ALAI AMLATINA. Además, la derecha financiera y minera ha mostrado con su accionar que la depresión salarial está bien. El Perú tiene una participación salarial de 22% del PIB versus 45% en Chile y 40% en Brasil, ambos países donde nunca se cayó el salario en el PIB desde antes de los inicios de los ajustes en los años 80. El único otro país con una participación salarial tan baja es México donde cayó de alrededor de 40% a 29% del PIB.
La reacción de los especuladores en bolsa ha sido un retiro de la bolsa de Lima que hizo que se desplomara 12% a la mañana siguiente a las elecciones. PPK (Pedro Pablo Kuczynski) lo advirtió y en esa advertencia lo hizo realidad. Hizo terrorismo económico y se materializó. Como el anuncio de que van a escasear las latas de lecha del supermercado. El Perú completo queda advertido de cómo va a actuar la derecha.
Lo que se espera de Humala primero y por sobre todo es una actitud ética en la política que tanto Fujimori como García han hecho lo posible por desacreditar. García ha llegado a demoler su propio partido político con el objetivo de perpetuarse en el poder, siendo o no presidente. Ya demolida el APRA con su larga historia, el Perú puede emprender un nuevo rumbo político en general sin el temor de los retrocesos que tanto daño le han hecho. Atrás quedó para siempre “El antiimperialismo y el APRA” de Haya de la Torre y toda la literatura que a ratos permitían ver en ese partido uno progresista y relativamente autónomo de los poderes económicos más primitivos. El final de la vida del APRA fue cuando García le jugó en contra de todo a lo que simbolizaban desde los años 30. Ganó la apuesta García y perdió el partido. RIP.
Humala tiene por delante todo tipo de retos. El primero será quedarse en el asiento presidencial cuando la derecha ha hecho una campaña sucia incluyendo llamadas telefónicas a casas de votantes hasta el día de las elecciones para denunciar el “peligro Humala”. PPK, hombre de varios pasaportes incluyendo el peruano, salió como terrorista económico a denunciar que se desplomaría la bolsa de Lima por el resultado electoral. CNN le dio cabida a esta tontería que encubre que las bolsas del mundo han tenido en las últimas siete semanas una racha de caída solo superada en el año 2004. Es fácil culpar a Humala de que llueva o deje de llover y lo van a hacer. Como culpan a la alcaldesa Susana Villarán –por la Comisión de la Verdad–. Hemos visto que la libertad de expresión sirve para decir lo que los dueños de los medios y sus socios quieren decir. El titular de El Comercio del lunes 6 de junio fue “Un resultado que llama a concertar, Humala 50.9%, Keiko0 49.1%”. El resultado fue 51.5% versus 48.5% y eso era lo que había salido del conteo rápido y de las proyecciones del conteo inicial pero mejor era una noticia falsa para forzar el argumento de que el poder no lo van a perder.
Para concertar tienes que tener ánimo de concertación y eso la derecha no lo tiene. Es una derecha falangista, racista, fóbica, oscurantista e ignorante, pegada al Opus Dei que aunque católico extrañamente carece de valores éticos, a no valorar el conocimiento; y que ha permitido que el Perú se coloque y alinee con los regímenes más retardatarios en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, que se reeligiera a Alan García; y que la hija de un delincuente corra a las presidenciales, para beneficio de lavarle la cara a los 75 presidiarios, que están en la cárcel con su padre. Es una derecha que ha rifado una política exterior digna y la ha sustituido por un mamarracho. ¿Podrá Humala recuperarle la dignidad a la cancillería peruana? ¿Podrá recuperarles la fe en la política a los peruanos?
El Perú está en un momento expectante del crecimiento económico. Tal vez ponerle impuestos a la renta a las inversiones en bolsa sería un acto para afectar las riquezas que se están apilando sin impuestos en el nombre del libre mercado. Eso realmente espantaría los capitales golondrinos de la bolsa y tal vez terminaría con las burbujas especulativas y ayudaría a ajustar el tipo de cambio. Promover que el MILA (las bolsas de Bogotá, Lima y Santiago) que inició sus operaciones el lunes después de las elecciones se articule con la bolsa de Sao Paulo quizás sería otro acto simbólico.
Hay que recordar que el impuesto a las transacciones financieras (ITF) se instituyó en 2002 para financiar la educación en el Perú cuya meta de gasto debe de ser 6% del PIB. El ITF fue reducido por PPK en 2003 cuando era ministro porque distorsionaba el mercado, dijo. Quizás sea hora de recuperarlo a los niveles que tuvo al inicio en el 2002 y que tanto impacto positivo observó en la recaudación tributaria. ¿Podrá Humala recuperar el nivel de la educación pública perdida hace varias décadas? ¿Podrá recuperar la universidad pública a niveles reconocibles?
El regreso del Perú a Sudamérica es lo más significativo, empero. Eso es positivo para el país y para la región como un todo porque consolida el bloque regional progresista. Esto podrá facilitar el proceso de UNASUR que la derecha peruana detesta por razones ideológicas y pondrá al país a la par con sus vecinos en la Comisión de coordinación macroeconómica de UNASUR, en el Banco del Sur, en el uso de la moneda nacional para el comercio exterior y nivelará los aspectos políticos y migratorios del espacio así como consolidará el Consejo de Defensa Suramericano. La batalla contra la derecha peruana en estos campos será tenaz.
Para todos Humala es una interrogante y Fujimori una certidumbre. El futuro nos espera a todos los y las peruanos/as que deberemos de enfrentar los retos del futuro. La familia peruana debe de reunificarse dice Mario Vargas Llosa, pero escuchándolo a de Soto, eso es muy difícil. El horizonte peruano ha cambiado para mejor, para el regreso de la ética en la política y para la recuperación de la dignidad nacional. Esa, no se cotiza en bolsa. (Publicado en ALAI AMLATINA, 06/06/2011)
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Previo a la elecciones en Perú Ollanta Humala fue entrevistado sobre sus metas en el gobierno.
UIC-ANEP
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PÁGINA 12 – ENTREVISTA EXCLUSIVA A OLLANTA HUMALA
“Los que no quieren la verdad son los que dieron las órdenes”
A horas de las elecciones presidenciales en Perú. el líder del Frente Progresista destaca la importancia de los juicios por la violación de los derechos humanos, plantea el lugar que tendrían las políticas sociales en su gobierno y por qué la opción de Keiko Fujimori representaría una vuelta al pasado.
Carlos Noriega
“Voy a ganar mañana”, dice Ollanta Humala. Se lo ve tranquilo, confiado. El candidato del frente progresista Gana Perú, que mañana define la presidencia con la derechista Keiko Fujimori, concedió una entrevista exclusiva a Página/12, haciendo un espacio en su agitada agenda.
Humala venía de rechazar en conferencia de prensa la acusación que el jueves lanzó en su contra Roger Noriega, el subsecretario de Estado para América latina de la administración de George W. Bush, quien aseguró que Hugo Chávez financiaba a Humala.
“Esa es una patraña, una calumnia. No hay ninguna prueba para esa afirmación”, dijo Humala. En el diálogo con este diario, el candidato habló de sus principales propuestas, de lo que sería un eventual gobierno suyo sin mayoría parlamentaria propia, de derechos humanos, de su rival Keiko Fujimori y de el rol que jugaría la Unasur en su política internacional.
–Usted ha dicho que el presidente Alan García apoya la candidatura de Keiko Fujimori. ¿Confía en la limpieza del proceso electoral?
–Nosotros vamos a respetar la voluntad popular y la vamos a defender. Hay indicios que nos hacen ver con preocupación la transparencia del proceso electoral. Hay una clara intervención del presidente García a favor del proyecto autoritario de Keiko Fujimori. Está el hecho de que la Diroes (cuartel policial donde se encuentra detenido Alberto Fujimori) sea el principal local de campaña del fujimorismo, desde donde Alberto Fujimori, que está preso por corrupto y violaciones a los derechos humanos, decide la estrategia de su partido. Otro hecho preocupante es la denuncia que hoy (ayer) ha hecho el diario La República sobre las interceptaciones de mis conversaciones y las de mi entorno familiar y político. Nosotros reconocemos esas conversaciones y algunas de ellas han sido hechas en el local del partido y no por teléfono. La única institución con capacidad de hacer estas interceptaciones es el servicio de inteligencia y para que haga esas interceptaciones tiene que tener luz verde del presidente de la República. El gobierno debe explicar esto.
–Si usted gana la elección lo hará por un margen estrecho en un país polarizado y dividido en dos, y no tendrá mayoría en el Congreso.
–Como fuerza política responsable y con memoria hemos entendido el mensaje de la primera vuelta, en la que el pueblo nos dio la primera mayoría, pero no una mayoría absoluta, como un pedido para que ampliemos nuestra convocatoria, y eso implica un gobierno de concertación nacional, para lo cual hay que consensuar propuestas. En ese esfuerzo de concertación hemos logrado el apoyo de fuerzas sociales, laborales y políticas importantes, como el partido Perú Posible (partido del ex presidente Alejandro Toledo), con el cual podemos garantizar la estabilidad democrática en el Congreso, ya que con Perú Posible tendríamos mayoría parlamentaria, lo que no puede garantizar la congresista Fujimori, porque ella no tiene mayoría. En el grupo de ella hay gente que trabajó directamente con Alberto Fujimori y cuando no tuvieron mayoría cerraron el Congreso.
–Usted ha hablado de hacer concesiones para lograr esa concertación. ¿Hasta dónde va a hacer concesiones en sus propuestas? ¿Qué es lo no negociable?
–En lo que no vamos a retroceder es en hacer que el crecimiento económico vaya acompañado de inclusión social. Para que haya inclusión social tenemos que asegurar políticas sociales como el Programa Pensión 65, para los mayores de 65 años que no tienen una pensión; un programa de nutrición infantil en los colegios; un programa de guarderías infantiles; defender los derechos laborales; elevar el salario básico de 600 a 750 soles (unos 220 dólares) en el primer año de gobierno; un aumento salarial a los policías para mejorar la seguridad; invertir en infraestructura, como aeropuertos, puertos, carreteras, escuelas, hospitales, vías férreas, porque ahora el país tiene un déficit de 40 mil millones de dólares en infraestructura pública, a través de asociaciones públicas y privadas; consolidar el proceso de descentralización para mejorar la inversión pública; ampliar el programa Juntos (de entrega de unos 35 dólares mensuales a los sectores más pobres) de cerca de 500 mil beneficiarios a 900 mil; ampliar los presupuestos de los programas sociales de comedores populares y del vaso de leche; entregar becas a los mejores estudiantes de las escuelas públicas para que accedan a una carrera universitaria; trabajar una política para el retorno de los tres millones de peruanos que viven en el extranjero, la mayor parte de los cuales son ilegales. En esas políticas sociales no vamos a retroceder.
–Como ex militar, ¿cuál es su posición frente a los juicios a militares por violaciones a los derechos humanos?
–Para que haya reconciliación primero tiene que conocerse la verdad. Las autoridades deben dar todas las facilidades a la Justicia para que se aclaren las denuncias y se sepa la verdad. Los soldados que combatieron con honor quieren que se aclaren las denuncias, porque cuando se sospecha de uno se sospecha de todos. Los interesados en que no se conozca la verdad son aquellos que dieron las directivas, las órdenes para violar los derechos humanos. Nunca más debemos regresar a la dictadura fujimorista en la que se desaparecían estudiantes, se mataba, se esterilizaba contra su voluntad a las mujeres. Lo que se ha hecho en el país en materia de derechos humanos es una vergüenza. El Estado tiene una deuda con su población en derechos humanos. Nosotros defendemos los derechos humanos.
–En su opinión, ¿cómo sería un futuro gobierno de Keiko Fujimori?
–Ella lleva a las mismas personas que gobernaron con su padre. Con ella está el doctor Alejandro Aguinaga, que haciéndonos recordar las épocas de la Alemania nazi como ministro de Salud de Fujimori esterilizaba a las mujeres en contra de su voluntad. Más de 300 mil mujeres pobres fueron esterilizadas contra su voluntad. Su vocera en temas de derechos humanos (Milagros Maraví) coordinaba en el gobierno de Fujimori con Vladimiro Montesinos (brazo derecho de Fujimori y encargado de los trabajos sucios) cómo lavarle la cara al régimen por las violaciones a los derechos humanos. Ella misma reivindica a su padre como el mejor presidente del Perú. El deslinde que ella ha hecho con el gobierno de su padre recién se da en la campaña de esta segunda vuelta. Dígame usted: dice cuac, tiene pico, tiene cola… ¿es o no pato?
–Alberto Fujimori goza de una serie de privilegios en el cuartel policial donde está detenido. ¿Qué haría su gobierno frente a esta situación?
–Nadie debe tener privilegios. Cuando una persona es condenada debe ir a una cárcel y no a un cuartel policial.
–¿Cuáles serán las prioridades de su política internacional?
–Vamos a participar con entusiasmo en la consolidación de la unidad latinoamericana. El fortalecimiento de la Unasur será una prioridad de nuestra política exterior. Nosotros vemos con mucho interés la consolidación de la Unasur. Vamos a afianzar las relaciones políticas y económicas y de hermanamiento con los países de la región. No vamos a ideologizar las relaciones internacionales, sino que vamos a construir una agenda positiva con todos los países hermanos.
–Usted ha resaltado sus coincidencias con el ex presidente Lula. ¿Brasil es el modelo a seguir por su gobierno?
–El de Brasil es un modelo exitoso, pero el Perú es diferente al Brasil. Tenemos economías distintas, realidades diferentes. De Brasil hay que rescatar un manejo prudente, adecuado de la política económica, y un crecimiento económico que ha permitido la inclusión social y achicar la brecha de la desigualdad.
–El acuerdo del Arco del Pacífico (acuerdo de cooperación económica de Perú con Chile, Colombia y México) que ha firmado el presidente García pero no está ratificado, ¿usted lo va a continuar o lo va a revisar?
–Los acuerdos firmados por el Estado tienen que pasar por el Congreso y ahí tiene que entrar a un debate para ser ratificado. Este acuerdo tendrá que ser debatido en el Congreso.
–¿Cómo ve el gobierno de Cristina Kirchner?
–Es un gobierno democrático que viene resolviendo sus problemas. Nosotros queremos mejorar nuestras relaciones con Argentina, respetando la política interna del gobierno argentino. Parte de la buena vecindad es no meterse en los asuntos internos de otros países.
–¿Por qué que quiere ser presidente?
–Yo soy padre de familia. Tengo tres hijos, el menor de cinco meses, y me pongo en la posición de millones de peruanos que están iniciando una familia y que quieren que sus hijos tengan oportunidades a través de una educación de calidad y una buena salud, y que cuando salgamos a la calle con nuestras familias no nos asalten. Y si nos roban queremos encontrar justicia. No queremos un país corrupto. Quiero ser presidente porque quiero que el crecimiento económico que tenemos se convierta en calidad de vida. Quiero construir el futuro.
–¿Desde que era oficial del ejército pensaba en ser presidente?
–No, yo quería ser comandante general del ejército. La circunstancia que cambió mi vida fue el levantamiento que hice en Locumba contra la dictadura fujimorista. Fue un levantamiento dentro de un proceso de convulsión social en el que el pueblo peruano se había levantado contra la dictadura. Pero incluso después de eso quise recuperar mi carrera militar y estuve en el ejército hasta el año 2004 como militar en actividad y cuando me pasan a retiro decido replantear mi vida y es ahí cuando ingreso a la política.
* Economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA)