La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), manifiesta pública protesta ante lo que se percibe como tráfico de influencias en desarrollo en el parlamento saliente, para el nombramiento de la nueva autoridad que debe estar frente de la Defensoría de los Habitantes de la República; pues no se puede calificar de otra forma las intenciones de que un legislador o una legisladora de la presente Asamblea Legislativa, pase a dicha posición que es de contenido ciudadano, una vez concluido su término constitucional como diputado o diputada de la República, el próximo 30 de abril.
La circunstancia de que un diputado o una diputada de los que ya se van, se promocione a sí mismos entre sus propios colegas legislativos, constituye una actitud que violenta la ética política que debe privar en este delicado proceso de nombramiento para la Defensoría de los Habitantes de la República; más grave aún si tales procesos torcidos salen de la propia Casa Presidencial para favorecer a un diputado o diputada oficialista.
Condenamos que se pretenda, otra vez, contaminar a esta respetable institución con el juego de la politiquería, sacándose de la manga una candidatura diputadil que expresa, además, una flagrante burla al conjunto de ciudadanos y de ciudadanas que de buena fe y ante la convocatoria del propio parlamento, se acercaron a la comisión de nombramientos del mismo, presentaron sus currículums y se sometieron al proceso de escrutinio exigido en la ley.
En este escenario pernicioso, se impone un respeto transparente a la nómina que salió de la comisión de nombramientos del parlamento; o, en el peor de los casos, que sea la nueva Asamblea Legislativa la que haga tan delicada designación.