San José. El presidente constitucional, Manuel Zelaya, dio por terminado el diálogo con el gobierno de facto de Roberto Micheletti, después que éste rechazó las propuestas del mediador Óscar Arias, que incluían la formación de un gobierno de unidad nacional, pero aseguró que nadie puede impedir su retorno al país tras el fracaso de las negociaciones sobre la crisis política por el golpe de Estado.
El mandatario constitucional apeló al derecho de los hondureños a la insurrección contra la opresión y a la desobediencia civil, que incluye no pagar impuestos y desobedecer a un gobierno ilegítimo.
Oscar Arias, para quien la alternativa al diálogo puede ser una guerra civil y un derramamiento de sangre, externó su deseo de tomarse 72 horas más para continuar trabajando.
Tras el fracaso del diálogo, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, advirtió que la OEA mantendrá y ampliará la presión.
[Reuters, Afp y Dpa; La Jornada]