Que Dios les perdone

Esta humilde carta pública dirigida a los Magistrados del Tribunal Supremo de Elecciones, de un ciudadano costarricense común y silvestre, de un País donde la impunidad ha sido siempre garante del resultado de procesos normales dentro la política electoral de los últimos veinte años de mi tiquicia, que a raíz del movimiento revolucionario comandado por don José Figueres Ferrer, que si estuviera vivo, no me cabe la menor duda que muchas cabezas rodarán, buscando decencia en la función pública y exigiendo primero el retorno a la socialdemocracia que dieron vida aquel recordado Partido Liberación Nacional, cuyos ideales siempre fueron entre otros, que los servicios públicos estén en manos del Estado, para que la justicia social sea la antorcha que guíe la repartición justa de las riquezas de mi patria y no de transnacionales que con mucho cariño vienen repartiendo comisiones como bien nos lo recuerdan algunos ex presidentes de cuya memoria no quiero acordarme, y sus ganancias desde luego irán a bancos de los países ya conocidos como Suiza, Panamá, etc., y que para peor de males, la lucha de grupos cívicos comunales o patrióticos hacia la democratización de los bienes estatales, los han querido desprestigiar con la etiqueta de ¨_Extrema Izquierda_¨ cuando a estos enemigos de las raíces costarricense, se les olvida que la ubre de la cuál ser alimentan, es fruto de estas sanas raíces que se apropiaron y que luchan por despedazar con un dizque tratado de libre comercio, cuyas consecuencias para los intereses populares, serán de alcances inimaginables en perjuicio de la gran mayoría de las y los hijos de mi País.

Dentro del proceso del referéndum, organizado por ustedes, para la aprobación o rechazo de esta propuesta, una de las grandes equivocaciones de estos pseudo políticos de la actualidad, utilizando un tal MEMORANDUM, donde la amenaza y miedo si apoyaban el NO, se aplicó a vista y paciencia entre otras cosas por ustedes; desconozco si hubo agradecimientos a sus nombramientos como magistrados, y que ustedes, al entonces vicepresidente de la República Kevin Casas, lo han declarado inocente; el diputado Fernando Sánchez, persona sin vergüenza no me interesa, pero esta decisión de ustedes si es lamentable; les importó poco o nada las amenazas y temores a trabajadoras y trabajadores humildes de fábricas y empresas, que si votaban por el NO, perderían sus únicos ingresos para poder sobrevivir… que vergüenza señores si es que puedo calificarlos así, no sé si dentro del plano político existen deudas por parte de ustedes, pero para la parte pensante de la ciudadanía y la historia… SI QUEDAN EN DEUDA; QUE DIOS LES PERDONE, porque la historia, estoy seguro, algún día se los va cobrar.

Prof.Tony Garcìa Pérez
Productor radial y Productor pensionado

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