La campaña misógina de la tendencia «trabajo»

Ese artículo, criticaba fuertemente la actitud de la derecha argentina, que haciendo gala de la “misoginia más rapaz”, ante la muerte de su compañero, calificó a la Presidenta Fernández de incapaz, dependiente emocional y títere político de su marido, y llegó incluso a afirmar que “Ella fue hasta ahora un inusual primer ministro, capaz de dotar de discurso, imágenes y hasta de algún control de calidad a una construcción política económica que siempre estuvo en mano de su marido. La pregunta que está abierta es de dónde extraerá ella ahora ese insumo esencial que le era entregado llave en mano”.

No me sorprende que la derecha utilice esas armas para desacreditar personas y procesos políticos. Pero es muy doloroso cuando esas mismas armas se utilizan por quienes estamos en el mismo lado de la acera, por quienes somos clase trabajadora y se supone que compartimos un objetivo común: cambiar el sistema para volverlo más justo, equitativo e incluyente y mejorar así las condiciones de vida de la clase trabajadora. Lamentablemente, cada vez está más claro que la Tendencia Trabajo no solo reproduce tácticas de la derecha, sino que ha utilizado otras artimañas al estilo del memorandum del miedo.

Sé que en el marco del proceso electoral interno que vive nuestra organización sindical, también ha habido una misoginia rapaz. Ventilando y distorsionando mi vida privada, se ha pretendido restarle mérito a una acción decente y consecuente políticamente, como la asumida por mi compañero Edgar Morales Quesada, quien valientemente reconoció la responsabilidad que le corresponde en el fracaso del proyecto Tití y por respeto a nuestros afiliados y afiliadas, declinó de ocupar siquiera una candidatura en alguna papeleta para las próximas elecciones de Junta Directiva Nacional.

Primero fue un anónimo misógino reproducido y distribuido en las instalaciones de ANEP, y ahora, ya no de forma anónima, pero sí a mis espaldas, se ha afirmado de forma abiertamente machista, que mi candidatura a Junta Directiva Nacional de ANEP representa la continuidad de Edgar en la dirección política del sindicato, o bien, que como Edgar fue parte de las Juntas Directivas que han tenido algo que ver con el fracaso de ese proyecto, yo, por ser su compañera, también cargo algún tipo de responsabilidad.

Edgar y yo hemos construido una relación que lleva ya muchos años, basada en el respeto, la confianza, y la admiración mutua. Somos pareja, pero cada uno es un ser humano independiente, con fortalezas, debilidades, capacidades y sueños. Compartimos una trinchera de lucha, coincidimos muchas veces, pero también discutimos posiciones y respetamos nuestras diferencias.

Hacer ver mi candidatura como un intento de él para continuar en la dirección política del sindicato, negarme cualquier liderazgo, capacidad y méritos para reducirme a la mujer que “heredó” el puesto de su compañero, como lo hace esa campaña desarrollada en la Imprenta Nacional, en algunas cuadrillas de la Municipalidad de San José y quizá en muchos otros centros de trabajo, no es más que la muestra de una campaña decadente y carente de ideas.

Sé que detrás de esta campaña de desprestigio y discriminación también se encuentran mujeres, pero a ellas no las puedo responsabilizar, pues al fin de cuentas, son víctimas también de un sistema patriarcal que les ha imposibilitado abrir los ojos, y darse cuenta que reproducen los mismos patrones machistas de agresión y discriminación, de las que ellas en algún momento han de haber sido objeto.

Esa campaña misógina, machista fundada en el descrédito y el miedo, lo que demuestra es que ANEP está urgida de un cambio, que ANEP está urgida de una práctica sindical consecuente con el discurso político. Esa campaña demuestra que la Tendencia con la que hoy RESCATE se disputa la dirección de la ANEP, no tiene ideas, no defiende propuestas, no difunde un programa, sino que ataca, descalifica y busca destruir a quienes se le oponen.

Esperaría que si dicen promover un sindicalismo con equidad de género y pluralidad política, los señores y señoras de la Tendencia Trabajo empiecen por practicar su discurso, y por respeto a los afiliados y las afiliadas de ANEP, lleven a cabo una campaña de altura, respetando la vida privada de las personas y la diversidad de pensamiento, que son aspectos que desde el primer momento, ha respetado la Tendencia RESCATE.


Susan Quirós Díaz

Candidata a Junta Directiva Nacional
TENDENCIA RESCATE

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