Trabajadores y trabajadoras de esta importante institución relataron el infierno que se vive en muchas sedes regionales del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), por el acoso y persecución laboral de parte de varias jefaturas. Justamente por el miedo a las represalias, uno de los funcionarios decidió denunciar de forma anónima, a fin de que se pueda investigar, todo lo que está pasa a lo interno de la institución.
En especial, el llamado es para Kennly Garza Chaves, ministra de la Niñez y Adolescencia, pues desde la seccional de la ANEP es urgente reunirse para poder presentarle la preocupante situación que ha generado dentro del personal un alto número de incapacidades, renuncias, traslados, entre otros.
En la denuncia se detalla el modus operandi que aplican cuando se busca el despido de quien no es de agrado de la jefatura o coordinación, en donde se procede a montar todo un proceso disciplinario, en el que los cercanos a la persona de poder inventan testimonios para que se dé el cese de funciones lo antes posible. Además del desgaste para la persona trabajadora, se genera toda una afectación para la vulnerable población infantil, pues mientras se llevan a cabo los procesos disciplinarios, los involucrados deben estar en las audiencias y la atención para los menores queda completamente desatendida.
Financieramente, también existe un impacto, pues en el momento en que los funcionarios se encuentran incapacitados, la institución debe contratar reemplazos, lo cual se ha convertido en todo un patrón reiterativo en muchas direcciones regionales del territorio nacional. Por último, los denunciantes hicieron el llamado a quienes viven situaciones similares a unirse a la representación de la ANEP para poder frenar todas las acciones que atentan contra la salud y estabilidad emocional de la clase trabajadora que se traduce en afectación al fin principal, que es el servicio a la niñez y adolescencia del país.