En la página 8A del Lunes 13 de noviembre, La Nación publica declaraciones del Ministro de Comex, Marco Ruiz, que dicen: “_A nosotros nos hizo mucho daño la Administración pasada (gobierno de Abel Pacheco) al no haber avanzado ninguno de esos proyectos”_. Se refiere a los proyectos de la “Agenda de Implementación” del TLC, es decir aquellos obligatorios para Costa Rica. Los componentes de esta Agenda, aunque imperativos para que el TLC entre en vigencia, no deben confundirse con los programas y proyectos que pueden conformar la “Agenda Complementaria”, que es voluntaria para el país, aunque no por ello menos importante o innecesaria.
Como esas afirmaciones no son ciertas, debo evidenciarlo por respeto a todos los costarricenses que dentro y fuera de COMEX participaron del trabajo que se hizo en relación con esta Agenda durante la segunda parte de la Administración Pacheco, que es por la que puedo y debo responder.
Los comentarios del Ministro Ruiz evidencian, al menos, una o varias de las siguientes situaciones: (a) que no leyó el detallado informe de mi gestión que se le suministró, ni tampoco el informe que presenté ante la Asamblea Legislativa a principios de mayo pasado, (b) que no conoce, a pesar de los 6 meses de Gobierno ya transcurridos, en qué consiste el trabajo que debe hacerse para que el TLC entre en vigencia, (c) que no está actuando de buena fe, o (d) que busca excusas previendo lo que pueda ocurrir durante su gestión, lamentablemente, comete un error sobre con quien debe debatir en cuanto al TLC.
Ninguna de las anteriores posibilidades, a las que pueden sumarse otras, es alentadora. Antes de asumir el Gobierno, tal vez veía muy simple la tarea; pero lo cierto es que hay un camino que recorrer para aprobar el TLC, sus proyectos de implementación y, sobre todo ponerlo en vigencia, que es mucho más que sólo ratificarlo. Debe actuarse con visión y total compromiso. Una cosa es el trámite legislativo y ora muy diferente la parte estratégica, dentro y fuera del Congreso
Como informé al país con transparencia y oportunidad durante mi gestión como Ministro, tanto en el Informe de Labores como en el Informe Anual a la Asamblea Legislativa, se explica lo relativo a esta Agenda y los proyectos que fueron enviados a la corriente legislativa antes de mayo de este año, y que forman parte de la Agenda de Implementación.
Los dos únicos proyectos pendientes a mayo del 2006, por decisión del Presidente Pacheco, fueron los que tenían relación con el tema de seguros y telecomunicaciones. Aunque debo aclarar que esos proyectos contaban a esa fecha con un trabajo muy sólido desde el punto de vista técnico, el cual quedó concluido y en manos de la Administración actual para que decidiera si lo presentaba al Congreso o prefería modificarlos, presentación que ocurrió hasta hace pocas semanas. En el caso de telecomunicaciones incluso participó el actual Presidente Ejecutivo del ICE y él puede informar muy bien al Ministro Ruiz al respecto.
También quedaron avances importantes en otras áreas de la Agenda de Implementación, que tiene que ver con reformas normativas. Por ejemplo, ¿Por qué el Ministro no menciona el trabajo que se hizo sobre el Reglamento a la Ley de Información no Divulgada? Eso quedó prácticamente concluido y tiene especial relevancia para el tema de genéricos, tanto farmacéuticos como agroquímicos. Hay que tener cuidado, la mezquindad es una mala compañera en lo político, en especial cuando se quiere convencer contra viento y marea a un país de solo las bondades del TLC.
Si fuera cierto que la Administración pasada no avanzó ninguno de los proyectos de la Agenda de Implementación, basta ver las fechas y firmas de los proyectos de ley. Sin embargo, fue más bien, ese envío hace meses lo que permite que la reforma a la Ley de Protección a Representantes de Casas Extranjeras (expediente 16.116), la reforma a la Ley de Procedimientos de Observancia de los Derechos de Propiedad Intelectual (expediente 16.117), y la reforma a la Ley de Marcas y la Ley de Patentes (expediente 16.118), están ya dictaminados por unanimidad en las Comisiones respectivas ¿Por qué no menciona el Ministro cuándo fueron presentados a la corriente legislativa esos proyectos y el Tratado sobre el Derecho de Marcas (expediente 16.144) y el Tratado de Budapest sobre el reconocimiento internacional del depósito de microorganismos (expediente 16.123), por citar otros ejemplos? La respuesta, dándole el beneficio de la duda, es que tal vez no la sabe. Si no lo sabe, en virtud de la investidura que temporalmente ostenta, es igual o más grave que si sabiéndolo, lo oculta.
Lo único claro es que por fin se soma una discusión que debió haber iniciado hace mucho tiempo y que en repetidas ocasiones como Ministro manifesté (la primera de ellas desde agosto del 2005): que no es suficiente la ratificación legislativa para que el TLC entre en vigencia. Es necesario el cumplimiento de todas las condiciones previas a las que el país se comprometió en la negociación del Tratado.
Que no es suficiente con un simple intercambio de notas diplomáticas para poner en vigencia el TLC. En su comparecencia, el actual Ministro dijo que la palabra “certificación” había sido acuñada o inventada por la Administración anterior, pero lo cierto es que la legislación interna y la de implementación de los Estados Unidos es muy clara.
El Ministro no ha entendido que no es en el texto del TLC donde se habla de este proceso previo a la entrada en vigencia, sino en la legislación interna y especialmente, en la que aprobó el TLC en los Estados Unidos.
Por respeto a la ciudadanía, debe informarse que hay un proceso ante el que Costa Rica deberá ir frente al Gobierno de los Estados Unidos (específicamente ante el USTR), para demostrar que lo comprometido por Costa Rica en el TLC cuenta con la legislación nacional respectiva, garantizando el cumplimiento de dichos compromisos. Solo una vez concluido ese proceso, podría el Presidente de los Estados Unidos proclamar la entrada en vigencia del TLC entre ese país y Costa Rica.
Prueba de ello, es lo vivido por Maruecos, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua; o sino ¿por qué República Dominicana no ha podido poner el TLC en vigencia? No es exactamente porque los dominicanos no quieran.
Esta discusión no tiene como óbice el estar o no favor del TLC. De lo que se trata es de ejercer la función pública con absoluta transparencia, objetividad y, resguardando el interés mayor y general: en este caso la adecuada aprobación del TLC y sus proyectos de implementación y de complemento.
***Ex Ministro de Comercio Exterior
Ex Embajador ante ONU, Ginebra