Somos Sindicato Rebelde

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

__________________________________________________________

En realidad, estamos lanzando una provocación para el debate, básicamente a nivel interno de la agrupación; aunque también podría considerarse para la realidad de los movimientos sociales costarricenses en esta particular época que estamos viviendo.

Somos Sindicato Rebelde porque no aceptamos un orden económico concentrador abusivo de la riqueza y que exhibe sus episodios de corrupción con el más descarado cinismo, sin pudor cívico alguno.

Somos Sindicato Rebelde porque no aceptamos la perversión y la prostitución de la división republicana de poderes, tal y como lo hemos estado viviendo en carne propia; solamente para favorecer el insano egoísmo y el desenfreno en la acumulación de capital, del pequeño pero poderoso grupo económico que domina la iniciativa política del país en estos momentos.

Somos Sindicato Rebelde porque no aceptamos vivir en una sociedad que ha hecho de la exclusión, en sus múltiples formas, una cultura de vida ajena al humanismo cristiano; y que tiene el templo de la democracia lleno de mercaderes que deben ser desalojados, para lo cual hay que enarbolar las banderas de la justicia social, de la entronización de la diversidad en todos sus órdenes y de la inclusión social sin excepciones, ni siquiera la de esos mercaderes.

Somos Sindicato Rebelde porque no aceptamos las prédicas muy de “moda” en cierta parte del sindicalismo internacional acerca de un “acoplamiento”, un “acomodamiento”, en el orden totalitarista del pensamiento único, como si fuese la línea sindical correcta.

Somos Sindicato Rebelde porque creemos en la igualdad y la equidad de género, y duele mucho seguir siendo una organización que no ha podido resolver el problema de tener una cultura patriarcal que, pese a esfuerzos de todo tipo, sigue impregnando gran parte de nuestro accionar.

Somos Sindicato Rebelde porque decidimos seguirnos construyendo en un ambiente de diversidad, desde la sexual y de género, pasando por la religiosa y hasta la político-partidista, cuando se trata de dignificar a la clase trabajadora que representamos y, en general, a toda esa población asalariada que, por lo general, no puede expresar libremente lo que sueña.

Somos Sindicato Rebelde porque, como creyentes en la democracia, no aceptamos que el derecho constitucional de Libertad Sindical en las empresas privadas, se violente de manera sistemática; siendo que el mismo postulado que permite al empresariado formar sus propios sindicatos, las cámaras, es el mismo que les faculta a sus propios trabajadores y trabajadoras, para tener acceso a la organización sindical.

Somos Sindicato Rebelde porque seguiremos trabajando, estudiando, invirtiendo, buscando las mejores asesorías, para profundizar nuestro camino propositivo, ayudando a generar la propuesta política alternativa; en solitario, en alianzas naturales, en coaliciones atípicas, en convergencias inesperadas; siempre que la promoción del bien común y el bienestar de la clase trabajadora asalariada, especialmente la que representamos, esté de por medio, como fin esencial y estratégico.

Somos Sindicato Rebelde porque ante el estrechamiento y la perversión de la institucionalidad democrática, levantamos la concepción política de la “democracia de la calle”, como mecanismo legítimo de acción cívica cuando la clase gobernante lo es para sí misma, en detrimento del bien común.

Tenemos la enorme esperanza de que esta tesis de Sindicato Rebelde revitalice y relance el debate interno en la vida de nuestra agrupación laboral, ahora que entramos al desarrollo del IX Congreso Nacional de la ANEP. Aspiramos a que toda nuestra membresía, a que todas las personas amigas de la organización, a que todas las entidades fraternas del Movimiento Sindical costarricense y de los sectores sociales en general, profundicemos estos procesos de reflexión, tan necesarios para posicionarnos estratégicamente, ahora que va quedando claro que somos mayoría patriótica, frente a la estafa política del 2006 y el frauderéndum del 2007.

Dejar una respuesta