El Gobierno de la República, su grupo parlamentario y las otras fracciones legislativas vienen sosteniendo reuniones para pactar un paquete de impuestos que, supuestamente, atienda el grave problema del déficit; tema éste ampliamente abordado por la ANEP en los últimos tiempos y que nos permitió esclarecer, de manera contundente, que no hay relación alguna entre el déficit fiscal y los salarios devengados por quienes laboran para el sector Público. Nadie, ni siquiera los extremistas ideológicos neoliberales, nos han desmentido.
Sin embargo, en esas conversaciones actualmente en desarrollo, el Gobierno tiende a ceder a las histéricas vocerías diputadiles que, fanáticamente, han venido impulsando agresiones a derechos salariales, laborales y sociales del empleo público desde que empezó a funcionar la presente Asamblea Legislativa, en mayo de 2014.
Los grupos diputadiles afines al pensamiento neoliberal (básicamente de los partidos Liberación y Unidad, el arcaico PLUSC), insisten en imponerle al Gobierno que, si éste quiere impuestos para reducir en algo el crecimiento del déficit fiscal, entonces, que debe ponerse en la pira del sacrificio obrero varios pluses, como el de la dedicación exclusiva y el de la prohibición, más otros que podrían ser incluidos en esas negociaciones. También se tocaría el tema de las anualidades.
Una vez que se hayan aprobado “regulaciones” para este tipo de pluses (¿y otros?), entonces, el Gobierno obtendría “su parte”: subirnos el impuesto de ventas, convirtiéndole en valor agregado, del 13 al 15 %; y, un “poquitín” en variaciones en cuenta al tributo de rentas para, presuntamente, darle al mismo unas migajas de progresividad. ¡Nada más alejado de la realidad!
ANEP, por otra parte, no puede dejar de pensar en que el escándalo del cementazo pueda ser instrumentado para fortalecer una posición chantajista en contra del empleo público, habida cuenta de que el Gobierno se ha debilitado por esta situación que tiene en vilo a la opinión pública.
ANEP reitera su oposición rotunda a la mezcla tóxica, socialmente irresponsable, de relacionar el empleo público con el déficit fiscal; de utilizar, de manera perversa, el tema de los pluses salariales para imponer más impuestos a la clase trabajadora; y, lo que es realmente repugnante y censurable, que se estuviera creyendo que por el tema del escándalo del cementazo, la coyuntura es propicia para atacar los salarios de la clase trabajadora del sector Público.
ANEP formula un vehemente llamado para que, nuevamente, nos pongamos en alerta contra lo que se fragua en esas negociaciones gobierno-fracciones (y subfracciones) parlamentarias; ANEP formula un especial llamado a todos los grupos profesionales (incluidos los municipales) para que se pongan en alerta y, a su vez, impulsen un accionar crítico con relación a los diferentes gremios que les aglutinan.
ANEP, a su vez, alerta al pueblo trabajador de que es imposible creer que una vez aprobado un ataque de ley a los salarios de los empleados públicos, los partidos al servicio del capital, estén dispuestos a aprobar modificaciones en el impuesto sobre la renta, por más “light” que sean los cambios que se propongan al mismo. Peor aún, nos atornillarán con el de ventas del 13 al 15%, el más injusto de todos los impuestos.