Los oficiales de la Fuerza Pública de la delegación del distrito Hospital, San José, se revelaron contra los abusos, humillaciones y maltratos que han venido sufriendo, supuestamente, por parte del nuevo jefe, el capitán Jorge Calderón Rojas.
Calderón tiene una semana en el puesto y desde su llegada los policías han reportado irregularidades con personas extrañas ingresando y hasta, supuestamente llevándose cosas, según denunciaron este miércoles mientras se amotinaban en la delegación.
Denuncian los oficiales que en menos de siete días las condiciones de trabajo se transformaron en insoportables, dijeron que están hartos de los malos tratos y actitudes despóticas de su nuevo jefe.
En el momento en que confrontaron al capitán, la mañana del miércoles, este negó todas las acusaciones que vigorosamente sus empleados le vociferaban mientras lo acorralaban en uno de los salones del edificio.
La técnica que usó Calderón para lavarse las manos fue decir que otros subalternos, que él mismo había traído consigo de la Delegación de Catedral, eran los que dieron las órdenes de las cuales se quejaban.
BRETEABAN SIN DESAYUNAR
Una de las disposiciones que el capitán Calderón implementó, en apariencia fue que “todo aquel que ingrese a laborar a las 5 de la mañana debe haber desayunado con anterioridad”, así lo explican los oficiales en una carta que le presentaron al comisionado Marlon Cubillo, actual director regional.
En este documento explican como el desayuno ya no se les iba a proveer en el comedor de la delegación, estos deben venir desayunados para empezar la jornada laboral.
El tiempo para almorzar se les redujo a 45 minutos, y a pesar que estos agentes trabajan hasta 12 horas diarias, se les obligó a acortar sus horas de comida y hasta se eliminó también el espacio del café.
En la cocina también despidió personal por lo que ahora solo queda una cocinera para casi 200 personas.
DESALOJADOS DE LAS CAMAS
En la misma carta en que se le comunica al comisionado Cubillo las irregularidades que se han presentado en las últimas semanas, se explica como algunos agentes fueron sacados literalmente de sus dormitorios en la tercera planta.
La razón de este desalojo se debe, según los oficiales afectados, a que Calderón se trajo consigo a varios de sus “compadres” de la delegación de Catedral en Cristo Rey y decidió ubicarlos en el mejor lugar posible.
En la tercera planta existe una amplia zona que los mismos uniformados había modificado con plata de su propio bolsillo para dejarla apta.
Un galerón improvisado y varias tiendas de campañas fueron varias de las formas que idearon para poder pasar las noches en el recinto.
Con la llegada del nuevo jefe, una de sus órdenes fue quitar todas las pertenencias de las personas que se alojaban ahí para pasarlos a los dormitorios de abajo, donde actualmente, según declaraciones de los mismo policías, duermen hasta 20 en un cuarto.
LOS V.I.P
El capitán Jorge Calderón antes de ser nombrado jefe laboraba en la Delegación de Catedral en Cristo Rey, ahí fundó el llamado grupo de fantasía que hace exhibiciones en actos cívicos y procede con eventos oficiales.
Al asumir la dirección del distrito Hospital, los miembros de este particular grupo empezaron a llegar junto con otros agentes que no pertenecían a la sección.
Estos “compadres” del jefe, como los llaman los denunciantes, llegaban dando órdenes y algunos hasta decían que debían hacer caso porque eran la mano derecha del superior.
Posteriormente se descubrió que estos hombres marcaban su entrada en Cristo Rey y se iban para la delegación en cuestión, donde eran recibidos con los mejores tratos mientras que los verdaderos empleados del lugar eran despojados de sus dormitorios para dárselos a los “VIP”.
“YO NO HABLO CON SUBALTERNOS”
Para tratar de solucionar las cosas, los afectados han intentado crear rutas de diálogo con Calderón, pero según declaraciones de policías a los cuales se les protegerá su identidad, su jefe nunca quiso dialogar cara a cara sino hasta ayer cuando toda la división se amotinó para encararlo.
Según la carta, en la cual se hace constar todos los abusos que viven, el capitán habría expresado: “yo no hablo con subalternos, para dirigirse a mí debe ser con el supervisor que yo nombre”.
SE REPITE LA HISTORIA
Durante la jefatura que desarrolló el capitán Calderón en el distrito Catedral, se presentaron varias denuncias de abuso de poder.
DIARIO EXTRA posee la copia de una de las denuncias contra este funcionario el cual, según parece, habría humillado verbalmente a sus subalternos con frases como “esclavos” e “inútiles”.
Minor Anchía, representante de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) comentó que cuando se le hizo una evaluación a Calderón este expresó que “son tan inútiles que ni para esclavos sirven”.
Las quejas que se presentaron en el pasado son similares a las que en el periodo de una semana se han producido en relación con su nuevo puesto.
¿Y AHORA QUE?
Minor Anchía, representante de ANEP, se hizo presente en el lugar como mediador y se reunió con Calderón donde él prometió arreglar los “malentendidos”.
Otro acuerdo fue buscar, en conjunto, un edificio que cuente con mejores condiciones para que los oficiales puedan trabajar y dormir en un ambiente más apto.
Como apenas tiene una semana de ser jefe, él continuará como capitán ya que dijo estar anuente a crear rutas de comunicación.
Calderón, al parecer, también se comprometió a no traer más individuos que no tengan relación directa con la delegación..
El subdirector regional de San José, Juan Carlos Arias, dijo que se empezó una investigación general para esclarecer el “error de interpretaciones” que tanto los uniformados como el capitán han hecho con el problema.
Un inspector de la Fuerza Pública ya fue enviado a investigar el asunto debido a que se quiere comprobar si en efecto hubo una conducta indebida o un mal acatamiento de órdenes.
En cuanto a la alimentación, Arias explicó que es un aspecto en el que se procurará que se cumplan las horas de comida ya que con las disposiciones del jefe había oficiales que salían a las 5 de la mañana a trabajar y podían desayudar hasta las 10 de la mañana.
“Si se encuentra algún comportamiento indebido se podría abrir una causa administrativa contra quien atente contra la dignidad de otro empleado de la Fuerza Pública” explicó Arias.
DIARIO EXTRA dará estricto seguimiento a la denuncias interpuestas por lo oficiales, quienes además indicaron que tras estos hechos podrían tomar represalias en su contra.