· Los ecologistas señalan que Costa Rica es parte del centro de origen de algodón, y que liberar algodones transgénicos representa un riesgo para la biodiversidad del país.
· Acusan al Servicio del Estado de tener una actitud laxa, complaciente y permisiva con las transnacionales que siembran transgénicos en Costa Rica.
Este jueves 05 y viernes 06 de junio, en el Tribunal Contencioso Administrativo, da inicio la recta final de 10 años de un proceso contencioso administrativo, en el cual ecologistas de Costa Rica llevan a Juicio a la empresa transnacional Bayer S.A. y al Servicio Fitosanitario del Estado por haber liberado un algodón transgénico en Guanacaste.
La demanda es liderada por las asociaciones Red de Coordinación en Biodiversidad y Comunidades Ecologistas La Ceiba Amigos de la Tierra Costa Rica. Los académicos en ciencias agrícolas Fabián Pacheco y Jaime García serán los testigos principales por parte del movimiento ecologista costarricense. Años atrás ellos eran los representantes ante la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) en la evaluación de riesgos realizada para proceder a autorizar o denegar la siembra de organismos transgénicos en Costa Rica.
En este caso específico se plantea que la liberación del algodón transgénico apilado se realizó sin poder analizar información faltante, así como información adicional que el Doctor en Ciencias Agrícolas, Jaime García, y el Máster en Agrobiología Ambiental, Fabián Pacheco, solicitaron en calidad de integrantes de la CTNBio.
“Comparecemos en representación y como testigos de las asociaciones Red de Coordinación en Biodiversidad y Comunidades Ecologistas La Ceiba Amigos de la Tierra Costa Rica, para solicitar la anulación de la autorización de liberación al ambiente del algodón transgénico COT102, en calidad de evento apilado, por haber sido emitida en violación flagrante del Principio Precautorio, el marco de bioseguridad vigente, violentando el Protocolo de Cartagena del cual Costa Rica es firmante, así como el derecho de la ciudadanía a participar de forma informada en decisiones que afectan profundamente nuestra biodiversidad”, indicó Jaime García.
Por su parte Fabián Pacheco indicó: “Este no es un caso técnico o burocrático. Este es un caso que pone a prueba si Costa Rica cumple con su deber constitucional de proteger un ambiente sano para las presentes y futuras generaciones. Lo que aquí ocurrió fue una aprobación exprés, opaca, carente de estudios realizados en condiciones agroecológicas iguales o similares al área de liberación, así como de otro tipo de información relevante que fue solicitada formalmente.”
Para los ecologistas, es claro y evidente que dichas solicitudes de información fueron ignoradas por parte del Servicio Fitosanitario del Estado, en complacencia de los negocios con organismos transgénicos de las transnacionales.
“Se autorizó la liberación de un algodón modificado genéticamente (transgénico) apilado sin demostrar científicamente que no implica riesgos para la biodiversidad, o los ecosistemas locales. Esto esto es aún más grave si recordamos que Costa Rica ha ratificado el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, que exige expresamente que ante la falta de certeza científica, se aplique el Principio de Precaución. Este tratado internacional es vinculante, y debe prevalecer sobre cualquier resolución administrativa.” Aseveró Pacheco.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Ambiente este 5 de junio, las y los ecologistas señalan que celebran este día en pie de lucha esperando muy positivamente que sea demostrado que en Costa Rica el Estado Social de Derecho funciona y protege al ambiente y a sus pobladores. Es un buen día para estar pidiendo justicia para con la naturaleza que nosotros seguiremos defendiendo para esta y las futuras generaciones.