El Presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera, ha anunciado con bombos y platillos que el proyecto de presupuesto “general de la República” para el 2016, será el más “austero” en los últimos 10 años, pues apenas tendrá un “imperceptible”crecimiento del 0.5 % con respecto al del 2015.
Además, anunció que antes de su llegada al parlamento, prevista para mañana martes 1 de setiembre, ese proyecto de presupuesto “general de la República” ya fue recortado (“macheteado”), en casi 400 mil millones de colones. Exactamente, 384.650 millones de colones, equivalentes a un 1.40 % de Producto Interno Bruto (PIB).
Desde la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), integrante del Colectivo Sindical Latinoamericanista PATRIA JUSTA, indicamos a la opinión pública nacional, al personal de los servicios públicos cubiertos por ese presupuesto “general de la República”; así como a la población usuaria de los mismos, especialmente aquella que más ocupa de ellos por sus condiciones de vulnerabilidad y exclusión social, lo siguiente:
PRIMERO: En realidad, no se trata del presupuesto “general de la República”. La Asamblea Legislativa solamente tiene incidencia en el 40 % de la presupuestación general anual de todo el Estado. El otro 60 % se tramita, en discrecionalidad, por la “poderosa”Contraloría General de la República (CGR). Debería llamarse, lo que llega mañana al parlamento, el presupuesto “general de la Administración Central del Estado”.
SEGUNDO: Reiteramos nuestra más rotunda oposición a los recortes de carácter irreflexivo, irresponsable, irracional y desestabilizadores. Especialmente, nos enfocamos en los siguientes ámbitos de política pública que ya han venido sufriendo este tipo de recortes y que más “macheteadas” presupuestarias de esta naturaleza, harán crisis total en la prestación de importantes servicios públicos destinados, supuestamente, a combatir la exclusión y la desigualdad. Veamos estos ejemplos:
El deterioro de la atención de los chiquitos que se atienden en los CEN-CINAI
La naturaleza violenta que muestra ya el deterioro del Sistema Penitenciario Nacional, haciendo dramática la convivencia intramuros carcelarios, tanto para su personal como para la población privada de libertad, agravándose con más recortes.
Los riesgos de profundizar deterioro en programas de atención primaria y preventiva en Salud, especialmente los de la cartera ministerial de Salud; en zonas altamente vulnerables, como las costeras y las fronterizas, mismas que están excluidas de los beneficios del crecimiento económico; regiones en las cuales se manifiestan enfermedades que el país había ya erradicado.
El aumento de los riesgos de convivencia civil en comunidades vulnerables y marginadas, por el deterioro presupuestario de la Seguridad Ciudadana (Fuerza Pública); comunidades que según nuestra perspectiva vienen “mexicanizándose”.
El incremento de la debilidad de la política pública en cuanto a control migratorio, pues la carenciada situación de financiamiento presupuestario, especialmente en cuanto a la necesidad de más recurso humano.
La “matazón” en las carreteras nacionales seguirá generando gran dolor y enormes costos pues el debilitamiento de la política pública en materia de seguridad vial (Policía de Tránsito), llega ya a niveles intolerables.
Más recortes presupuestarios en los ya extenuados programas institucionales de los parques nacionales y de las áreas de conservación, arriesgan su propia existencia y la economía turística que generan.
TERCERO: En tal sentido y como primera acción, tocaremos las puertas de la Defensoría de los Habitantes de la República, para que su jerarca, Monserrat Solano Carboni nos ayude a auscultar la profundidad y la gravedad de recortes (los que ya hizo el Poder Ejecutivo y los que podrían darse en el seno de la Comisión de Asuntos Hacendarios de la Asamblea Legislativa). Nos motiva a acudir a esta entidad, los contenidos de la nota que con fecha 19 de mayo de 2015 (su oficio DH-0338-2015), la indicada funcionaria le dirigió a Helio Fallas Venegas, Ministro de Hacienda, en torno a toda esta problemática.
CUARTO: Es imperioso que el país sepa con toda claridad cuál es el nivel de endeudamiento que Costa Rica tiene en estos momentos; cuál es la realidad del principal y cuál es el monto de intereses a pagar durante el 2016 en ese presupuesto “general de la República”. Necesitamos saber qué estamos sacrificando para honrar una deuda y unos intereses, verdaderamente expoliadores, de las finanzas del Estado.
QUINTO: Realizaremos nuestro mayor esfuerzo por informar plenamente para un involucramiento activo tanto a los grupos sociolaborales afectados por estos recortes, de la población usuaria de los mismos y de otras organizaciones de diversa naturaleza; buscando una gran unidad civil, al menos en la acción, para enfrentar esta difícil coyuntura; coyuntura que, esencialmente, tiene fundamento en un sistema tributario integralmente regresivo que castiga a los que menos tienen y los que no tienen ninguna responsabilidad en ello, con esto del déficit fiscal.