Nuestra historia reciente
Desde los albores de nuestra historia republicana un pequeño grupo de familias y personas ha controlado el poder económico, político y social. Por más de un siglo unos pocos se han apropiado y disfrutado de las principales riquezas de nuestro país y, tutelados por la principal potencia imperialista y apoyados en el poder militar, policial y mediático, han manejado lo que debió ser la Patria de Todos como una hacienda personal.
Después del vergonzoso período del régimen militar y la terrible invasión norteamericana de 1989, se inició la llamada etapa democrática que para el conjunto de los ciudadanos solo ha significado una repetición interminable de desencantos, injusticias y atropellos por parte del mismo grupo de familias y personas que, desde distintos partidos y gobierno, se han enriquecido pasando por encima de los más importantes derechos del pueblo: a la vida, al trabajo, a la salud, a la educación.
Los Gobiernos de Endara, Pérez Balladares, Moscoso, M. Torrijos y Martinelli y sus partidos políticos los partidos políticos Arnulfistas o Panameñistas, PRDs, Popular, Solidaridad, Molirenas, Liberales, Unión Patriótica, Cambio Democrático,•c han hecho lo mismo una vez llegados al poder: apropiarse de las Riquezas Nacionales y favorecer a sus propias empresas o de sus socios extranjeros; disminuir del Patrimonio Nacional de acuerdo a un plan siniestro de privatizaciones de las más importantes riquezas y empresas públicas, conformadas con el trabajo de generaciones de ciudadanos.
De la misma manera, todos los gobiernos se han encargado de imponer mayores pagos de impuestos directos e indirectos para la mayoría de nosotros, mientras que disminuyen los que las grandes empresas deberían pagar: Endara les rebajó los impuestos del 50% a 34%, Pérez Balladares del 34% al 30%, Martinelli del 30% al 25%. Además, exoneraron millones del pago de la cuota obrero-patronal a los empresarios deudores de la Caja, aumentaron las edades de jubilación, el ITBM, ITBMS, todo desmejorando los ingresos reales, del poder de compra y del nivel de vida de la mayoría de nuestras familias.
Las consecuencias de estas políticas neoliberales han significado para el pueblo un aumento constante de los precios de los alimentos, de la electricidad, de la telefonía, de los servicios públicos y hasta de la garantía del uso de agua potable. Adicionalmente, todos sufrimos el deterioro de los servicios de salud pública, de la educación pública, de las viviendas populares y de capas medias, del sistema de transporte masivo y sufrimos el incremento de la inseguridad y de la delincuencia.
En definitiva, en las últimas 2 décadas, cada 5 años el pueblo se ha ilusionado y más temprano que tarde se ha decepcionado al afrontar la dura realidad de que en la sociedad panameña los pobres somos cada vez más numerosos y más pobres, los sectores medios y profesionales vivimos cada vez más agobiados y unas pocas familias y personas se hacen cada vez más ricos a costa del uso y abuso de todos los recursos del país como si les pertenecieran a ellos.
El pueblo se empobrece cada vez más y vive cada día peor, soportamos engaños, mentiras, atropellos, discriminación y represión. La corrupción de la casi totalidad de los que están y de los que han estado en los gobiernos es cada vez más escandalosa y descarada. Que el sistema judicial es otra burla a la ciudadanía y que la impunidad está garantizada para quien tenga dinero e influencias.
El sistema está tan podrido que ya no es recuperable. Un cambio real es urgente. Un nuevo ordenamiento jurídico es impostergable. Una nueva Constitución surgida de una amplia y profunda discusión nacional, mediante mecanismos democráticos que garanticen representatividad y real participación ciudadana, es indispensable.
En estos 20 años de «democracia» nos han repetido la lección 4 veces, cada 5 años. Ya aprendimos que votar para los cargos de elección popular no significa ningún cambio para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Con distintas figuras, discursos y colores, las mentiras y los engaños de los partidos de siempre que sirven a los de siempre son y serán más de lo mismo. Siempre.
El pueblo ya lo sabe. Tiene más conciencia y es más difícil engañarlo.
Por eso hemos visto que han ido limitando la participación de los ciudadanos: desecharon los «planes de desarrollo consensuados», las «visiones 2020», y hasta las farsas de los diálogos de 2Yo con Yo» y las «mesas de concertación». A cambio hemos visto cómo aumentan y perfeccionan la represión y la ferocidad de sus técnicas: muertos, heridos, cegados, gaseados, detenidos, perseguidos, quemados, procesados y hasta asesinados por policías mandados o por sicarios al servicio de algunas grandes empresas o partidos.
A pesar de todo esto, el movimiento y las luchas sociales contra las injusticias, y en defensa de nuestros derechos han continuado y se han fortalecido. Lo que primero fue un instrumento para la defensa de la seguridad social- el Frente Nacional por la Defensa de la Seguridad Social (FRENADESSO) -numerosas organizaciones decidimos transformarlo en un Frente más amplio, para la Defensa de todos los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO).
Muchas organizaciones, asociaciones y personas – miembros o no de FRENADESO – creemos que ahora estamos en condiciones y que es el momento de dar un nuevo paso que amplíe la conciencia, la organización y la participación del pueblo a través de la participación política mas allá de FRENADESO que es y seguirá siendo un Frente de lucha Social.
En las últimas elecciones, cientos de miles de nuestros conciudadanos – decepcionados del PRD, agobiados por sus políticas neoliberales, conscientes de sus mentiras, su represión y su corrupción, legítimamente esperanzados en un cambio y sin otra opción viable, le dieron su voto a Ricardo Martinelli para Presidente de la República.
A 18 meses de su gestión, ya podemos ver que las políticas neoliberales, las privatizaciones y la entrega de nuestros Recursos y Riquezas Nacionales se aceleran a favor de los mismos de siempre. Que el Cambio prometido es una farsa y que los niveles de vida de las grandes mayorías, lejos de mejorar, empeoran más.
Ante todo esto, que para todo el pueblo es evidente, hacemos un llamado y Convocamos a construir una Verdadera Democracia que haga posible una Patria para Todos.
Nuestra Convocatoria surge inicialmente de un grupo de ciudadanos, miembros de algunas de las diversas organizaciones sociales que conforman el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO), de otros grupos de ciudadanos miembros de otras organizaciones, asociaciones o gremios que compartimos la idea de expresar la fuerza de los movimientos sociales en la vida política del país, aun bajo las actuales reglas injustas, sesgadas a favor de los de siempre y muy poco democráticas.
Nuestra Convocatoria nace de la convicción que ha llegado el momento de ponerle un alto a esta situación. Es indispensable, para la supervivencia misma de la República, adecentar radicalmente el manejo del quehacer público. Es indispensable poner un alto a la situación que hemos descrito y a políticos corruptos que la han hecho y la hacen posible.
Tenemos que poder construir una sociedad de Paz, Justicia e Igualdad en el respeto a los Derechos Humanos de todos. Para nosotros la verdadera Democracia, por la cual iniciamos nuestra lucha en el terreno político, es ante todo un ejercicio Ético del Poder.
Creemos que nuestra Convocatoria interpreta el sentir de miles de ciudadanos, trabajadores, asalariados, profesionales, micro y pequeños empresarios, docentes, indígenas, religiosos, ciudadanos de los más diversos orígenes sociales y geográficos que demandan un nuevo espacio en el campo político nacional y que están dispuestos a luchar por el respeto pleno de los Derechos Humanos, por la justicia social y por una verdadera Democracia.
Nuestra Convocatoria está dirigida a mujeres y hombres honrados, dignos, con vocación patriótica, democrática y espíritu de lucha para que construyamos una fuerza política renovadora, pluralista y antineoliberal por el Derecho efectivo a la vida, al trabajo, a la salud, a la educación, al bienestar económico y social de la población respetando efectivamente a todos los grupos humanos, sus costumbres, su cultura y sus creencias religiosas.
Convocamos, pues, a todos quienes queremos construir una opción electoral propia que se levante como una fuerza moral inspirada en los más altos valores de Patria.
En el 2011 Nace la Esperanza…
Convocamos a todos los trabajadores, a los asalariados, a obreros, profesionales, trabajadores por cuenta propia, desempleados, campesinos, indígenas, pobladores, estudiantes, educadores, micro, pequeños y medianos empresarios, activistas de los derechos humanos, ambientalistas, movimientos de mujeres, de jóvenes, a todo aquel que esté dispuesto a luchar honradamente por la auténtica transformación de nuestra sociedad.
La tarea no será fácil. Desde este mismo momento en que hacemos pública nuestra Convocatoria empezaremos a enfrentar obstáculos, presiones, mentiras, calumnias, descalificaciones. Los enfrentaremos con nuestras mejores armas: la Ética que exige Verdad y la fuerza que nos da la Razón de quienes luchamos por la concreción real de todos los Derechos Humanos en una Patria para Todos.
Recorreremos todo el país, cada provincia, cada comarca, cada distrito, cada ciudad, cada lugar poblado, cada barrio, cada calle, casa por casa, puerta por puerta, desafiaremos con nuestro trabajo a quienes con todos sus recursos millonarios y engaños no pueden enfrentarnos en lo que ahora importa: Honradez y Verdad.
A construir el Instrumento Político Electoral de los sectores Patrióticos, Democráticos y Populares
En este año 2011, Nace la Esperanza…
NO + Engaños
¡Sin Luchas no hay Victorias!
¡La Pelea es Peleando!