados pero debo felicitarlos porque aunque el “no” no tenga suficientes recursos para realizar una campaña de alto impacto en los medios, ya la están haciendo financiada por los del “si”.


Fuente: La República 27-08-07

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