La migración laboral es un fenómeno de “dimensiones estructurales en la región Centroamericana. Se estima que alrededor del 12% de una población que supera los 40 millones de habitantes habita en un país diferente al país en el que nació, ya sea dentro de la misma región o fuera de ella” (Morales, 2012, p. 7); por tanto, el reconocimiento de las personas migrantes como trabajadoras con derechos laborales y humanos, por parte de ellas mismas, como de organizaciones gremiales, permite identificar los vacíos legales en relación con el respeto de estos derechos y más aún demanda de los sindicatos una tarea pendiente, ya que estas organizaciones persiguen la universalidad del trabajo decente por encima del estatus migratorio de una persona.
Como parte del trabajo extramuros que realiza la ANEP, en la construcción de un “sindicalismo ciudadano”, las compañeras Fidelina Mena Corrales y María Laura Sánchez Rojas, el compañero Emmanuel Delva y esta servidora participamos junto con otros centroamericanos del curso especializado “Los derechos laborales no tienen fronteras”, tanto en su fase virtual como presencial. Este curso, organizado y auspiciado por nuestro sindicato y organizaciones de gran trayectoria como Gmies (El Salvador), Help for Progress (Belice), Cáritas (El Salvador) y FLACSO (Costa Rica), nos da insumos de gran valor para replicar con los y las anepistas sobre la integralidad migración-laboral. Se cubrieron aspectos sociales, económicos, políticos, culturales y psicosociales en torno a los y las migrantes y sus contextos dinámicos, es decir, quiénes migran, sus motivaciones, los desafíos a que se enfrentan, su vulnerabilidad jurídico-administrativa, sus condiciones laborales, sus vivencias, la discriminación y la xenofobia de la cual son víctimas, entre otros.
En particular, del encuentro se rescata la necesidad de comprender el trabajo de los y las migrantes como una cuestión sindical que atañe directamente a la ANEP. Por cuestión sindical, se entiende un asunto de prioridad en la agenda gremial. Nuestro sindicato se nutre de contar con afiliados migrantes por varias razones y esta población se beneficia de estar sindicalizada. En esta relación de mutua colaboración, se encierran otras posibilidades para abordar el tema de las migraciones laborales y así construir un cuerpo de trabajo sólido desde la organización gremial, pero también desde la voz de la población trabajadora migrante, es decir, nutrir la convivencia, dialogar, trabajar como equipo en el quehacer diario, para la construcción de una agenda común sindical.
El curso se suma además a la labor que se ha venido realizando, a cargo de la compañera Fidelina, en los últimos meses en las comunidades de Guararí y La Carpio, las cuales concentran una gran población trabajadora migrante. Es de suma importancia, no solo conocer sobre los talleres que se imparten, sino también colaborar en los mismos y ser conscientes que a lo interno de la ANEP, algunas y algunas aún manejan ideas prejuiciadas sobre estas personas, las cuales agrietan los esfuerzos realizados.
Para este Primero de Mayo, nuestra fiesta por excelencia, contaremos con la participación de trabajadores y trabajadoras migrantes, junto con sus familias, quienes han elaborado con entusiasmo sus mantas y orgullosamente desfilarán en la columna Anepista. El pasado domingo, durante una reunión, una lideresa de Guararí, lo dijo con una claridad inspiradora: “Tenemos que participar, porque migrantes o no migrantes, somos todos trabajadores”. Personalmente, me conmovió el sentido de clase de esta persona, el cual refleja el compromiso que hemos descrito al inicio de este texto. La migración laboral es una cuestión sindical, en el tanto lo laboral es tarea cotidiana de cada persona matriculada en la defensa de los derechos de la clase trabajadora.
¡Viva el 1ero de mayo! ¡Viva la Seccional Migrantes! ¡Viva la ANEP! ¡Viva la unión de la clase trabajadora soporte del Estado costarricense!
Participemos este jueves y marchemos todos y todas en la gran columna Anepista
Migrantes o No migrantes: trabajadores y trabajadoras todos y todas al fin
Finalmente, quiero por este medio agradecer a la Junta Directiva Nacional por la confianza depositada para participar del curso y a mis compañeras María Laura y Fidelina y a mi compañero Emmanuel por aprender en equipo.