Estimado señor Presidente de la Asamblea Legislativa:
Estimadas señoras y señores, jefas y jefes de fracción parlamentaria:
1 – Luego de saludarles de la manera más respetuosa nos dirigimos a ustedes para solicitarles, oficialmente y por esta vía, ahora que ha iniciado la cuarta legislatura del período constitucional parlamentario 2010-2014 y con la apertura del período de sesiones ordinarias correspondiente a la misma (1 de mayo de 2013-31 de julio de 2013); que se convenga darle el debido trámite al expediente legislativo No. 17.695, “Ley de Pensiones de los Cuerpos Policiales del Ministerio de Gobernación y Policía y Seguridad Pública”; tal y como fuera indicado por los cientos de efectivos de la Fuerza Pública que el pasado día lunes 22 de abril de 2013 se manifestaron públicamente para, entre otras reivindicaciones, solicitar al parlamento costarricense la conversión en ley de la República de tal proyecto.
2 – De la misma manera formulamos por esta vía petición oficial para que al título del indicado expediente legislativo se agregue la siguiente frase: “y del Ministerio de Justicia y Paz”, de tal suerte que quede comprendido el acceso a esa eventual nueva ley de quienes son servidores y servidoras de la Policía Penitenciaria de nuestro país.
3 – Así que, previa tramitación de la moción necesaria que por esta vía les estamos solicitando impulsar, el expediente legislativo No. 17.695 pasaría a denominarse “Ley de los Cuerpos Policiales de los ministerios de Gobernación y Policía, de Seguridad Pública y de Justicia y Paz”.
4 – La Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), próxima a cumplir 55 años de fundada, presenta un expediente de lujo en la defensa y promoción de los derechos laborales y de búsqueda de mejores condiciones salariales y de empleo para el personal de la Policía Penitenciaria de Costa Rica.
5 – En concreto, la ANEP tiene ya 30 años de acciones de lucha sostenida en tal dirección y por ello, como reconocimiento a este gran compromiso social, totalmente transparente (dado que no está permeado por intereses político-partidistas de ninguna especie y porque tampoco responde a ideologías extrañas y extremistas; y, mucho menos, a intereses oportunistas de carácter lucrativo y de “negocio” laboral); es que esta organización se ha ganado la confianza, el respeto y el cariño de la abrumadora mayoría de quienes son servidores públicos asalariados integrantes de la Policía Penitenciaria.
6 – La ANEP, hoy por hoy, una organización laboral de amplio reconocimiento ciudadano, no es ningún “sindicato artificial” y, por ello es que ostenta una incuestionable legitimidad para abogar por el bienestar de ese estratégico personal al servicio de la Seguridad Ciudadana en el cuido de las prisiones del país.
7 – “Calificados estudios realizados en otros países, por ejemplo, demuestran que a partir de los 40 años de edad, el o la policía muestra un deterioro físico significativo, reduciendo, paulatinamente, su capacidad de recuperación ante el desgaste que implica la labor policial; misma que genera problemas físicos frecuentes como molestias en la columna, las várices, esguinces y quemaduras, afecciones en el aparato respiratorio, alteraciones gastrointestinales, dolores de cabeza, cansancio crónico, alergias, dolencias cardiovasculares y hepáticas, entre otras”. Esta caracterización se lee en la exposición de motivos del indicado expediente legislativo en su versión original y fue elaborada pensando, básicamente, en las condiciones de un policía de la Fuerza Pública luego de que llegue a los 40 años de edad.
8 – No obstante, prácticamente, es el mismo cuadro que puede presentar un compañero o una compañera de la Policía Penitenciaria al llegar a esa edad; además, de que en el caso de la labor de seguridad de las cárceles el deterioro psicoemocional puede ser inmensamente mayor, dado que por la estructura horaria de tal servicio público, se puede afirmar que del total de la vida laboral al servicio de la seguridad penitenciaria, exactamente la mitad es de “internamiento carcelario”, casi como lo vive la persona privada de libertad.
9 – Adicionalmente, el cambio cualitativo que muestra la actividad delicuencial de hoy en día, por razones que luego se pueden exponer ampliamente ante ustedes, señores diputados y señoras diputadas, pero que no son desconocidas para nadie; obligan a que el país reflexione sobre la conveniencia de tener a sus policías penitenciarios en condiciones de tercera edad, en tan delicadas labores. Es más que claro que en el caso de la Policía Penitenciaria jubilarles anticipadamente se hace tan vital como lo es para sus colegas de la Fuerza Pública.
10 – Esta situación fue también reivindicada por la gran cantidad de integrantes de la Policía Penitenciaria que junto a sus homólogos y homólogas de la Fuerza Pública se manifestaron ese lunes 22 de abril, atendiendo específica convocatoria de la ANEP al respecto.
11 – Finalmente, esperamos que se nos conceda audiencia por parte de cada una de sus distinguidas autoridades legislativas, solicitud que peticionamos, oficialmente y por esta vía, a partir del recibo de la presente. Pretendemos extendernos con más detalle en las consideraciones que nos motivan para gestionar este apoyo vuestro al indicado proyecto de ley con la inclusión en el mismo de la Policía Penitenciaria de Costa Rica, adscrita al Ministerio de Justicia y Paz.
12 – Nosotros, como ANEP y como la legítima organización abrumadoramente representativa del personal de la Policía Penitenciaria, estamos muy agradecidos con cada uno de ustedes, con cada una de ustedes y con sus respectivos compañeros y respectivas compañeras de fracción, pues el año pasado 2013, ante gestión nuestra, ustedes votaron, de manera unánime, otro proyecto de ley a favor del personal de la Policía Penitenciaria.
13 – Hablamos del proyecto que permitió saldar con este personal una deuda salarial que el Estado les tenía pendiente de honrar, correspondiente a nueve meses no pagados de la revaloración salarial extraordinaria que se dio en el año 2009; autorizando al Poder Ejecutivo una partida de 700 millones de colones para tal propósito. Valga esta ocasión para el reconocimiento debido.
14 – Confiados en que nuevamente hemos de obtener de sus correspondientes fracciones parlamentarias escucha debida en esta circunstancia, quedamos a la espera de que nos comuniquen la fecha en que seremos atendidos. Anticipadas gracias.