Estimado señor don Miguel Ángel Agüero, Editor, “La Machaca”, diario La República:
Respetuosos saludos. En su publicación del pasado viernes 15 de marzo de 2013, usted escribe:
“_MORDAZA. Un movimiento denominado Rescate, que es parte de la ANEP, denuncia que en la asamblea del sindicato de hoy, se quiere impedir la oposición. Señalan que la asamblea que se realiza hoy a las 10 a.m., hora de trabajo para los afiliados, habrá cambios antidemocráticos. Y nosotros creyendo que la ANEP es muy democrática y por eso Albino Vargas la dirige desde hace 20 años_”.
Al respecto y siempre tratándole a usted con todo respeto, aunque nada de lo que aquí indicamos será del conocimiento de su calificado público lector, es nuestra obligación moral y ética dejar consignado ante usted lo siguiente:
Primero: No existe en el seno de la ANEP algo como “un movimiento denominado Rescate”. Lo que hubo es una tendencia electoral que se armó para las pasadas elecciones de la Junta Directiva Nacional (JDN), de la ANEP, celebradas en octubre de 2011; y se armó fundada, básicamente, propalando infundios, mentiras y calumnias, pues solamente así fue que consiguió las firmas obligadas por la legalidad de la ANEP para la competencia electoral de ese momento. Hoy está prácticamente extinguida pues, fíjese usted, que de los 19 escaños en disputa para la JDN-ANEP, lograron 7 y a la fecha, 6 directivos nacionales de tal tendencia, deshonrando sus responsabilidades, dejaron botados sus cargos, engañando así a sus engañados electores. Lo que queda de eso llamado “Rescate”, es un grupúsculo de elementos extremistas que han pretendido infiltrar a la ANEP para alimentar su propio partido político, no menos extremista, de cara a las elecciones del 2014.
Segundo: Figúrese usted, don Miguel Ángel, que solamente “existen” por la internet. Y no ponen nombre de persona física alguna responsable de los infundios que escriben. Nos extraña sobremanera señor Agüero, que una persona de su calibre, de su autoridad moral, de su impacto en los sectores de la sociedad que le leen, le dé credibilidad a un anónimo electrónico que no existe en la legalidad. Más bien pensamos en que hay que apelar a ella para impedir que la sigla ANEP, la histórica sigla ANEP, se siga empleando de manera indebida, usurpándola, denigrando su significado y denigrando honras ajenas pues como le indicamos, no dan nombres, no enseñan sus rostros, no ponen sus números de cédulas.
Tercero: No llegaron a la primera convocatoria de la asamblea de la que usted habla en su comentario. Ahí se fijó la fecha de la segunda convocatoria, precisamente, fijada para este viernes que pasó, 15 de marzo de 2013. No a las 10 a.m., sino a las 13:30 p.m. (una y media de la tarde). Tan desligados están de la vida de la organización, porque están concentrados en las tareas de su partido, que no se percataron de la hora de la asamblea, según se lo indicaron a usted. Y tampoco llegaron a esta segunda convocatoria. No dan la cara, se esconden en el anonimato electrónico. Eso de “movimiento” es una quimera. Por cierto, ¿sabía usted que esta gente defiende, ardorosamente, la cuestión salarial médica y se oponen rotundamente a la posición de la ANEP para lo que conocemos como el _“desenganche”_… ¿O usted también está a favor de que las médicos sigan recibiendo incrementos salariales hasta cuatro veces más grandes que los de los policías si continúa ese enganche de la estructura salarial médica a la de los puestos del Gobierno Central?
Cuarto: “Si la ensartas pierdes… si no la ensartas, también”. Si se saca masivamente, de manera reiterada, al personal afiliado a la organización, dejando sin cubrir grandes segmentos de los servicios públicos con presencia de ANEP, usted de seguro nos criticaría. En la asamblea indicada se previó la participación de dirigentes intermedios de las estructuras de base de la organización, de legítimos dirigentes y representantes gremiales; de compañeros y de compañeras que, precisamente, por su naturaleza dirigente orientan, inciden, guían y hablan en nombre de sus correspondientes bases de afiliación a la ANEP. En la indicada actividad hubo 342 personas dirigentes sindicales de base de la ANEP, que estaban representando a 76 seccionales del actuar centenar de gremios cobijados bajo la bandera ANEP. Las restantes y que estuvieron ausentes, tuvieron grandes problemas de permisos patronales para asistir, especialmente las que funcionan en el sector Privado. La única persona directiva que quedó de eso que usted piensa que es un “movimiento” que no salió huyendo de sus responsabilidades y que no dejó botados a sus electores de los pasados comicios de la ANEP, fue la única persona de esas 342 presencias dirigentes presentes en la indicada asamblea y ya, según el propio decir de esta persona, había roto el día anterior con eso que usted dice que es un “movimiento… parte de la ANEP”. Así que, como usted verá don Miguel Ángel, prácticamente ya no tienen representación alguna en el seno de la ANEP. Lo que sí le podemos garantizar es que esas 342 personas dirigentes sindicales de la ANEP, hombres y mujeres de gran honestidad de la clase trabajadora, prácticamente estaban, en ese evento, en condición de representación de la total membrecía cuantitativa de la ANEP.
Quinto: Evidentemente, la democracia no es un concepto neutro. Por ejemplo, el director del medio periodístico para el cual usted trabaja, es nombrado por una junta directiva, no por los lectores que lo compran a diario ni tampoco por los anunciantes que le dan el financiamiento más importante para que siga existiendo. No por esta circunstancia nosotros nos burlaríamos, sarcásticamente como usted lo hace con respeto a la ANEP, ironizando sobre la naturaleza democrática del periódico La República. No sabe usted cuánto honor ha sido para este vecino de Alajuelita, estar todos estos años al frente de la ANEP. Y que después de ello nuestra gestión tenga tanto aval como el porcentaje superior al 60% en las pasadas elecciones de la ANEP; porcentaje que debe haber subido, seguramente, ante la irresponsabilidad, el extremismo y la falta de seriedad de fantasmal “movimiento” del que usted habla en su comentario.
Sexto: En ANEP eso que llaman “oposición” prácticamente no existe porque si la hubo, se ha suicidado sola, políticamente hablando. No hay necesidad de “impedir” nada. Lo que si impedimos es que la ANEP fuera tomada por un determinado partido político que tiene una ideología con la cual no quisiera vivir el 99.9% del pueblo costarricense. Son tan minúsculos por este tipo de pensamiento que se ven en la obligación de practicar un “ritual de entrismo” para penetrar importantes organizaciones sociales, de amplia diversidad y composición, para intentar obtener un “mercado ideológico” y fuentes frescas de financiamiento para sus ideas. En ANEP no se les critica que piensen así; pero sí es real que la organización se defiende a sí misma cuando nota tendencias partidistas que intentan cercenarle su independencia partidaria.
Así que, don Miguel Ángel, no hay mordaza alguna en ANEP. No existe esa cosa que usted llama “movimiento”. La ANEP no es antidemocrática. Hemos sido electos durante todos estos años porque hemos tenido la confianza de las abrumadoras mayorías anepistas. Así que, respetuosamente, le agradecemos que considere estas aclaraciones que sí llevan nombre, apellidos, número de cédula. Nuestro nombre es Albino Vargas Barrantes, cédula de identidad No. 1-457-390, un ente físico de carne y hueso, de rostro conocido y que escribe por internet, plenamente identificado, sin acudir al anonimato de un grupo espurio; menos a un anonimato calumniador y difamador. Esta será la última vez que hagamos referencia a asuntos de esta calaña. Hay demasiado por construir y demasiadas causas nobles por las cuales seguir luchando. Albino Vargas Barrantes, Secretario General de la ANEP.