El Tribunal de los Arias absolvió al Sr. Casas

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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El Tribunal Supremo de Elecciones (*TSE*), el de los hermanos Arias, mostró su careta oficialista, de nuevo; y, otra vez, hace gala de la más descarada parcialidad política jamás vista por el país, desde el establecimiento de la denominada “_Segunda República_”, en 1949. El otrora venerado y respetado TSE, ha decretado la rehabilitación política de uno de los co-autores del memorando del miedo, en la campaña del “_frauduréndum_” sobre el TLC, del año pasado.

El tribunal electoral presidido por el fuertemente cuestionado, en amplísimos segmentos ciudadanos, como magistrado oficialista, Luis Antonio Sobrado González, ha absuelto al hoy Exsegundo Vicepresidente de la República, Kevin Casas Zamora; escudándose en leguleyadas baratas y pueriles; que pretenden minimizar la escandalosa, abusiva y repudiable compra de conciencias que ocurrió para la votación del 7 de octubre, en la desesperada carrera gobiernista por el triunfo del sí para el TLC del grupúsculo de ricachones de codicia insaciable, que hablan por boca de los hermanos Arias Sánchez.

El proceso de campaña sobre el TLC mostró a un TSE, bajo la conducción del magistrado Sobrado González, sumado, como último eslabón, al proceso del creciente descrédito ciudadano sobre la corrupta clase gobernante tradicional; la cual ha venido, sistemáticamente y una a una, corrompiendo cada una de las anteriormente prestigiosas entidades componentes de la institucionalidad republicana de nuestro sistema democrático.

Miles de ciudadanos y de ciudadanas tenemos el más absoluto convencimiento, porque lo vivimos en carne propia, de que el proceso de campaña del “_frauderéndum_” del 7 de octubre de 2008, es una página vil y vergonzosa de la historia patria, de tanto calibre como lo fue la votación parlamentaria que anuló las elecciones de febrero de 1948.

El memorádum Casas-Sánchez fue la guía de práctica política con sentido estratégico, que el gobierno de los hermanos Arias Sánchez adoptó para, con triquiñuelas, mentiras, calumnias, chantajes y sobornos, apuntalar, de manera desesperada, lo que se avizoraba como la derrota estratégica del proyecto neoliberal de los ricachones del bipartidismo tradicional y sus adláteres.

Nos preguntamos: ¿con qué moral viene ahora, por ejemplo, el magistrado Sobrado González, a minimizar lo que fue el más duro golpe a la pureza de la institucionalidad electoral que, otrora, nos llenaba de orgullo, a todo el pueblo costarricense, de todos los bandos, sin excepción?

La restauración (si es que en verdad le importaba en algo al régimen político dominante que ello se diera), de la confianza ciudadana en el tribunal electoral de la República; tenía que pasar, necesariamente, por la más enérgica condena a un proceso absolutamente descarado de parcialidad política; parcialidad política que jugó como elemento fundamental para los sucesos bélicos entre costarricenses en el año 1948. El memorándum del miedo Casas-Sánchez tuvo una equivalencia, por su impacto, a lo que representó el desconocimiento que hicieron los diputados de aquella época, de lo que el pueblo tico en ese momento expresó en las urnas.

El tribunal electoral del magistrado Sobrado lo que hace con esta abominable resolución y nueva muestra de descarada parcialidad política, no solamente es rehabilitar la carrera política que ya se consideraba extinta, del señor Casas Zamora; sino, además, asegurarle espacio político al hoy desprestigiado diputado Sánchez, uno de los “_príncipes_” políticos que, al igual que el señor Casas, la oligarquía neoliberal ve como sus cuadros gerenciales de gobierno en el futuro cercano.

Bien harían las distintas fuerzas políticas patrióticas que se alistan para participar en el proceso electoral del 2010, en replantearse cuánta garantía hay de transparencia incuestionable, de neutralidad absoluta y de decencia política a toda prueba, si se tiene un tribunal electoral cuyas preferencias políticas están más que claras para miles y miles de potenciales votantes. Si ni siquiera ha sido capaz de hacerle una “_llamadita de atención_” al Presidente Arias por su descarada intervención electoral a favor de doña Laura Chinchilla; ahora con esta absolución del señor Casas, ¿qué podemos esperar para el proceso electoral venidero?…

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