La llegada del aguinaldo a los hogares de las familias trabajadoras asalariadas con empleo formal, representa un leve respiro económico en momentos en los cuales la carestía del costo de la vida ha generado restricciones severas en el consumo, alto endeudamiento y no pocas incertidumbres sobre el futuro inmediato.
Sin embargo, sentimos que es posible un pequeño desprendimiento de profundo carácter solidario y aun en medio de la estrechez económica de quien depende de un salario para vivir, extender la mano como gesto de ayuda para con quienes viven momentos difíciles como nuestros compatriotas limonenses.
Tengamos presente que, como siempre es así, es la gente humilde, la gente del pueblo, la gente excluida de los beneficios del crecimiento económico, la que sufre las consecuencias de este tipo de tragedias. En fin, son nuestros iguales y nuestras iguales, gente como uno, la que necesita de nuestra modesta pero valiosísima ayuda solidaria.
San José, domingo 30 de noviembre de 2008.
Albino Vargas Barrantes
Secretario General