Capitalizar a los bancos: ¿Y quién “capitalizará” a la clase trabajadora asalariada altamente endeudada?

Hemos seguido con interés la iniciativa de ley para capitalizar a los bancos del Estado, inyectándoles multimillonarias sumas de dinero, con la finalidad de incrementar su capacidad de prestar hasta la exhorbitante cifra de 1.175 millones de dólares (unos 65 mil millones de colones).

Dicho proyecto ha sido iniciativa del gran empresariado nacional y al contar con el aval del gobierno de los hermanos Arias, presenta una alta viabilidad política, al punto de que en la Asamblea Legislativa, para aprobarlo lo más rápidamente posible, se habla de sacrificar hasta el receso parlamentario navideño.

Pero, ¿quién, en la clase política gobernante, se ha puesto a pensar en la necesidad de “capitalizar” a la clase trabajadora asalariada, gran parte de la cual presenta altos niveles de endeudamiento, por su férrea lucha para no caer en la extrema pobreza?…

En ANEP conocemos de un sinnúmero de situaciones de personas trabajadoras asalariadas que sufren enorme estrechez económica y gran merma en su calidad de vida consecuentemente; dado que sufren altos niveles de endeudamiento en bancos y cooperativas, principalmente, aunque también no son pocas las personas que viven dentro de las rejas de las tarjetas de crédito o en manos de la usura pura y simple.

Las políticas salariales de los últimos gobiernos, inspiradas todas en el dogma del neoliberalismo, han dejado consecuencias sumamente negativas en la situación económica de las familias dependientes de un salario; al punto de que, para compensar esa restricción salarial, afrontar la constante alza de precios y la alta inflación e intentar un nivel de vida relativamente digno, han acudido al endeudamiento y al sobreendeudamiento, con las trágicas consecuencias de reducción brusca de liquidez salarial y, por ende, un agravamiento de las condiciones de vida de estas familias.

Se hace necesario el establecimiento de una especie de “Fondo de Solidaridad Social para la Reestructuración de la Deuda de la Persona Física”, de forma tal que, con los lineamientos técnicos del caso, una persona asalariada con alto endeudamiento reciba algún tipo de auxilio que le permita, por un lado, aliviar la carga de su deuda en cuanto al principal, al interés y a la amortización mensual; a la vez que se le ayude a mejorar el manejo presupuestario de su deteriorado ingreso, en el período que dure su inserción en los mecanismos que establezca tal fondo.

Hacemos una vehemente instancia al gobierno de los hermanos Arias y a las diversas fracciones legislativas representadas en el parlamento para que así como han procedido con alta voluntad política y con celeridad parlamentaria, con el proyecto de ley para capitalizar a los bancos del Estado; se actúe de la misma forma en cuanto al establecimiento del “Fondo de Solidaridad Social para la Reestructuración de la Deuda de la Persona Física”, o como quiera llamársele, manteniendo la idea original: auxiliar a la persona trabajadora asalariada altamente endeudada y con graves problemas de liquidez salarial.

San José, 16 de diciembre de 2009.

Albino Vargas Barrantes
Secretario General

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