Desde la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) condenamos el asesinato de Berta Cáceres insigne luchadora social por los derechos de los pueblos oprimidos y a favor de la preservación del planeta.
Exigimos la intervención urgente de organismos internacionales en derechos humanos porque no confiamos en las instituciones del sistema político hondureño.
Reseña de Berta Cáceres (tomado de BBC)
Cáceres era líder de la comunidad indígena lenca y movimientos campesinos, además era defensora de los derechos humanos.
En abril de 2015, esa lucha le valió a Berta Cáceres el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente.
Fue entonces cuando BBC Mundo la entrevistó y publicó el siguiente artículo.
Ni las amenazas de violarla y lincharla. Ni las amenazas de atacar a su madre y secuestrar a sus hijas. Ni el asesinato de sus compañeros.
Nada ha podido detener la lucha de una mujer hondureña.
Una madre de cuatro hijos cuya campaña contra un polémico proyecto hidroeléctrico con financiación internacional le valió esta semana uno de los premios ambientales más prestigiosos globalmente, el premio Goldman.
Berta Cáceres organizó al pueblo lenca, la mayor etnia indígena de Honduras, en su lucha contra la represa de Agua Zarca. La construcción estaba prevista en el noroeste del país en el Río Gualcarque, sagrado para las comunidades indígenas y vital para su supervivencia.
La campaña emprendida por Cáceres logró que el constructor más grande de represas a nivel mundial, la compañía de propiedad estatal china Sinohydro, retirara su participación en el proyecto hidroeléctrico. La Corporación Financiera Internacional, institución del Banco Mundial que invierte en el sector privado, también abandonó la iniciativa.
Pero las amenazas de muerte contra Cáceres no han cesado en el país centroamericano, el más peligroso en todo el mundo para los defensores ambientales, según un informe divulgado esta semana por Global Witness, una ONG con sede en Londres.