Un segundo cierre técnico está a punto de enfrentar el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), debido a la mala situación económica que atraviesa. Ese es el panorama que vaticina el Sindicato de Trabajadores-seccional ANEP ante lo que asegura es inminente que ocurra por sus finanzas deficitarias.
“Los rumbos que está tomando la institución son muy preocupantes, están encaminados mucho a que se den circunstancias iguales a las que se dieron en el primer cierre técnico”, comentó Javier Moreira, uno de los miembros de la directiva del Incofer, acompañado de sus compañeros Jorge López y Carlos Madriz.
Para ellos el hecho de que se esté extendiendo el ferrocarril a actividades que no son rentables, como es el servicio de transporte de pasajeros, sumado a tres años de una misma tarifa, que representa unos ¢400 millones de pérdidas por año.
A esto se suma que “se abre un servicio de tren a Alajuela con los mismos equipos que están desgastados, que ya dieron prácticamente toda el alma en la vía, entonces estamos yendo a Alajuela con una tarifa a Heredia que ya es deficitaria”, explicó López.
A esta situación se suma el hecho, también denunciado por el propio presidente de la institución, Cristian Vargas, que la ley de fortalecimiento del Incofer no está dando resultados porque venía sin recursos.
“Nos estamos encaminando a un colapso económico que redundaría en un cierre”, agregaron los miembros del gremio.
Esto ha sido llevado hasta la presidencia de la institución, que los ha escuchado, pero la situación no se corrige y todo apunta a que no variará en un futuro cercano.
Incluso aseguran que en múltiples ocasiones han pedido tener un representante en la junta directiva del Incofer para presentar su propuesta, pero no ha sido posible.
AUMENTO DE IMPUESTOS
En medio de esta situación, recientemente el diputado Marco Redondo con apoyo del gobierno presentó un proyecto de ley mediante el cual pretende aumentar impuestos que sirvan para inyectar recursos al ferrocarril.
“Lo que estamos planteando es financiar la iniciativa que se tenía para el tren rápido de personas con este proyecto, que dicho sea de paso estaba integrado con el que se convirtió en ley de fortalecimiento del Incofer, pero que fue eliminado durante las discusiones”, explicó.
Más específicamente lo que se pretende es realizar un aumento al impuesto al ruedo, que es una parte del marchamo, un incremento en los peajes y en el impuesto de importación de vehículos.
“Estos son aumentos escalonados, significa que hay una graduación donde el vehículo más caro pagará más y el más cómodo pues menos, mientras que los peajes aumentarían un 5%”, agregó.
Lo mínimo que aumentaría para un carro que cueste ¢450 mil o menos es ¢27 mil y de ese valor en adelante será un porcentaje hasta un vehículo que cueste más de ¢7,5 millones, que aumentará un 4,2%.
Redondo reconoce que la idea es bajar la cantidad de carros que circulan por las calles, disminuir las presas y bajar contaminación, pero incentivando un buen servicio de transporte público.
“Queremos desincentivar el uso de los carros, hay ciudades como Japón en donde hasta los grandes ejecutivos llegan por medios públicos y el privado es para recreación, fines de semana y situaciones así”, comentó.
De momento la iniciativa de ley apenas empieza su camino, ya que fue presentada recientemente y habrá que ver qué panorama enfrenta en la Asamblea Legislativa.