Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Sin duda alguna que será en las urnas, donde se le dará al TLC un entierro de “lujo”.
Para ello, la UCR plantea una serie de elementos o garantías a fin de que tengamos un referéndum transparente, sin manipulación, con equidad y que genere amplia credibilidad. La UCR coincide con las preocupaciones de una enorme cantidad de sectores sociales, productivos, laborales, cívicos y políticos, que emplazaron al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la semana pasada, en este mismo sentido. La UCR plantea lo siguiente:
“*a.* Que se respete la iniciativa ciudadana en la convocatoria al referéndum. Es decir, que se respete el orden de solicitud (primero en tiempo, primero en derecho), con el fin de que los grupos ciudadanos pueden dedicarse a recolectar las firmas necesarias, a discutir a fondo sobre el TLC y a organizarse para el proceso.
b. Que previo al referéndum se haga la consulta de constitucionalidad del TLC a la Sala IV, respondiendo al mandato constitucional de que todo tratado internacional debe ser consultado antes de ser votado.
c. Que se garantice financiamiento público y equitativo para la realización de la campaña del referéndum, así como un acceso paritario a los diferentes medios de comunicación e información a los proponentes, tanto de la posición a favor como en contra del TLC.
d. Que se elaboren mecanismos y regulaciones para el estricto control sobre las contribuciones privadas o extranjeras durante la campaña”.
A las anteriores cuatro propuestas de la UCR, en procura de un referéndum limpio, transparente, sin manipulación y con equidad, hay que agregar una quinta: El retiro del TLC de la corriente legislativa y de la agenda de implementación (el TLC sin TLC); agenda que incluye, entre otros, los proyectos de ley de privatización del ICE, del INS, el patentamiento de las semillas y el del negocio de los medicamentos registrados que estrangulará a la CCSS.
Estos elementos son vitales para una votación realmente democrática. Si el TSE acepta la tesis de los hermanos Arias Sánchez y se hace el referéndum por el procedimiento del decreto refrendado por el parlamento, se impondría una votación a unos tres meses plazo; con lo cual el régimen imperante apostaría a que “…el aparato de propaganda totalitario, que ha bombardeado durante varios años a la opinión pública a favor de un texto del TLC contrario a los intereses de Costa Rica y en apoyo de los intereses nacionales e internacionales que representan el régimen de los hermanos Arias y el diario “La Nación”, provoquen o el abstencionismo y/o la confusión de los votantes”. Esta opinión la ha emitido, nada más y nada menos que el Expresidente de la República, Luis Alberto Monge Álvarez.
Es más, el Expresidente Monge Álvarez nos indica que “debe solicitarse cuanto antes la presencia de observadores internacionales para el proceso que se quiere precipitar en esta consulta al pueblo sobre el TLC, pero sobre todo para el remate del proceso y el escrutinio final. Porque gruesos sectores de la ciudadanía, siguen con dudas, interrogantes y cuestionamientos sobre el escrutinio final de las elecciones de febrero 2006”. Pongámonos vivos y a trabajar duro. Sellemos en las urnas lo que ya ganamos en el debate y en las calles.