El TLC se decidirá en las urnas… la “Agenda Complementaria”, en las calles

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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La esencia, la sustancia de ese TLC lo constituye la llamada “agenda complementaria”, o sea, la serie de proyectos que representan la razón de ser de este TLC. Dentro tales proyectos, destacan las privatizaciones, vía apertura, del ICE y del INS; el tema de propiedad intelectual (asegurar los negocios con las medicinas de la Caja y con los agroquímicos); así como el patentamiento de semillas y de las diversas especies vegetales.

Los hermanos Arias han sido claros al indicarnos que estos proyectos no tienen relación alguna con el resultado del referéndum sobre el TLC, previsto para el 7 de octubre. En el principal diario de la oligarquía neoliberal, “La Nación S. A.”, el 9 de mayo anterior, Oscar Arias manifestó que “el Gobierno seguirá empujando los proyectos de la agenda de implementación del TLC aunque triunfe el no en el referendo para aprobar o rechazar el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Centroamérica, Dominica y Estados Unidos”.

Por su parte, en la página 6 de La Prensa Libre, del 4 de mayo pasado, leemos: “Se le consultó a Rodrigo Arias cuál sería el destino de la agenda de implementación en caso de que ganara el no en las urnas. El Ministro afirmó que la agenda de implementación se mantendrá en la Asamblea Legislativa, independientemente de cuál sea el resultado el día del referéndum. Según dijo, los proyectos contemplados dentro de la agenda son necesarios…”.

Aquí queda claro que al régimen de los hermanos Arias Sánchez no le interesa el TLC, sino la “agenda complementaria”, que, finalmente, será la que posibilite la realización de los anhelados negocios con telecomunicaciones, energía, seguros comerciales, medicamentos, agua y agricultura.

En la amplia coalición opositora al TLC debemos tomar debida notificación de que una cosa muy distinta es cómo ha de resolverse este asunto en el referéndum del 7 de octubre; y otra, radicalmente diferente, es el destino que tengan los proyectos de la llamada “agenda complementaria” del TLC. Por eso es que podemos afirmar, contundentemente, que la suerte final del TLC se decidirá en las urnas; pero, la suerte final de los proyectos de la “agenda complementaria” (donde está la “carnita” del tratado), se definirá, definitivamente, en las calles.

Esto es sumamente necesario manejarlo con toda claridad, considerando que son muy fuertes los rumores de que la Sala Cuarta, por segunda vez, estaría sirviendo a los intereses de la oligarquía neoliberal, al declarar en próximas días, que el TLC defendido por el régimen de los hermanos Arias Sánchez, no tendría inconstitucionalidades, ni por la forma ni por el fondo. Si esto fuera así y considerando las debilidades de un tribunal electoral con vergonzosos signos de parcialidad, la esencia del TLC se resolverá por los mecanismos originales con los cuales arrancó toda esta lucha hace ya casi cinco años: la Democracia de la Calle.

Enhorabuena que el TLC y el referéndum nos ha llevado a construir la más grande coalición de sectores políticos, económicos y sociales de los últimos sesenta años, materializada en cientos y cientos de comités patrióticos provinciales, cantonales, distritales y de barrio, los cuales son ya una incontenible fuerza cívica de enorme patriotismo; fuerza que está lista para atender el llamado a las urnas y para atender el llamado a las calles.

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