El chofer de autobús, la empleada de fábrica, el obrero agrícola bananero-piñero, la dependiente de tienda, el oficial de seguridad privada, el trabajador del comercio, la salonera, el obrero de la construcción, el peón agrícola, la profesional, el técnico, el taxista, etc., etc.; ninguno tiene responsabilidad por el presunto desastre financiero que agobia al sistema de pensiones de la Caja, el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Ninguna persona trabajadora del Estado y sus servicios públicos, ¡tampoco!… a excepción de 18 que están denunciadas en el Ministerio Público por una especie de presunta “mala praxis financiera” en el manejo de IVM-CCSS lo que habría producido que el mismo dejara de percibir un millón de millones de colones, ¡un billón!; cantidad extraordinariamente gigantesca que pretenden cobrarle a usted que nada tuvo que ver en este problema. Tal cifra podría ser mayor.
Del conjunto de esas 18 personas que tendrían que explicar mucho sobre las razones por las cuales ahora pretenden concretar la rebaja salarial generalizada del 1% (aunque sea en tractos siempre es el 1%), destacaremos seguidamente 6 que siguen en fuertes posiciones de poder en la Caja como si nada hubiera sucedido.
1) Luis Guillermo López Vargas que estaba en ese puesto y que sigue siendo, ¡inexplicablemente!, el director actuarial de la Caja y que pareciera ser la pieza más importante en toda esta triste historia.
2) José Alberto Acuña Ulate: gerente administrativo de la Caja al momento la crisis y ahora a cargo de la Dirección Administrativo-Financiera de esa Gerencia de Pensiones.
3) Gustavo Picado Chacón: Era el director de Gestión y Administración de Personal de la Caja y ahora es el gerente financiero.
4) Manuel Enrique Ugarte Brenes: Era el gerente financiero al momento de los hechos y hoy está pensionado.
5) Ileana Balmaceda Arias: era la presidenta ejecutiva de la Caja cuando se tomaron esas controversiales decisiones financieras sobre IVM y hoy está a cargo de la Dirección Médica del Hospital San Juan de Dios.
6) Dinorah Garro Herrera: gerente de Pensiones en aquel momento y hoy gerente de Logística.
Por otra parte, resulta condenable que ahora 7 de los 9 directivos actuales de la Caja hayan decidido castigar a la clase trabajadora del país poniéndole a pagar un 1% de su salario total mensual; a sabiendas perfectamente de que falta muchísimo, demasiado por auscultar sobre las verdaderas razones del presunto colapso en las finanzas de IVM-CCSS; y que todas esas personas de alta responsabilidad jerárquica que continúan en esos relevantes puestos de la Caja están pendientes de explicar su papel en todo esto ante el Ministerio Público.
Tenga usted presente los nombres de las 7 personas directivas de la Caja que prefieren golpearle a usted en su congelado salario, antes de demandarle cuentas a las 6 que hemos citado y que no deberían estar en esos altos puestos hasta que todo hubiera sido aclarado.
Contra usted votaron: María del Rocío Sáenz Madrigal, presidenta de la Caja junto al otro representante del Estado-Gobierno, el Dr. Óscar Ricardo Fallas Camacho. También votó contra usted el representante (¿?) de las cooperativas, José Luis Loría Chaves. Se sumó a la votación contra usted la persona representante del solidarismo, Mayra del Carmen Soto Hernández.
Y como era lógico suponer, los tres personeros del gran empresariado nacional: Marielos Alfaro Murillo (exdiputada del Movimiento Libertario), Renato Alvarado Rivera y Adolfo Gutiérrez Jiménez.
A su favor y para que usted no sufriera esa rebaja salarial injusta del 1%, votó don Mario Devandas Brenes, representante del sindicalismo; y el señor Rolando Barrantes Muñoz, representante del Estado-Poder Ejecutivo.
Así las cosas, el escenario está muy bien definido para que usted entre en escena. Solamente un gran movimiento de presión, extendido y unitario, hará posible que triunfe la justicia y que se derrote a la impunidad. En todo esto hay mar de fondo y algo huele a podrido en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Estamos a tiempo de cortar las manzanas podridas para que todo el árbol no se infeste y el mal no llegue a sus raíces. ¡Usted tiene la palabra!