Bush y Arias: Herencia de Procesos fraudulentos

Gracias a las convicciones democráticas del Diario Extra, en el campo del respeto a la Libre Expresión, ANEP publica, semanalmente, en días miércoles, esta columna.

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Ese proceso fraudulento fue a todo nivel y se les hizo necesario para enfrentar la heroica resistencia patriótica de un pueblo como el costarricense que rechazó ese TLC en la calle y casi hasta en las urnas, pues en este caso el grupo económico y mediático neoliberal de los grandes ricos, encabezado por los hermanos Arias, tuvo que utilizar las más sucias trampas políticas nunca antes vistas desde la Guerra Civil de 1948, para obtener un escuálido resultado cuantitativo a su favor en el referéndum del 7 de octubre de 2007. Ya antes, en febrero de 2006, Arias había resultado “vencedor” en otro proceso manchado por la sospecha de fraude: las elecciones presidenciales más cuestionadas desde los comicios del 48.

El genocida George W. Bush (quien, “casualmente”, llegó a su primera presidencia producto de un fraude electoral) y el desacreditado Oscar Arias entran así, junticos, a zapatazos, llenos de oprobio, rechazo y repudio en las páginas más vergonzosas de la historia nacional. En 1856, los y las costarricenses de entonces, encabezados por nuestro mandatario de la época, don Juan Rafael Mora Porras, don Juanito, lograron una histórica victoria política impidiendo que fuésemos una estrella más en la bandera estadounidense. En 2009, la fraudulenta gestión política de Oscar Arias, con el beneplácito y la complicidad activa del binomio Liberación-Unidad (PLUSC), prácticamente nos anexiona a una economía en profunda crisis, quebrada y con los ideales neoliberales que la inspiran en absoluto descrédito.

El 1 de enero de 2009 queda así registrado como la fecha en que se rompió el esquema doctrinario filosófico y político de la Constitución del 7 de noviembre de 1949. Cuando el genocida Bush proclamó, en Washington D. C., la vigencia del TLC en el caso costarricense, queda a la orden del día la reedición del significado de la victoria de don Juanito y la demanda histórica para la conformación del nuevo sujeto histórico necesario para superar al corrupto PLUSC, sepulturero de los ideales políticos de don José Figueres Ferrer (don Pepe) y del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.

Los grandes ricos de la oligarquía neoliberal PLUSC, tienen el panorama clarísimo: quieren que el TLC quede consolidado al máximo nivel jurídico: están pidiendo una nueva Constitución Política. Es lógico._ “Su”_ TLC enterró la filosofía del humanismo cristiano que animó nuestra Carta Magna del 49. Ahora ocupan una constitución de corte neoliberal y para ello, entre otros aspectos, preparan su continuidad en la silla presidencial y en el control del parlamento, en las elecciones generales del 2010.

Por nuestro lado, queda absolutamente claro la naturaleza del desafío que tenemos los sectores que hemos venido abogando, de manera sistemática y desde diversos ámbitos, por el rescate de la Constitución del 49, por la restauración de la democracia de la real división de poderes, por la implantación de nuevas políticas públicas que relancen a Costa Rica como una sociedad inclusiva y solidaria. ¡Alegrémonos! La fuerza que nos dio la razón sigue presente y nos corresponda relanzarla ahora en este nuevo escenario histórico.

Renovamos nuestra fe en la vocación patriótica de los miles y miles de costarricenses, de todas las filosofías políticas que derrotamos ese TLC en el campo ético, en el campo moral, en el campo ideológico, en el campo de la movilización social; gran victoria que nos fue robada en las urnas con la complicidad del tribunal electoral del señor Sobrado que lo puso a la orden de la oligarquía neoliberal de los grandes ricos representada por los hermanos Arias.

Históricas tareas nos aguardan. La gente está harta de tanta estafa política. Ellos, los del PLUSC, solamente cuentan con plata y con manipulación mediática por medio de la prensa que controlan. Pero América Latina está demostrado que la gente está venciendo esos “poderes”. Aquí, en Costa Rica, también es posible una victoria de la gente… Sigamos luchando y construyendo la articulación sociopolítica para el cambio en profundidad.

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