ANEP extendió su mano solidaria que nos fue mordida hasta el codo… Nuestra vocación humanista y solidaria seguirá como siempre ha sido. Seguiremos extendiendo esa mano solidaria y, probablemente, nos volverá a ser mordida hasta el codo. Es parte de nuestra filosofía. El caso que relatamos, no hará que cambiemos este pensamiento de principio.
El señor Roy Castillo López estuvo laborando para el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), en condición de interinato. Se afilió a la ANEP y nos pidió que le acreditáramos como Delegado Sindical para promover nuestra causa en dicha entidad.Estuvo actuando en tal sentido, básicamente en la gestión gubernativa anterior a la presente.
Al vencimiento de su interinato, no logró que lo colocaran en una terna para tener propiedad en el puesto. Él alegó que fue que le “cobraron” el haber adoptado la causa de la ANEP como Delegado Sindical en el MTSS. La ANEP le dio, al respecto, su respaldo incondicional.
Al quedarse sin empleo y en la fase final de su carrera como abogado, tocó la puerta de la ANEP. Buscó refugio en la ANEP, no solamente para que le lleváramos, judicialmente, su caso; sino para que le “ayudáramos” a conseguir otro puesto en la Administración Pública (obviamente imposible); y, finalmente, para tener algunos recursos de sobrevivencia mientras obtenía otro empleo, con base en un fondo solidario que la ANEP tiene para ayudas en estos casos.
La ANEP, solidariamente, le cumplió en lo siguiente. Hay dos causas abiertas en los tribunales en su favor que la ANEP le lleva desde nuestra Unidad de Asesoría Jurídica (UAJ). 1) Expedientes número 13-8350-1027-CA, ante el tribunal contencioso-administrativo. 2) La otra causa, es la número 13-2960-1178-LA-4, de orden laboral y en el juzgado de trabajo, por Prácticas Laborales Desleales, contra el Estado-MTSS.
Seguiremos representándole en ambos procesos judiciales, al menos hasta que él lo quiera. La ética, el profesionalismo y nuestra filosofía humanista y solidaria así nos lo impone. Igual tratamiento que en todos los muchos procesos que se llevan, a nivel jurídico, en la ANEP.
En cuanto a la ayuda solidaria, el señor Castillo López recibió una asignación económica de 150 mil colones, no reembolsables, durante seis meses continuos; amén de un reconocimiento económico diario para su movilización y alimentación.
El señor Castillo López nos dijo estar “conmovido” por la respuesta solidaria de la ANEP para con su caso y, él mismo, dado que se estaba haciendo abogado, tomó la iniciativa de ofrecernos su ayuda. ANEP, de buena fe, pensó que esta ayuda de él era de agradecimiento al soporte que le estábamos dando luego de quedar desempleado. Sin embargo, algunas solicitudes de cooperación se le giraron electrónicamente y él las utilizó para fundamentar su demanda de que tuvo con ANEP una “relación laboral” en un proceso ulterior que planteó luego de que no logró que la ANEP, lo contratara como abogado de planta como, irrespetuosamente, nos lo exigió.
A propósito de su carrera de abogado, la ANEP le prestó, a solicitud de él mismo, 350 mil colones para el papeleo final de su graduación como abogado, cuando todo hacía creer que él actuaba de buena fe para con ANEP. Esta plata todavía no la ha pagado.
Al irse enojado de la ANEP porque, finalmente, no se le contrató como abogado de planta, nos “exigió” que debíamos “cancelarle” la suma de 1.531.637.47. Algo inaceptable para la organización, no solamente porque jamás hubo una relación laboral formal con él, sino porque sus exigencias monetarias eran desproporcionadas e irracionales, amén de ingratas para toda la solidaridad que se le dio.
Respetuosos de la ley, preferimos que nos demandara y acatar lo que los tribunales resolverían; resolución que, en lo monetario, fue la mitad de la plata pretendida por él. Nosotros teníamos que proteger los dineros de nuestra membrecía y así lo hicimos.
Finalmente, el tribunal de menor cuantía le da la razón y es un fallo inapelable. La ANEP no lo comparte pero lo respeta. Los jueces no accedieron a la totalidad de su pretensión argumentando él que era abogado de la ANEP. En los meses que estuvo en ANEP no lo era, así que asumimos que habría mentido ante dicho tribunal y revisada la sentencia, veremos si el Colegio de Abogados y de Abogadas de Costa Rica tiene algo que decir al respecto.
Veremos, también, si le devuelve a la ANEP, los 350 mil colones de préstamo que se le hizo para que pudiera terminar el papeleo de su graduación.
No pretendemos la devolución de los 900 mil colones de ayuda solidaria, porque es eso: ayuda solidaria según nuestra filosofía social y humanista.
Todo esto se le dijo al periodista de La Nación, el señor Diego Bosque G., según declaraciones que él le pidió a la ANEP y que se expresaron por medio del compañero Rafael Ángel Mora Solano, integrante de la Junta Directiva Nacional (JDN), de la ANEP y Asesor Político de la Secretaría General de la agrupación. Como se puede entender y como es lógico suponer, ya conocemos a La Nación y su posición ideológica antisindical.
Por eso al periodista mencionado, solamente consignó lo que le “interesó”, pretendiendo descalificar nuestra histórica autoridad moral en defensa de los derechos laborales de la clase trabajadora. En todo caso, la experiencia de la ANEP en su relación con La Nación, indica de nuestro conocimiento sobre esa “peculiaridad” ética para con informaciones referidas a la ANEP.
En este caso, donde la mala fe queda constando, la autoridad moral de la ANEP queda incólume. Como seguramente en La Nación sienten que su autoridad moral en su campo mediático, en nada ha disminuido pese al litigio tributario en que están inmersos, por un presunto impago de responsabilidades impositivas que son en corresponderle al Grupo Nación y que el Estado les está demandando honrar.
Todo lo indicado con relación al mencionado señor Castillo López, está documentado para quien quiera constatar lo actuado por ANEP con relación a él y, repetimos, de buena fe.
Esta circunstancia no hará cambiar a la ANEP en cuanto a su actitud profundamente solidaria y humanista. Seguiremos extendiendo nuestra mano solidaria a pesar de que nos muerdan hasta el codo. Es un problema de principios.
Declaración oficial de la Junta Directiva Nacional de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)
Sesión No. 1999, ordinaria, del viernes 17 de octubre de 2014.
ACUERDO FIRME
Albino Vargas Barrantes
Wálter Quesada Fernández
Rafael Ángel Mora Solano
Máinor Anchía Angulo
Esteban Quesada Chacón
Lydia Lacayo Mena
Ligia Azofeifa Calderón
Rosa Rivera Bejarano
Cristina Fernández Borge
Lucrecia Alvarado Badilla
Margot Ortiz Monge
Mélida James Johnson