Soy el puño que se levanta, soy la voz que no se calla, soy…el guerrero con el que no contabas

Hacer es un riesgo, aunque paradójicamente pareciera que todos quisiéramos que las cosas se hagan, cuando algunos intentamos que así sea, entonces surgen los “que están en contra de los que están a favor”, e igual se visibilizan las reacciones de quienes se ven afectados por nuestras acciones. En procura del bien común y de la justicia.

Voy a exponer algunas líneas y, respetuosamente, espero su comprensión respetable lector. Las mismas se refieren a algunas manifestaciones vistas en estos días, (curiosamente) atacando nuestro trabajo, al mismo tiempo que hemos presentado varias denuncias y que se publicaron en el Diario Extra.

Esta situación me parece, podría devenir de alguna estrategia de la administración, o de alguien que está preocupado por el crecimiento que venimos experimentando, y al mismo tiempo, por la forma en que venimos motivando a nuestros compañeros y compañeras a defender sus derechos.

Me resultan extrañas estas “coincidencias”, y como Policía, es natural que la pericia me indique que algo se está moviendo. No es extraño, por cuanto a todos nos consta, que dentro del gremio existen algunas pocas personas que portan dentro de su avituallamiento las “rodilleras”; esos que mientras usted reclama algún derecho, le dice: “usted es un x55” y corre donde su jefecito a decirle lo que uno dijo. ¿Conocen a alguien así?

En lo personal, los conozco y los identifico a kilómetros de distancia; pero nosotros hacemos lo humanamente posible por no detenernos a escuchar sus comentarios, porque sería una pérdida de tiempo, y este es muy importante para seguir logrando beneficios y derechos justos para todos y todas; inclusive para estos que se “rinden” en procura de ganar el cariño de sus superiores y ¿por qué no?, algún ascensito. ¿Conocen a alguien así?

Sin embargo, la mayoría de ustedes, conocen y valoran las luchas que venimos dando, no solo por el gremio Policial, sino por la seguridad común. Pueden observar que nada se hace a escondidas. Basta mirar mi perfil en Facebook, para constatar lo que digo. Hemos levantado la voz; hemos puesto sobre el tapete temas tabú, que nadie, absolutamente nadie, se atrevió a tocar antes. ¿Quién, antes de Mainor Anchía, denunció falta de concursos, posibles ascensos irregulares, posibles favorecimientos?.

La misma auditoria interna del MSP, nos ha dado la razón en varios casos; por eso no puedo aceptar que se intente deslegitimar nuestra causa, con mensajes que tienden a confundir, y a hacer ver que estamos “aliados con los jerarcas”. Lo que si es cierto, es que conversamos con ellos, porque debemos hacerlo, y porque somos parte de un país democrático, que históricamente, resuelve sus diferencias mediante el dialogo.

En la Seccional ANEP Fuerza Pública, la cual presido, venimos informando, a nuestros Policías de como defender sus derechos. En el tema del manual de puestos, este lo redacto el MSP; no la ANEP. Nosotros les hemos informado, y explicado cómo pueden ejercer el derecho, y presentar reclamos administrativos y/o contenciosos. Pero queda en cada funcionario la decisión de hacerlo.

He sido la persona, que en los últimos años, se atrevió a denunciar ante el Ministerio Público, una serie de situaciones en donde se investiga a funcionarios del más alto rango. Si eso es estar del lado de los jefes, que alguien me expliqué!!!

El asunto es que algunos solo esperan que otros hagamos, y lo único que saben hacer, es criticar lo que hacemos!!! Lo cual, reitero, la mayoría de las veces deviene de una “estrategia”, que persigue bajar el perfil de este servidor. Lástima que no tengan esa misma creatividad para resolver los problemas de nuestros Policías.

No voy a negar, que en algunos momentos, este tipo de situaciones me hacen pensar ¿si vale la pena?, pero luego viene una voz interior que me impulsa y me motiva a seguir adelante. También me motivan las personas que, con sus mensajes a mi celular, me hacen ver que vale la pena.

No sé si quienes se ponen del lado de la administración, tendrían la mitad del valor que he mostrado, para defender los derechos de mis compañeros y compañeras.

Me afilié a ANEP desde que ingrese a la Fuerza Pública; sin embargo, cuando fue necesario enfrentar algún proceso disciplinario, siempre lo enfrente solo, y puedo decir que, gracias a Dios, los gane todos. Por eso bien podría no haber asumido este reto; no obstante, uno no está donde quiere, sino donde Dios lo lleva.

Algunos hasta cuestionan la cuota de afiliación. Me gustaría que nos digan si ¿conocen algún abogado que de asesoría legal sin cobrar?. La cuota es simbólica, si partimos de que por medio de ella se tiene la constante lucha por derechos, como los que se han logrado, respeto al tiempo de alimentación, derecho de asistencia a cita médica, derecho al pago de horas extra, entre otras. Pero además, la posibilidad de acudir a las audiencias en el disciplinario acompañado por un profesional del derecho.

No somos perfectos, pero hacemos que las cosas sucedan, con la ayuda de Dios, y el empuje de muchas y muchos, que asumen una función como delegados y delegadas sindicales, en sus delegaciones, como lo hice en el pasado.

En mi caso, mi función antes de venirme a luchar por sus derechos, era de jefe distrital. En este momento es incierto para mí, si al volver un día, tenga este puesto (jefe distrital), o deba iniciar un proceso para obtenerlo. Mientras tanto, me enfocó en defender y apoyar a quienes voluntariamente, se acercan a nosotros.

Inclusive he mirado, como algunos que fueron mis compañeros colaboradores, suben en su carrera Policial. Me pregunto si quienes se ponen de lado de la administración ¿harían lo mismo sin mirar con egoísmo el crecimiento de sus compañeros? En mi caso, me alegra verlos surgir, y sobre todo, ayudarles a hacerlo.

Como indique al inicio, espero que mis amigos y amigas, mis compañeros y compañeras, comprendan las motivaciones de la presente comunicación, y sobre todo, sigan siendo parte del empuje anímico, que como seres humanos, igual nos hace bien.

Seguiremos adelante; seguiremos denunciando lo que debamos denunciar. No les será sencillo doblegarnos, porque “se vive con valor y/o se muere con él”.

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