La SECRETARÍA TÉCNICA NACIONAL AMBIENTAL (SETENA) mediante Resolución N° 669-2014-SETENA del 3 de abril del 2014, dispuso no aprobar los permisos ambientales del proyecto de la Terminal de Contenedores de Moín otorgada en concesión a la empresa APM Terminals.
En el Considerando Tercero de la mencionada Resolución se indica que conforme al artículo 17 de la Ley Orgánica del Ambiente “…se determinó que el instrumento de evaluación ambiental idóneo a solicitar a la desarrolladora (APMT) fue un Estudio de Impacto Ambiental, el cual fue presentado en tiempo y, del análisis del Departamento de Evaluación Ambiental, SE CONCLUYÓ QUE EL MISMO NO APORTA SUFICIENTE INFORMACIÓN PARA PODER DETERMINAR SI EL PROYECTO ES VIABLE AMBIENTALMENTE”.
Por otra parte, en el Considerando Quinto se señala que con fundamento en el análisis técnico del Estudio de Impacto Ambiental presentado por el desarrollador (APMT), la inspección realizada al sitio de proyecto (…) y la documentación que consta en el expediente, se determinó que el mismo NO CUMPLE con toda la información técnica solicitada…”. En el Considerando Sexto se consigna que “el Estudio de Impacto Ambiental presentado NO APORTA TODOS LOS ELEMENTOS TÉCNICOS Y/O LEGALES NECESARIOS para poder determinar si el proyecto reúne las condiciones para ser declarado viable ambientalmente”.
Según el análisis técnico realizado al Estudio de Impacto Ambiental de la TCM y que fue presentado por la empresa APM Terminals; SE DETECTARON 509 INCONSISTENCIAS, INSUFICIENCIAS, VACÍOS Y/0 ERRORES.
No obstante lo anterior y de forma contradictoria, la SETENA resolvió otorgarle a la empresa un plazo de 6 meses para que presente “un anexo con la información y datos necesarios para poder completar el Estudio de Impacto Ambiental.” Lo correcto era ordenar de inmediato el archivo del expediente, por no ser viable ambientalmente el proyecto.
Por eso, dice SINTRAJAP, los trabajadores y las trabajadoras continuaremos vigilantes y en defensa de los intereses patrios ante los que quieren despedazar y saquear las riquezas del país entregándoselas a transnacionales como la APM Terminals.