Se hacen algunas afirmaciones, carentes de toda verdad, sobre la libertad de expresión en mi país, que estamos obligados a desmentir.
En esta campaña de difamación e injuria, ahora afirman que hemos “cerrado” 34 emisoras de radio. Al respecto, déjenme decirles que en la República Bolivariana de Venezuela existe un Estado de Derecho y de Justicia, que el Gobierno del Presidente Hugo Chávez Frías respeta y hace cumplir.
En torno de este supuesto cierre, informamos que el Estado venezolano, a través de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL), no hizo otra cosa que dar cumplimiento a lo estipulado en el ordenamiento legal que regula el otorgamiento de concesiones o permisos para el funcionamiento de las emisoras de radiodifusión en Venezuela, norma jurídica que no sólo existe en Venezuela sino en la mayor parte del mundo.
En tal sentido, tal como se expresa en el Editorial del Diario La República, del día de hoy martes 4 de julio de 2009: “La actual polémica comenzó cuando 240 emisoras, de un total de unas 750, ignoraron una citación de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones para actualizar sus datos y revisar el estado de su concesión, y quedaron, según el organismo, fuera de la legalidad”.
CONATEL logró determinar la existencia de un gran número de irregularidades e ilegalidades en la tenencia y uso de algunas de esas concesiones. Entre otras, cabe destacar, la existencia de concesionarios fallecidos y que otra persona, de manera ilegal, estaba explotando la concesión; se determinó, igualmente, que algunos concesionarios no solicitaron la adecuación de su concesión al ordenamiento legal vigente, en el período establecido.
Los explotadores de estas concesiones se negaron reiteradamente a acudir a CONATEL para regularizar la situación de la concesión que usufructuaban.
Es necesario puntualizar que la justicia en Venezuela se ejerce con imparcialidad y transparencia, tal y como lo establece nuestra Constitución Bolivariana, y asimismo, nuestro gobierno actúa en estricta correspondencia y respeto a los tratados internacionales suscritos por la República, en esta materia.
Venezuela ha cambiado y no hay vuelta al pasado. El pueblo venezolano es soberano. No hay forma ni manera de callarlo. En cada esquina de cada barrio, en cada pasillo de cualquier centro educativo, en cualquier centro comercial, en el más recóndito lugar que usted pueda imaginar, la voz del pueblo se siente, se escucha, se toma en cuenta. Porque Venezuela ahora es de todos.
Nuestra democracia no es de privilegiados.
Precisamente, por ello, pueblo y gobierno avanzamos juntos en la democratización del espectro radioeléctrico venezolano para ponerlo al servicio de la colectividad, ya que la construcción de nuestra democracia participativa y protagónica requiere de un pueblo verdaderamente informado.
Nuestra democracia tiene el aroma y el sabor que le impregna la herencia que nos legaron nuestros libertadores.
La memoria de Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, José Leonardo Chirinos, Alberto Lovera, Fabricio Ojeda y de tantos otros héroes nacionales, no podrá ser callada.
Hermanos costarricenses, al informar a ustedes de esta nefasta campaña desatada contra el pueblo y el gobierno venezolanos, lo hacemos para alertarlos de un nuevo plan golpista que se está fraguando contra nuestro país y su gobierno revolucionario.
La intentona golpista contra el Presidente Álvaro Colón, en Guatemala; el golpe de Estado contra el Presidente Manuel Zelaya, en Honduras; el plan desestabilizador que se ha adelantado contra el Presidente Evo Morales, en Bolivia; la campaña de difamación e injuria desatada contra el Presidente Rafael Correa, en Ecuador y el Presidente Daniel Ortega, en Nicaragua; el incesante hostigamiento, a través del bloqueo, al noble pueblo y gobierno cubanos; y la planificación de este golpe mediático contra el Gobierno Revolucionario de Hugo Chávez Frías, en la Patria de Simón Bolívar, no son casualidades. Ellas forman parte de un plan del imperio, en alianza con los sectores más oscurantistas y reaccionarios de nuestros países, para detener los cambios que se están produciendo a favor de los más necesitados, de los excluidos de siempre y de los que nunca tuvieron una oportunidad.
Se quiere matar la integración basada en la cooperación solidaria. Se quiere matar el ALBA. Se quiere acabar con la Misión Milagro. Se quiere aniquilar la esperanza y los sueños de nuestros pueblos de alcanzar su felicidad, su soberanía, su libertad.
Hermanos costarricenses no lo permitamos. Es la hora de los pueblos que aman su libertad.
San José, 04 de agosto de 2009.
Nelson Pineda Prada
Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Costa Rica