Cuando creíamos que todo estaba “_perdido_” y el asunto, prácticamente, todo el mundo lo había olvidado, la persistente y sistemática acción de la ANEP, hizo que el tema cogiera gran notoriedad y que el asunto se posicionara políticamente: ¡Sí!, había una deuda salarial con el personal de la Policía Penitenciaria, correspondiente a los primeros nueves meses del año 2009, cuando hubo una actualización del Manual de Puestos, como parte del proceso de homologación a la Fuerza Pública.
Al principio, el Gobierno no quería aceptar que esa plata había que pagarla. Se hicieron innumerables gestiones y hasta hubo que acudir a la fuerza organizada de la Policía Penitenciaria y, ¡se logró! El Gobierno cedió y firmó con la ANEP, aceptando la deuda e indicando que la pagaría. Hasta aquí todo iba bien.
Sin embargo, surgió un escollo legal: la Procuraduría General de la República indicó que este tipo de deudas salariales, producto de manuales de puestos, necesitan de una ley específica cuando esa deuda tiene efectos retroactivos a la entrada en vigencia del manual. Ese el caso nuestro. Por más huelga que hiciéramos, tal problema legal solamente se puede resolver con la intervención de la Asamblea Legislativa (aprobando una ley específica). Dichosamente, la ANEP no está en manos de aventureros extremistas y no quisimos, en ese momento, llevar a los compañeros y a las compañeras de la Policía Penitenciaria a una huelga indefinida de consecuencias imprevisibles.
Nos pusimos a trabajar en lo del proyecto de ley. Durante muchas semanas gestionamos en Casa Presidencial, en la Asamblea Legislativa, en la Imprenta Nacional, en el Ministerio de Hacienda. Hablamos con diputados y diputadas de, prácticamente, todos los partidos políticos, visitando muchas veces los pasillos parlamentarios; llamadas telefónicas que van y vienen, correos electrónicos una y otra vez, reuniones aquí, reuniones allá, etc. El objetivo se logró: El proyecto para que nos paguen es el Expediente Legislativo No. 18.242, tramitándose ahorita en la Comisión de Gobierno y Administración, e incluso, llegó hasta ser incluido por el Poder Ejecutivo (Gobierno), en la agenda parlamentaria del período legislativo de sesiones extraordinarias que empezó el pasado 1 de diciembre y que vencerá el próximo 30 de abril.
Pero, en el camino, apareció otra “_gran piedra_”: el Plan Fiscal, el paquetazo de impuestos que el Gobierno quiere que se le apruebe y que es un asunto ya de enorme conocimiento en la opinión pública nacional. Durante las últimas semanas, ese ha sido el tema único, por excelencia, del debate parlamentario y nuestro proyecto 18.242 ha sido “_víctima_” de forcejeo politiquero en torno al tema del plan fiscal.
Ahora, vamos de nuevo. Con todo. Con usted, otra vez. Necesitamos de su poder, del poder de la unidad de la Policía Penitenciaria para que el proyecto se apruebe antes del próximo 30 de abril. La Asamblea Legislativa reanuda sus funciones este lunes 16 de enero de 2012 (siempre en período de sesiones extraordinarias) y necesitamos presión para dos cosas.
La primera: Para que el Poder Ejecutivo mande, nuevamente, a conocimiento de los diputados y de las diputadas ese expediente No. 18.242. Ya lo hizo una vez (luego del 1 de diciembre). Ahora lo puede hacer de nuevo. La segunda: Que se apruebe, definitivamente, ese expediente legislativo No. 18.242, dando paso así al surgimiento de la ley que autoriza el pago de la deuda que nos deben; deuda que, en conjunto, es de 700 millones de colones, como ya sabemos.
Reconocemos que ha habido algunas inconveniencias en comunicarnos con usted, tanto como es debido. Autocríticamente hemos fallado en ello pero a partir de este comunicado, pretendemos enmendar nuestro desatino. Ocurrió que el asunto, como ven, se volvió sumamente complicado. Sinceramente, pedimos disculpas. Sin embargo, creemos que no es justo olvidar que fue la ANEP la que lanzó esta lucha cuando, repetimos, nadie daba un cinco por ella. “_Enojarse_” con el sindicato y, peor todavía, amenazar con la desafiliación es injusto.
Llamamos a la reflexión al respecto, respetuosamente; especialmente, en estos históricos momentos de la Crisis del Sistema Penitenciario Nacional cuando se deben dar nuevas luchas para preservar nuestras propias vidas y para que nuestra labor se dignifique plenamente. En conclusión: LA ANEP SÍ HA CUMPLIDO. Los problemas políticos nacionales apuntados han generado tropiezos difíciles para que la plata nos llegue y se nos cancele lo que se nos debe. Estamos en una nueva ofensiva para el logro de nuestra meta. Pero le necesitamos a usted. Su poder, su presencia, su entusiasmo, su fuerza, la fuerza de toda la Policía Penitenciaria tiene que hacerse sentir de nuevo.
Alístese, porque además, el ridículo y humillante “_reajuste_” salarial general, como ya usted tiene conocimiento, nos golpea duramente y nos obliga a responder con mucha gente más unida a estas causas. ¡¡¡Alístese!!! Quien le debe la plata a usted, es el Gobierno. No la ANEP. Enójese con el Gobierno y salga a la calle con nosotros, próximamente.