Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.
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Indudablemente que la señora Primera Vicepresidenta y Ministra de Justicia y Gracia dará amplias explicaciones de sus relaciones políticas con el susodicho legislador y con el laboratorio farmacéutico nacional, para que se establezca con claridad qué son esas “negociaciones” que el diputado Echandi Meza dice que ella “lidera”. ¿Qué es lo que se ha “negociado”?; ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde?. Al darse una negociación, se supone que hay, al menos, dos partes. ¿Es doña Laura una de esas partes?, ¿quién es la otra?..; etc., etc.
Nosotros no “juzgaremos”, a priori, a la respetabilísima señora Ministra Chinchilla. Nosotros no haremos un juicio sumario de este caso, planteando hipótesis aventureras e irresponsables. La honorabilidad de dicha jerarca es un alto valor en su carrera política y no saldrá de nosotros ni la más mínima insinuación que pretenda manchar su limpia trayectoria de servicio público.
Como personalidad pública de tan alto nivel, como ciudadana en pleno uso de sus derechos constitucionales, ella tiene el legítimo derecho a defenderse de las afirmaciones del diputado Echandi y no pueden hacerse juicios de valor sobre esas “negociaciones” a partir de conjeturas amañadas, subjetividades, presunciones sin sustento, argumentos falaces. Con este tipo de artimañas no se puede botar a la basura una limpia trayectoria de servicio público como es el caso de doña Laura.
Y precisamente es en función de este principio básico de presunción de inocencia y de no manchar carreras de servicio público completamente limpias con base en conjeturas amañadas, subjetividades, presunciones sin sustento y argumentos falaces; que hemos salido en defensa de los policías penitenciarios de La Reforma, señalados como culpables y sentenciados a priori por doña Laura, en el caso de la fuga de dicho centro penal ocurrida en octubre del 2006.
Y peor aún. Las declaraciones periodísticas de doña Laura sobre este penoso caso, prácticamente han arruinado ya varias trayectorias de limpio servicio público en seguridad penitenciaria, de trabajadores que superan los 25 años de labor ininterrumpida con honestidad, de la misma manera en que ha transcurrido la carrera de servicio público de doña Laura.
Por eso es que hemos acudido al alto tribunal constitucional en el caso del arbitrario y sumario proceso administrativo contra los policías penitenciarios que ya doña Laura sentenció. La Sala IV admitió para su estudio por el fondo, el recurso de amparo interpuesto por la ANEP a favor de tales servidores.
Sin embargo, a doña Laura no le gustó cómo falló la Sala IV en este caso y ahora está buscando cómo burlar la orden constitucional que se le dio de restaurar los derechos de sus subalternos que ella lesionó, por la prensa y de manera pública, a partir de conjeturas amañadas, subjetividades, presunciones sin sustento y argumentos falaces.
Pero nosotros no actuaremos así. Nosotros, partiendo de conjeturas amañadas, subjetividades, presunciones sin sustento y argumentos falaces, no le haremos un juicio “sumario” a doña Laura sobre las “negociaciones” que ella lidera con un laboratorio farmacéutico nacional, según lo indicó el intercambiable legislador Echandi. Esperaremos sus explicaciones.