Las condiciones totalmente adversas y desiguales en que se desarrolló la campaña del NO al TLC, le restan méritos al resultado cuantitativo de los que ahora se consideran vencedores. Por tanto, la otra parte no puede vanagloriarse de un triunfo ético y moral bajo tales circunstancias.
El Movimiento Patriótico NO al TLC se enfrentó a fuerzas descomunales jamás desplegadas en una campaña electoral en el país; la fuerza de la Casa Blanca y del decadente gobierno del cuestionado Presidente Bush; el gran capital neoliberal criollo y sus pares del capitalismo sangriento centroamericano; la descarada propaganda a favor del sí de varios medios de comunicación colectiva (entre ellos el estatal), en abierta violación a la veda que ordena la ley del referéndum y contándose con la complacencia tácita del tribual electoral; irregularidades a granel el día de las elecciones (incluyendo la presunta compra de votos por dinero en varias comunidades); la descarada repartición de recursos públicos a cambio del voto por el sí, etc.
Rendimos homenaje a cada ciudadano y a cada ciudadana integrantes de los comités patrióticos quienes, como verdaderos héroes y heroínas, enfrentando semejante despliegue de poder político y económico; con enorme sacrifico, militancia totalmente comprometida, amor patrio genuino y transparente y una cultura cívica que muchos pensaban perdida en la conciencia nacional. A la vez, nos pronunciamos por la permanencia de los comités patrióticos, anhelando que se conviertan en agentes renovadores de una democracia enferma.
El resultado del referéndum no resolvió la controversia nacional sobre el mejor modelo de desarrollo que necesita nuestra querida Patria, en las actuales circunstancias de crecimiento de la desigualdad, corrupción galopante, alto costo de la vida y deterioro moral. Los datos electorales del pasado domingo 7 de octubre, muestran dos fuerzas cuantitativamente parejas que seguirán en controversia sobre tal aspecto.
Es en tal circunstancia que sin la opinión y el consentimiento de los comités patrióticos distribuidos a lo largo y ancho del país, será imposible abordar las nuevas responsabilidades del escenario derivado del controvertido resultado del referéndum sobre el TLC. Por tanto, resulta imprescindible una consulta respetuosa, democrática y ampliamente participativa para conocer la sabia guía orientadora de estos grupos de ciudadanos que se ganaron una autoridad política incuestionable como nuevos actores de la realidad nacional.
Finalmente, exigimos al Gobierno descartar, radicalmente, y en cualquier nivel jerárquico, cualquier intentona represiva, de cualquier carácter, contra un trabajador o contra una trabajadora que, haciendo uso de sus derechos constitucionales y de su libre albedrío, formó parte del Movimiento Patriótico NO al TLC. Una actitud así sería contraria al llamado que se esta haciendo a la “reconciliación nacional”. Por nuestra parte, no toleraremos bajo ninguna circunstancia, acosos, hostigamientos, señalamientos, enlistamientos negativos, descalificaciones, agresiones verbales, etc, contra los y las simpatizantes del NO al TLC. Enfrentaremos ello en cualquier instancia y con todos nuestros medios al alcance.
Las anteriores reflexiones recogen una posición compartida por las organizaciones ANEP, UNDECA y ASDEICE.