San José, 9 de abril de 2008.
Señor
Fernando Herrero Acosta
Regulador General
Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP)
Su Despacho
Estimado señor:
Luego de saludarle de la manera más atenta, le agradecemos la prontitud con que ha atendido nuestra solicitud de ser recibidos por su autoridad, aunque para mayor sinceridad, pretendíamos conversar antes de la resolución del día de ayer, martes 8 de abril de 2008, que fijó las nuevas tarifas del servicio de electricidad, en una proporción que, según nuestra visión, resulta abusiva y que, por ende, dejamos constancia de nuestro rechazo contundente ante tal decisión.
Las nuevas tarifas siguen representando un duro golpe al bolsillo de las personas asalariadas, de los y las costarricenses que se desenvuelven en el sector informal, de las micro, pequeñas y medianas empresas, del campo y de la ciudad. Es decir, estamos hablando de un incremento tarifario que golpea la situación económica de la abrumadora mayoría de la población nacional.
Pese a la situación generada luego de la fijación tarifaria del día de ayer, como organizaciones representativas de un elevado número de trabajadores y de trabajadoras y, con la certeza de que estamos recogiendo un profundo sentir ciudadano que ve en la reciente alza en la electricidad, solamente la punta del iceberg de un proceso ascendente de corto plazo en el precio del servicio eléctrico. Según indicó usted mismo, en el comunicado oficial de la ARESEP a propósito de esta alza, “Se prevén tarifas altas en los próximos años. Ya no hay electricidad barata”. Este proceso es derivado de las políticas neoliberales en boga, incluido del TLC y, por ende, del mayor impulso a la ingerencia privada en su prestación.
Apunta usted el asunto de un “auge económico”, como aspecto destacable de la difícil situación energética del país; pero, a la vez, la ARESEP otorga un aumento proporcionalmente mucho menor, a favor de los sectores productivos que, precisamente son lo que están en “auge económico”, en detrimento del interés de los hogares de familias trabajadoras, por ejemplo.
En realidad, no nos toma por sorpresa esta decisión suya, ya de por sí anunciada; es, pues, el fin del principio solidario de subsidios en la tarifa eléctrica a favor de los sectores más desposeídos y residenciales. Ahora, por el contrario, son las tarifas eléctricas de los hogares de la clase trabajadora quienes subsidiarán la tarifa eléctrica del sector industrial, para que éste no pierda “competitividad”.
Otro aspecto destacable de la decisión en comentario, se refiere a que el funcionamiento de las plantas térmicas del ICE sufre el alto precio de los combustibles; pero en realidad, este argumento no es del todo sostenible porque la carga fiscal aquí inmersa es exagerada. No menciona usted que un 30 % de los altos costos de los combustibles, son impuestos del Gobierno que no tiene nada ver con el precio internacional del petróleo y sus derivados.
Por otro parte, lo que realmente nos dejó perplejos de los argumentos de su resolución, es que “el país arrastra un rezago en las inversiones necesarias para aumentar la generación de energía con fuentes renovables”; cuando la realidad indica que fue usted mismo, los últimos gobiernos y la autoridad perpetua del Banco Central de Costa Rica, así como las mismas cámaras empresariales que ahora pegan el grito al cielo por la alta tarifa eléctrica; quienes estuvieron sistemáticamente bloqueando durante los últimos años las inversiones que necesitaba el ICE, precisamente para evitar la situación que hoy estamos enfrentando con esta alza. Para muestra un botón: Se estuvo atrasando, deliberamente, el proyecto hidroeléctrico Pirrís, mismo que debió entrar en operación en el 2007, debiendo ser postergado para el 2010.
Además, es necesario indicar que tal situación obligó al personal del ICE a desarrollar la huelga del año 2003, precisamente contra ese bloqueo, movimiento que duró 22 días.
Nos preocupa sobremanera la ausencia de mención en su resolución, de la carga tributaria del 13 % del impuesto sobre las ventas que pesa sobre la tarifa eléctrica, lo cual aumento el impacto de la reciente alza.
Igualmente, es de resaltar la ausencia de la mención a la alta carga económica de la cogeneración privada de electricidad que ya se “traga” el 22 % del presupuesto general del sector eléctrico del ICE, aproximadamente ¡66 mil millones de colones! (66.000.000.000.oo), cuando produce un promedio de 14 % de la energía eléctrica consumida en el país.
Por tanto y considerando que el escenario completo del ajuste tarifario indicado debe contemplar los elementos que su resolución no consignó¸ planteamos ante su despacho las siguientes proposiciones que buscan, de manera alternativa, la preservación de la histórica preocupación solidaria que siempre animó la política en cuanto a las tarifas eléctricas.
Primera propuesta: La ARESEP debe formular al Poder Ejecutivo, formal planteamiento para eliminar la carga tributaria del 30 % del precio de los combustibles, que consume el ICE para la generación térmica.
Segundo propuesta: La ARESEP debe formular al Poder Ejecutivo, formal petición para eliminar la carga tributaria del 13 % del impuesto sobre las ventas, a las tarifas eléctricas iguales o menores a 400 kilovatios; medida que constituirá un estímulo al ahorro energético.
Tercera propuesta: Los contratos de cogeneración eléctrica privada que van venciendo, deben eliminarse; ó, como mínimo, ser renegociados para que los nuevos precios de compra cubran solamente gastos de operación y mantenimiento, dado que hubo ya un enriquecimiento más allá de la lógica rentabilidad de la inversión realizada.
Muy respetuosamente,
Fabio Chaves Castro
ASDEICE
Luis Chavaría Vega
UNDECA
Albino Vargas Barrantes
ANEP
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